USA es una republica, no una democracia

USA es una republica, no una democracia

Al hacer su Análisis y Pronóstico de que Donald Trump no está ni mucho menos derrotado, Alonso de Mendoza subraya algo que en Teoría Política es fundamental y que, en Europa, está confuso y desvaído desde que Alexis de Tocqueville fuese incapaz de desentrañar su sutileza y definiera como “Democracia en América” el régimen político USA. Democracia no es sinónimo de Libertad. Ni requisito imprescindible. Muchas veces, por el contrario, es el opio donde se olvida la propia identidad. La Libertad se asienta en las Leyes, en el Estado de Derecho, y no en la hegemonía de unas mayorías heterogéneas y contradictorias. Volubles y vulnerables a la demagogia y al engaño programado. La mitad más uno no equivale a verdad y razón. La Democracia es tan sólo una de las variables e imperfectas modalidades de gobierno, siempre transitoria y provisional y, nunca, una “ideología” o forma constitutiva permanente del ser político. La Ley está por encima de cualquier sueño o delirio democrático. El voto es inferior y está supeditado a la letra de la Ley. La Republica está muy por encima de la llamada “Democracia”, tan decrépita ella por las muy muchas violaciones que ha sufrido. ¡Hasta irse convirtiendo en la pesadilla de la siesta de un fauno!  La Libertad necesita además Pasión, la de cada uno de nosotros, y compromiso juramentado con nuestra propia Dignidad. Así, los pueblos gregarios, mansos y aterrados por la fuerza indomable de los seres humanos libres de espíritu (es decir, los incorrectos, los deplorables, los rebeldes a todo dogma) tienen muy mala solución. España es buen ejemplo de ello.

Os dejo aquí una breve cita de los comentarios de Alonso de Mendoza:

“Lo primero es recordar que EEUU no es una democracia, sino una república. De hecho, la palabra democracia no aparece ni en su Declaración de Independencia ni en su Constitución, y no porque se les olvidara a los padres fundadores, sino porque, temerosos de experiencias de la antigüedad que habían devenido en tiranías de la mayoría y en anarquías, decidieron excluirla de ambos textos. Así, EEUU no se rige por lo que decida en cada momento la mayoría, sino sólo por las leyes, que efectivamente emanan del pueblo a través de las legislaturas estatales y del Congreso, pero que en ningún momento dicen que el presidente deba ser el candidato que más votos populares gana.

Ésta es la clave de todo: al presidente de EEUU no lo eligen los ciudadanos, lo eligen los Estados. Esto significa que, en caso de empate o duda, la decisión final se toma en el Congreso, en lo que se conoce como una elección de contingencia, recogida en la duodécima enmienda de la Constitución americana. Y aquí es donde a Trump le salen los números, ya que aparte de controlar el Senado, su partido tiene la mayoría de delegados estatales en la Cámara de Representantes. Llegados a una elección de contingencia, estos delegados podrían legalmente reelegir a Trump, tal y como se ha hecho en otras elecciones reñidas en el pasado, incluso con candidatos ganando el voto popular y el colegio electoral, es decir, la misma situación que ahora.

¿Por qué creo que puede tener éxito? Porque de momento ya ha convencido a toda su base de que ha habido un fraude a gran escala, y entre el 70%-80% de los votantes republicanos cree que las elecciones no han sido limpias, según un sondeo de Morning Poll. Ahora Trump ha anunciado que va a iniciar una gira de mítines por el país, que ha empezado con una gran marcha en Washington D.C., y que previsiblemente usará para seguir encendiendo los ánimos. Sin contar con que es más que probable que el Tribunal Supremo de EEUU anule la ley que permite recibir votos hasta tres días después de las elecciones en Pensilvania, lo cual seguramente no cambie el resultado pero refuerce el mensaje de Trump, sentencia en mano, de que todo ha sido injusto y poco limpio.”   ALONSO DE MENDOZA

Esto que ahora vivimos, de importancia similar a Poitiers, Lepanto y Viena, traerá, en cualquier caso, mucho sufrimiento y grandes quebrantos. No sé si venceremos, pero yo desde luego no reconoceré nunca ninguna derrota. Estoy vivo. Y soy Libre.

Top