Pinceladas demográficas

Nuevo desplome de nacimientos de madres españolas en el País Vasco. De abril a junio de 2022, 10% menos que un año antes. Los totales cayeron 6,3%, y los de madre extranjera subieron 4,3%. En relación a los nacimientos cuando empezaba la Transición, la caída es de órdago.

En el País Vasco, los nacimientos del primer semestre de 2022 fueron 69% inferiores a los de igual período de 1976, cuando empezaba la Transición. Los de madres españolas, 78% menos (-79% en Vizcaya, -78% en Guipúzcoa y -70% en Álava). Un fracaso sin paliativos del modelo social.


El 52% de las españolas que fueron madres en 2021 no estaban casadas. ¡Más de la mitad! De las madres extranjeras, un 39%. En 1976, cuando las españolas tenían 2,4 más hijos de media que ahora, únicamente un 2% de los bebés tenía mamá no casada. A menos gente casada, menos niños.


Presentamos tres tablas espeluznantes que ilustran cómo la autodestrucción del pueblo español, por su bajísimo número de hijos por mujer, avanza a pasos agigantados. En esta tabla, las provincias con proporciones más dramáticas entre muertes y nacimientos.

En las provincias donde hay menos diferencia entre fallecimientos y nacimientos, las proporciones no dejan de ser muy preocupantes, como refleja la tabla. Ceuta y Melilla son rancho aparte, por su abundante población magrebí-musulmana, ya mayoritaria.

Por CCAA, donde se gestiona gran parte de la cosa pública en la actual España infecunda, desde donde tampoco se ha hecho apenas nada para combatir el hundimiento de la natalidad, las regiones del Norte y Oeste presentan, en general, los números más dramáticos.


La España de mañana será muy “multicultural”, como consecuencia de la llegada masiva de inmigrantes y la bajísima fecundidad de los españoles. Si no integramos bien a la segunda generación de inmigrantes, hay riesgo de fracturas sociales como en Bélgica, Francia, Suecia… Las tablas y gráficas que siguen son muy claras. A sus números habría que sumarles los niños extranjeros que llegan de muy pequeños a España con sus padres, y se crían aquí (en julio de 2022 eran el 3,8% de los menores de 5 años). En cuanto a los inmigrantes de tercera generación (nietos de inmigrantes originales), de los que solo en los datos de musulmanes se añade una estimación, aún son pocos, pero su número crecerá exponencialmente en próximos años.

De haberse mantenido la fecundidad de 1976 (2,77 hijos por española, alta para los niveles actuales pero no explosiva), estos porcentajes serían 70% a 80% inferiores, incluso con la misma inmigración que ha habido.

 

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