Numeritos industriales

Numeritos industriales. Axel Seib

¡Aleluya! ¡Ha resucitado! O eso parecen opinar medios y gobierno ante la aparición de coches chinos con el nombre de la extinta y emblemática empresa española. Hablo de Ebro. Fiesta a la que se va a unir la marca de Linares, Santana.

Algunos hablan de que se ha conseguido resucitar esas marcas del orgullo industrial español. Se habla de reindustrialización y mucho blablablá.

Y recientemente, incluso la Unión Europea -ese abominable ente completamente necesario para el exterminio de nuestra industria a favor de los intereses de otros-, ha criticado el modelo de tal «reindustrialización».

Y no es para menos. Y no porque la UE, de repente, quiera lo mejor para nosotros. Jamás ha sido así. Sencillamente, ante la invasión de marcas automotrices chinas mucho más baratas y, lo peor, más fiables que las europeas, se han puesto proteccionistas. Un proteccionismo rancio, hay que decir. Porque los responsables políticos de la ruina de la industria europea frente a la china, ahora quieren proteger aquello que han arruinado. O, más parece, tienen que impedir que los europeos tengan coches asequibles y fiables. No han arruinado la industria automotriz europea para nada. La cuestión era dejarnos sin opciones a los pobres y tener que ir a pata o en transporte público. Pero los chinos se entrometieron y hubo que ponerles pegas. Y hasta las automotrices europeas comienzan a clamar. Porque les parecía bien extinguirse, pero no van a permitir que los chinos ocupen el espacio. Así que aranceles a los chinos y más tiempo para morir a las empresas europeas. Ya lo he dicho, proteccionismo rancio.

Y en esas, aparece España con sus ideas de bombero-torero.

Se consiguió que Nissan abandonase Zona Franca y otras instalaciones a finales de 2021. 3000 españoles a la calle. Janet Sanz, amiga de Ada Colau, contenta. Pero había que buscar alguna excusa y algún plan para «recolocar» a los desempleados. Y en 2025 se comienzan a ensamblar coches chinos con la marca Ebro. ¡Milagro! ¡Una vez más la progresía ha conseguido salvar trabajos y la industria nacional!

Ojalá haber poder decir éstas ultimas palabras sin ser un enorme sarcasmo.

Nissan dejó aproximadamente 3.000 personas en la calle. De finales de 2021 hasta 2025 sin empleo. Y ahora, con esa «españolísima» Ebro hay unos 700. ¡Gran éxito! Años después conseguimos dar empleo a 700(seguramente menos) de más de 3.000.

Sé que algunos dirán que es imposible dar empleo a los 3.000 exempleados de Nissan de golpe. Y puede que tengan razón. Por eso, vamos a las previsiones para 2026. Y dice Chery(la empresa china que mueve los hilos) que se quiere llegar a 1250 trabajadores en 2026. A este paso llegaremos a dar trabajo a los más de 3.000 desempleados de Nissan en 2030. Si, un éxito.

Y para ver el modelo de éxito que tenemos, vamos compararlo con un país al que consideramos bárbaro y poco apto para tener negocios. Rusia.

En Mayo de 2022, Renault vendió al ayuntamiento de Moscú las instalaciones de Renault en dicha ciudad. También con unos 3.000 trabajadores. Renault se marchaba de Rusia por la guerra y vendió las instalaciones por el precio simbólico de un rublo.  ¿Y qué hizo el ayuntamiento de Moscú? Resucitar una marca soviética con ayuda de China. Como nuestro caso con Ebro y Chery. ¿Pero sabéis la diferencia? De Mayo de 2022 a Noviembre de 2022 ya se adaptaron todas las instalaciones y se formó a los trabajadores. Y comenzaron a producir. 6 meses. Lo mismo 6 meses durante una guerra y con sanciones que 3 años con nuestra economía que, según algunos, va como un cohete.

Cuando la marca de Moscú comenzó a producir, algunos medios españoles se hicieron eco y le quitaron importancia. «No hacen más que ensamblar coches chinos con otra marca». Y tenían razón. No hacen más que ensamblar coches chinos con otra marca. Como hace Ebro. Pero en 6 meses y con todos los exempleados trabajando. Pero parece que lo que hace Ebro tarde y despacio, es realmente meritorio de llamarse «industria nacional» y «reindustrialización». Así parecen verlo medios y gobierno.

Y claro que la UE critica este modelo diciendo que no crea valor añadido y son puestos de trabajo de baja calidad. Se lo han puesto en bandeja. El valor añadido es chino y los trabajadores, muchos menos que antes, se dedican a ensamblar kits. Y, lo peor, se trata de una forma de saltarse los aranceles contra los coches chinos. Una vez el coche chino se ensambla en España, del mismo modo que para gobierno y medios palmeros, es un producto de «la industria nacional», adiós aranceles. El gobierno español sonriendo por haber conseguido migajas para nuestra clase trabajadora, la UE cabreada y los chinos felices. Y le intentan llamar «reindustrialización». Es un auténtico numerito lamentable. Paripé industrial, si prefieren.

Pero no será el último. Se tiene que unir, como ya he dicho, Santana. También la van a «resucitar». Con suerte le concederán un contrato para producir automóviles para alguna administración y tendremos, otra vez, la basura de los Aníbal para el ejército español. Pero con los chinos frotándose las manos.

Le pueden llamar resucitar, pero esas marcas no están volviendo a la vida. Se parecen más zombis o títeres. Son fallecidos que aparentan vitalidad y movimiento, pero no están vivos. Los hilos los mueven otros. Y esos otros necesitan de esos cuerpos para entrar en un mercado y poder hacerse con él.

No estamos hablando de una SEAT fundada sobre una asociación tecnológica y con licencias de FIAT. Estamos hablando de coches chinos que nos vienen en cajas al más puro estilo mueble para montar en casa y a los que ponemos el nombre de un muerto que nos suena familiar. Y se tienen los redaños de hablar de reindustrialización. Pocas cosas nos pasan. No me extraña que la UE no esté contenta. Les costó una barbaridad arruinar y saquear nuestra industria nacional. Luego les ha costado arruinar toda la industria automotriz europea. Y, al final, el primer arruinado les hace el feo de facilitar la entrada a competidores chinos aplicando un modelo menos que precario. Nos están llamando traidores y tontos, poco menos.

Aunque tampoco está mal, mejor un coche chino medio decente ensamblado en España que los planes de Von der Leyen. Les está bien empleado. Al fin y al cabo, son los mismos responsables de que empresas como IVECO hayan acabado en manos indias pero han hecho intervenir a Leonardo para comprar su división militar. Todoterrenos tácticos, si, furgonetas para currelas, jamás. La UE quería que luches y mueras en algún frente, pero nada de tener coche.

No es la mejor situación para nosotros ni nuestra industria, pero ver que el salivazo les está volviendo a los burócratas de Bruselas, tiene su punto.

Top