En defensa del campo español

En defensa del campo español. Ricardo Chamorro

Para comenzar mi exposición he de decir que estos Presupuestos Generales del Estado, siguen las políticas erráticas llevadas en España por el PP y PSOE en el Sector Primario Español:

  1. Falta de compromiso nacional con el sector Primario y alimentario 
  2. Total dependencia financiera de los fondos de Bruselas, 
  3. Obediencia ciega a las agendas globales que a medio plazo ahogan a nuestro sector y cuyas políticas globalistas fulminan la competencia leal y los precios de los productos alimentarios.

¿Cuál es el Resultado de estas políticas?

1. La ruina de una parte importante de las explotaciones agrarias y ganaderas familiares, 

2. Abandono de los cultivos,

3. Precios que no cubren los costes de producción, 

4. Competencia desleal de productos de países terceros,

5. Deslocalización a países extranjeros de nuestras empresas agroalimentarias, como a Marruecos donde usted fue embajador

6. Despoblación generalizada de las zonas rurales ante la falta de oportunidades y rentabilidad de las explotaciones del sector primario

El esfuerzo del Estado Español en estos presupuestos generales del Estado, con fondos económicos propios para Agricultura, Pesca y alimentación, es mínimo.

El total de los presupuestos en esta sección 21 son 8.405Millones de € ,de los cuales la Unión Europea sufragará 7.648,2 millones de euros a través de fondos como: 

Los fondos FEADER, 

Los nuevos fondos de recuperación de la UE 

o los de la Política Agraria Común a través del FEAGA.

Es decir, el 91,57% de las cantidades asignadas en estos Presupuestos Generales en lo referido a Agricultura, Pesca y Alimentación, vienen de fondos europeos. 

De tal manera que llegarían a España independientemente de que se aprueben o NO estos Presupuestos Generales del Estado.

Nuestros vecinos europeos, como Francia, aportan fondos adicionales propios de miles de millones de euros aprovechando la flexibilidad financiera ante la crisis sanitaria, para apoyar a agricultores, ganaderos y pescadores. 

En España las aportaciones estatales para apoyar al sector son limosnas, 

tratando de enmascarar su falta de compromiso con el sector primario, con los fondos que vienen de Bruselas. 

Cuentan con dinero que suponen vendrá del fondo de recuperación bajo proyectos concretos. Ese dinero podría no llegar por la propia incompetencia del Gobierno a la hora de concretar proyectos viables. 

¿Cuál será el sistema para la presentación de proyectos? ¿Les va a llegar a los agricultores y ganaderos este dinero, o los fondos van a ir a las grandes consultoras amigas del gobierno?

Mientras la mayoría de los países europeos han bajado impuestos para favorecer la recuperación y la creación de empleo, este Gobierno ha hecho lo contrario

Una vez más, las principales fuentes de recaudación de las subidas son el diésel, fundamental para el sector primario y el ámbito rural, o las subidas de las bebidas azucaradas que será letal para muchos sectores alimentarios o agrícolas como el sector remolachero. 

Díganles a los alcaldes de los pueblos que viven de la remolacha, que van a arruinar su forma de ganarse la vida por una cuestión ideológica.

Estos presupuestos deberían tener presente, de una vez por todas, el carácter estratégico de la agricultura nacional española.

Más aún después de la crisis sanitaria global creada por el virus chino, donde la capacidad de soberanía y de autoabastecimiento alimentario han sido clave.  

Ese sentido estratégico es el que tienen muchos países europeos y del mundo, donde la producción agroalimentaria interna es un sector tan importante como el energético, el tecnológico o la industria pesada, en relación con el interés nacional.

Estos Presupuestos Generales también deberían de haber tenido en cuenta los cambios que se pretenden en la política agraria común. Además de recortar los fondos, la comisión pretende un cambio de posición de la PAC a través de pactos y arquitecturas verdes, agendas 2030, transiciones ecológicas y pactos de la granja a la mesa

Esto impactara en la producción agraria europea de manera negativa, afectando a la Seguridad alimentaria, a las rentas de los productores y al autoabastecimiento alimentario de los europeos.

A falta de informes de impacto de la Unión Europea, debemos recurrir al último estudio realizado por el Departamento de Agricultura de EEUU. 

Este concluye, que estas políticas ideológicas en la Unión Europea, y este cambio de paradigma en la PAC, será un autentico desastre para el sector agrícola, para los consumidores y para la seguridad alimentaria europea. 

El estudio de impacto, destaca:

Una reducción del 12 % en la producción agrícola en la Unión Europea,

Una disminución del 20 % en las exportaciones, 

Un aumento del 17 % en los precios, 

Un aumento del 2 % en las importaciones 

Y un aumento del costo anual de los alimentos per cápita en la UE, de 153 dólares.  

También el gobierno, podría haber aprovechado estos Presupuestos Generales, para recuperar los niveles de financiación en la Partida de Desarrollo rural que modifico el PP en 2015. En ese momento paso de una asignación de 2.347 millones a un recorte de mas de la mitad en 2016. 

La partida que proponen el Gobierno es de 1.485 millones, cerca de mil millones menos que lo presupuestado hace cinco años, aceptando por tanto el recorte en la financiación. 

Por lo tanto el Gobierno tendrá que explicarle a las personas de los pueblos de la España rural, que está comprometido con el mundo rural asumiendo el recorte financiero de casi mil millones en desarrollo rural.

Respecto a los Programas concretos señalar que:

En el programa 410 C no se nos explican cuáles van a ser los criterios para transferencia a las CCAA de los 114. millones de euros

En el 411 M se gastan 1 millón doscientos mil euros en alquileres, cuando el Estado tiene numerosos edificios en propiedad

el 414 b asigna para la modernización de las explotaciones solo 50.000 euros, 

el 415 B ayudas para paliar las consecuencias del Covid aportan unos ridículos 1000 euros

Estos Presupuestos, con todo lo dicho anteriormente, junto con la pésima distribución de las partidas, harán;

que el campo español sea más débil, 

que se fomente la “no producción” por la falta de rentabilidad en las explotaciones, 

y que las importaciones colapsarán algunos mercados

Unos presupuestos decepcionantes y ruinosos, para la agricultura, la pesca y el sector alimentario español. 

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