Sumar al PSOE restando el Sáhara

Sumar al PSOE restando el Sáhara. Taleb Alisalem

No es ninguna sorpresa ver a un partido de la izquierda española traicionando al pueblo saharaui. Más aún, parece que sacrifican sus propios principios en favor de un PSOE completamente entregado a la narcodictadura de Mohamed VI y sus aspiraciones expansionistas.

La afinidad de la izquierda española con la causa saharaui ha sido una constante en sus programas electorales y declaraciones públicas. Sin embargo, las reiteradas traiciones a esta causa han sembrado dudas. Todo comenzó con un joven Felipe González, quien en 1976 prometió, en un viaje a los campamentos de refugiados saharauis, acompañar al pueblo saharaui en su justa lucha hasta la victoria final. Sin embargo, al llegar al poder, González reforzó su alianza con el monarca marroquí, olvidando al ya castigado pueblo saharaui.

La izquierda se ha unido y reagrupado bajo diversas siglas, desde la «Izquierda Unida» hasta Podemos, ahora Unidas Podemos, y recientemente SUMAR. Parece que la izquierda española sólo sabe moverse y sobrevivir entre la novedad esperanzadora y la supuesta alianza definitiva que promete mucho pero cae devorada por su propio fracaso, renaciendo de nuevo bajo nuevas siglas y promesas.

Así llevamos más de 40 años los saharauis, escuchando falsas promesas, recibiendo a políticos «solidarios» en nuestros campamentos de refugiados y cayendo una y otra vez en el mismo error al creer a aquellos que nos decepcionan. Tengo que dejar claro que no esperamos nada de la derecha española, que ni está ni se le espera, ellos nunca prometieron ni estuvieron. Quienes abanderaron la causa saharaui fueron los partidos políticos de izquierda en España, que siempre han desilusionado y decepcionado. Desde Gonzalez, pasando por Zapatero, quien fue el presidente que más armas vendió a Marruecos, armas utilizadas luego contra el pueblo saharaui, hasta Sánchez quien fue el presidente más indecente al reconocer públicamente que el Sahara Occidental debería ser una «autonomía bajo la soberanía marroquí», apoyando una feroz ocupación ilegal y violando la legalidad internacional que pide un referéndum de independencia en el Sahara Occidental. Esta postura contradice la voluntad de la mayoría de españoles que apoyan la causa saharaui y pisotea las aspiraciones del pueblo saharaui que lleva más de 50 años resistiendo por su independencia.

Mirando a los partidos a la izquierda del PSOE, posiblemente los saharauis nos tengamos que conformar con algún tuit o, con suerte, alguna declaración en prensa en apoyo a la “justa lucha del pueblo saharaui”. Pero más allá de este gesto mediático, no habrá iniciativas ni acciones claras, y es hora de que lo reconozcamos y lo aceptemos. Solos somos un eslogan electoral, un distintivo que ponerse al pecho para parecer realmente “de izquierdas” en alguna manifestación o acto público, pero más allá de eso, no somos nada. Marruecos siempre será el amigo, el aliado y el elegido.

El partido liderado por Yolanda Díaz, SUMAR, prometió revertir la decisión tomada por Pedro Sánchez y devolver a España a su posición «neutral» en la cuestión del Sahara Occidental. Sin embargo, en el reciente acuerdo de gobierno firmado entre el PSOE y SUMAR, la cuestión saharaui no está por ningún lado. SUMAR tenía que elegir entre la justa causa saharaui o la ocupación ilegal de Mohamed VI. Tenía que elegir entre la fidelidad a sus promesas o la ambigüedad por interés. En ambos casos, elijo la segunda opción.

Mientras tanto, los saharauis seguimos creyendo en la «nueva izquierda» española que siempre encuentra la forma de renacer bajo nuevas siglas, nuevos colorines y nuevas promesas que, por supuesto, nunca serán cumplidas.

Por último, recordamos que el pueblo saharaui no pide solidaridad ni limosna, simplemente pide que España cumpla su deber legal como potencia colonial del Sahara Occidental, pero esta petición se convierte en exigencia especialmente a aquellos que han abanderado nuestra lucha y han prometido llevar a cabo la tan ansiada descolonización, para luego traicionarnos de las formas más vergonzosas. A estas alturas, recomiendo a mis paisanos saharauis cambiar la exigencia por una simple petición: que la izquierda española deje de traficar con nuestro dolor y de usar a nuestra causa como una moneda de cambio.

Top