El bulo de Maldito Bulo

El bulo de Maldito Bulo. Rubén Pulido

Todo comenzó pasado el verano de 2020, cuando ante la llegada masiva de embarcaciones procedentes desde Mauritania y Senegal al archipiélago canario –mayoritariamente desde los puertos de Nuadibú, Nouakchott y Tefess–, el fenómeno WhatsApp entra en juego y miles de personas comienzan a recibir a través de algún conocido, las famosas imágenes de puertos mauritanos repletos de cayucos de madera y relacionando el aumento de embarcaciones en estos puertos con la creciente llegada de cayucos al archipiélago.

Las Islas Canarias registraron un aumento exponencial de entradas ilegales pasado el verano del año pasado. Si bien llegaron un total de más de 23.000 inmigrantes por la vía de la ilegalidad durante todo el 2020, no es hasta el mes de septiembre cuando comienza a experimentarse un aluvión de llegadas a las islas. El noveno mes del año comienza con una cifra inicial de 3.933 inmigrantes ilegales contabilizados hasta el 31 de agosto por el Ministerio del Interior y el año acaba con un acumulado total de 23.023 accesos por la vía de la ilegalidad; o lo que es lo mismo, más del 80% de la inmigración ilegal registrada en Canarias el año pasado, llegó entre los meses de septiembre y diciembre.

Estadísticas del Ministerio del Interior – Cierre de datos de 2020 – Aumento de llegadas a Canarias superior al 750% con respecto a 2019

Desde entonces la presión migratoria en el archipiélago canario no ha cesado. A fecha 17 de noviembre de este año, los inmigrantes ilegales llegados a las islas ya se contabilizan en más de 18.000 y el incremento con respecto a datos del año pasado roza en estos momentos el 8%. De seguir la tendencia actual, Canarias terminaría el 2021 recibiendo un total de casi 25.000 inmigrantes ilegales.

Toda la coyuntura expuesta anteriormente impulsa con toda lógica a encontrar respuestas por parte de aquellas personas que están resultando directa o indirectamente damnificadas por la actual situación migratoria, una situación motivada por una deficiente gestión en materia de fronteras y por un cúmulo de desafortunadas decisiones que nos llevan ante el caos migratorio en lugares como las Islas Canarias. Y entre estas respuestas, se encuentra el creciente número de embarcaciones que tiene lugar en los puertos pesqueros que se encuentran en países como Mauritania y Senegal, y su posible relación con la inmigración ilegal.

Resulta por tanto racional y lógico pensar que si una embarcación de mismas características a las que tienen su amarre en el puerto de Nuadibú (Mauritania) aparece en un puerto del sur de Gran Canaria, se produzca una relación entre ese aumento de embarcaciones y la inmigración ilegal. Sin embargo, para las famosas “verificadoras” significaba por aquel entonces “desinformar sin pruebas”. Y esa carencia de pruebas a un lado y a otro es suficiente para que estas “verificadoras” puedan tipificar como bulo a todo lo que gire en torno a este asunto.

De un lado, Maldito Bulo, asegurando que “la Secretaría de Estado de Migraciones afirma que no les consta que desde este puerto salgan pateras con destino a Canarias”. Claro que, cómo les iba a constar; de haberlo reconocido, ¿dónde quedaría la responsabilidad de la Sra. Hana Jalloul?, antes secretaria de Estado de Migraciones y ahora diputada en la Asamblea de Madrid. 

De otro lado, Newtral, tomando fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la Embajada de España en Nouakchott (Mauritania) para llegar a la conclusión de “hay constancia de que han aumentado notablemente las barcas en Mauritania”, pero son “embarcaciones pesqueras artesanales”. Menudo descubrimiento, Ana.

Empezando por la susodicha y su desmentidero, resulta cuando menos curioso observar imágenes tomadas por el satélite MAXAR’s WorldView-2antes y después de que tuviese lugar el aluvión de llegadas a las Islas Canarias y ver cómo desde agosto a octubre, se triplica el número de embarcaciones en el puerto de Nuadibú. Más concretamente, desde el día 30 de agosto al día 2 de octubre del año 2020 y coincidiendo con un aumento de llegadas que nos lleva desde los 3.933 inmigrantes ilegales registrados en Canarias a fecha 31 de agosto, a los más de 11.400 contabilizados al finalizar el mes de octubre. Un incremento de llegadas de un 190% en apenas dos meses. No sé, Ana.

Aumento de embarcaciones en el puerto de Nuadibú (Mauritania) entre agosto y octubre de 2020

Le llega el turno a Maldito Bulo y su: “no les consta que desde este puerto salgan pateras con destino a Canarias”. A ellos no les consta, pero quizás no contaban con que la Fiscalía General del Estado (FGE), justo un año después de la publicación de su “desinformación sin pruebas”, iba a reconocer a través de su última memoria(publicada en septiembre de este año) que “las barcas salen desde Nouadhibou (Mauritania)” y que “utilizan cayucos para la pesca”. Además, la FGE añade: “cada cayuco está diseñado para que los ocupen entre 7 y 10 personas, pero para estos fines los sobrecargan con 40 a 60 inmigrantes”. Quién lo hubiera imaginado…

Extracto de la Memoria de la Fiscalía General del Estado 2021 – Observaciones sobre Mauritania y Senegal relativas a la inmigración ilegal

Por otro lado, es preocupante que ambas “verificadoras” no hayan tenido en ningún momento en cuenta las opiniones del despliegue permanente de la Guardia Civil que desde el año 2006 se encuentra operando en la zona de Nuadibú. Quizás les resulta osado acudir al instituto armado que trata con escasos medios de contener las salidas de inmigrantes ilegales desde origen. O quizás, no han encontrado la respuesta que buscaban. El que os escribe se molestó por aquel otoño del 2020 de saber cosas como que “todo lo que está llegando ahora de cayucos a Canarias son mauritanos”. Y también se preocupó en conocer el modus operandi a través del cual trataban de eludir el control de los guardia civiles desplegados en la zona “fondeando un cayuco, lejos de la costa, incluso a 100 millas” para después ir transportando inmigrantes hasta él y una vez lleno partir rumbo a España.

Concluyendo, ahora lo tienen todo; un rastreo satelital, un análisis de datos a partir de estadísticas del Ministerio del Interior, las capitulaciones de la Fiscalía General del Estado y la versión de quienes cada día, a miles de kilómetros de sus hogares, tratan de contener una hemorragia en la que la herida ha sido provocada por los mismos que les envían las vendas. Y hablando de vendas, espero que algunas caigan, tan solo queda una rectificación, Ana.

Top