A los centros educativos se les ofrece como materia de enseñanza, en gran medida, una propaganda diseñada desde arriba y que opera en el vacío, y como función social la de proporcionar servicios a medio camino entre la guardería y el parque temático. El resto, con las heroicas excepciones (en profesores y, sobre todo, alumnos), es silencio.
Reflexiones acerca del pin parental
El PIN parental viene a ser una suerte de paliativo al secuestro ideológico del sistema educativo por parte de cierto activismo de «izquierda» (y/o nacionalista). Es necesario ir más allá: desideologizar la enseñanza. Esto no significa, como decía la ex ministra Mercedes Cabrera respecto a la asignatura Educación para la Ciudadanía, abrir la posibilidad de que «quepan todas las ideologías», sino justamente lo contrario: actuar para que no quepa ninguna.