Según una reciente encuesta, salvo unos poquitos que opinan lo contrario, se concluye que la situación del arte y por ende de los artistas es muy mala.
En este artículo sin pelos en la lengua voy a intentar plasmar algunas de las realidades que confluyen en que la situación del arte sea mala. Y digo algunas porque exponerlas todas resultaría demasiado prolijo.
El Arte español lleva metido en un bucle hace muchísimo tiempo. Sin lugar a dudas, demasiado tiempo. Pero lo malo del caso no es el tiempo que lleve, sino que este bucle jamás se va a abrir y se van a cambiar las cosas.
¿Quiénes son los que han contribuido a esta situación? Pues sin duda alguna, sus señorías los artistas.
Los “artistas” van contribuyendo día a día a que esta pésima situación se vaya agrandando.
¿Nos podemos preguntar el por qué? Pues eso es lo que deberían haber hecho desde hace muchísimo tiempo, el porqué de lo que está sucediendo y las razones por las cuales este gran agujero negro se va agrandando sin parar.
He dicho anteriormente que los culpables de la lamentable y penosa situación que afecta al arte español son los propios artistas.
¿Por qué?. Aquí están unas pocas de las múltiples razones:
– Los artistas se denominan ellos mismos así, por el simple hecho de haber transformado un lienzo en blanco en algo distinto. Casi todos se consideran ellos mismos los mejores y sin igual. Algunos incluso miran a los de al lado por encima del hombro.
– Dentro de este mundo de los artistas abunda el egocentrismo, el egoísmo, el individualismo, la envidia, etc., etc….
– Se dejan seducir por aquellos mercaderes del arte, que cada día abundan más, y que al parecer tocan sin sonido alguno, una flauta mágica que les atrae a cientos.
– La gran mayoría o tienen las manos metidas en los bolsillos o padecen del mal denominado manos colgantes. Ellos nunca hacen nada por cambiar las cosas, y siempre echan la culpa al prójimo de lo mal que les van las cosas.
– Como jamás han tenido ideas o iniciativas para cambiar las penurias por las que pasan, pues a unos se les ha ocurrido ponerse a dar clases, con lo que aumenta la oferta en el mercado sin darse cuenta que además están restando posibles compradores. A otros les da por montar una galería, eso sí en cualquier lugar, sin cartera de clientes y superviviendo gracias a los propios artistas. Y luego hay un tercer grupo que tienen galería, dan clases y hasta pintan. Con lo cual no atienden como debieran a nada.
Quiero tocar ahora un tema que a casi nadie se le ha pasado por la mente.
LA CREATIVIDAD.
Todos esos que van a clase con la esperanza de convertirse algún día en grandes maestros de la pintura, resulta que sus profesores les vienen a enseñar a copiar, pero la creatividad ni se la insinúan. Y no lo hacen porque ellos mismos, ni la conocen ni se han parado a pensar lo más mínimo en ella.
Si te paras unas horas a mirar obras de artistas de los que exponen sus maravillosas obras en las redes sociales, te das cuenta que no hay ningún tipo de vanguardismo, que no hay modernismo, que no hay evolución en la pintura, y sobre todo donde más resalta es en el realismo.
Solo contemplas obras ancladas en temáticas más vistas que el Tebeo y más propias de siglos pasados.
Ni hay creatividad en la temática ni tampoco es los medios a utilizar para realizar este tipo de estilo. Por eso el realismo siempre será criticado.
Pero es que en los propios artistas tampoco hay visión de futuro.
¿Cuántos artistas invierten en ellos mismos? ¿Cuántos artistas son conscientes de que el siglo XXI no ha entrado en ellos?.
Los “artistas” van contribuyendo día a día a que esta pésima situación se vaya agrandando
Miren Vds. me he puesto a buscar en GOOGLE Pintores realistas españoles y después de hora y media de búsqueda, tan solo he encontrado cuatro. Es decir cuatro que mal que bien, tenían una página web.
Sus señorías los artistas todavía no son conscientes de que si no estás en internet no existes. ¿Cómo te van a encontrar los posibles compradores? ¿Buscándote en Facebook?, pues gran error. Porque además en las redes sociales no aparece apenas nada de las obras de sus señorías. Algunos se dedican a poner las fotos de los nietos, o de una gran comilona o lo bien que se lo están pasando en la playa.
Las asociaciones se crean y mueren por si solas, porque no hay quien trabaje, no hay quien aporte ideas nuevas, no hay quien entienda que estamos en el siglo XXI.
Los artistas se quejan amargamente que las instituciones y los políticos no les amparan y no les apoyan como se merecen.
Pero hay que decirles bien alto a los artistas, que ellos no hacen absolutamente nada porque eso cambie.
¿Quién se ha planteado un plante a las galerías buitre?.
¿Quién se ha planteado movilizaciones pacíficas delante del Ministerio de Cultura o de las sedes de los partidos políticos?.
¿Cuántos firmaron el manifiesto para que el Ministro de Cultura tuviera en cuenta a los artistas?.
¿Cuántos apoyan las iniciativas privadas para conseguir que la situación cambie?.
¿Cuántos se han planteado pedir ayudas a las empresas de bellas artes a las que los artistas están generando pingues beneficios?.
¿Cuántos han hecho algo por intentar acercar el arte a los más pequeños? Que puedan entender que el arte es algo maravilloso y en lo que hay que invertir. Que no solo mola un móvil de 1.000 euros, sino que una pintura puede molar más.
Quien intenta cambiar las cosas, no solo no cuenta con ningún apoyo, sino que todos los esfuerzos van encaminados a ponerte palos en las ruedas y grandes piedras en el camino.
Señores artistas sigan Vds. clamando al cielo y exponiendo sus quejas en corrillos y jamás saldrán de este gran bucle que Vds. mismos han creado.
De ahí el dicho, cada uno tiene lo que se merece. Y sus señorías los artistas se tienen bien merecido lo que les pasa y lo que les seguirá pasando.
Con esto que he expuesto y aunque me he quedado corto, ojalá provocase un gran incendio y deje reducido a cenizas este miserable bosque del arte español. Y que de esas cenizas resurjan con fuerza unos brotes verdes que crezcan fértiles y que beneficien a todos los que realmente se lo merecen. Que ese incendio acabe con tantos buitres carroñeros que se están comiendo hasta el alma de los crédulos e ingenuos artistas.
Dada la apatía de los artistas en defender sus derechos, nuestros gobernantes están muy cómodos y despreocupados.
El amiguismo es el que sigue funcionando dentro del poder establecido, sea cual sea la corriente política gobernante en cada momento, ni derechas ni izquierdas han hecho sus deberes en pos de la promoción del arte en España. Como digo tan solo los amigos son los privilegiados y a los que se dedican ingentes cantidades de recursos públicos.
Hemos asistido a que gobiernos municipales destinen subvenciones a personas jurídicas en las que en un buen número de casos estaban encubiertas por los familiares de los gobernantes como titulares de las mismas.
El sector no lucrativo y caracterizado como voluntarismo organizado, tampoco cuenta con el interés y el apoyo institucional. La burocracia la mayoría de las veces hace infranqueables puertas cerradas a cal y canto y que sin embargo deberían estar abiertas de par en par en pos de fomentar y promocionar el arte y a los artistas.
También tenemos que contar con que las pocas ayudas que surgen se convierten en despilfarro, al destinarse a lo que ya he comentado anteriormente, es decir, al amiguismo.
Por su parte están los despilfarros millonarios en obras faraónicas inacabadas o inútiles. Todo ello por las pingues comisiones que se llevaban determinados partidos políticos o sus dirigentes. Los museos salieron a la luz como las setas. Pero su pésima gestión los ha convertido en auténticos muertos vivientes, dado que no tienen público que entre en sus instalaciones.
Instituciones públicas que han adquirido obras a precios desorbitados de autores recomendados por los poderes establecidos. Obras devaluadas en la actualidad.
Han sido principalmente las Instituciones públicas las que han inflado la burbuja del arte.
Un ejemplo de lo anterior fueron las compras que el Sr. Alvarez Cascos en nombre del Ministerio de Fomento realizó a la Galería Malborough, dirigida por su entonces pareja sentimental, María Porto.
El Ministerio de Fomento adquirió en el segundo semestre del 2002 a la citada galería Marlborough, nueve cuadros del pintor asturiano Pelayo Ortega por un valor de 240.000 euros (40 millones de pesetas). Los cuadros fueron colgados en una sala de reuniones de la tercera planta del departamento que dirigía Francisco Alvarez-Cascos.
Cuando vende una obra, como es habitual en el mercado del arte, la galería se queda con una cantidad que oscila entre el 40% y el 50% del importe. Por tanto, la compra realizada por Fomento proporcionó a Marlborough unos ingresos superiores a 100.000 euros (16,6 millones de pesetas).
Hay muchos casos similares, donde están las compras de obras de arte para decorar nuestras embajadas. Obras pagadas a precios desorbitados. Y de los que encontramos artículos periodísticos de denuncia a lo largo de los tiempos. Y para muestra el siguiente:
El arte se ha venido sustentando a través de iniciativas privadas. Un ejemplo eran las Cajas de Ahorros con los recursos que destinaban a la Obra Social y Cultural y que han sido reconvertidas en Fundaciones bancarias. Las Fundaciones y empresas privadas que con la crisis económica han dejado su labor de mecenazgo.
Se ha acusado al actual gobierno de regar a los artistas con una lluvia de millones en plena crisis del coronavirus.
Pues bien, este es el dinero destinado:
Subvenciones
Asimismo, reparte ayudas especiales para las artes escénicas la música por valor de 23,7 millones, otros 13,3 millones a salas de cine, unos 4 millones para librerías y por último 1 millón al arte. Además, la norma concede apoyos de hasta 50.000 euros a los contratos artísticos firmados por las administraciones públicas cuya celebración se haya aplazado o cancelado, mientras que las actividades subvencionadas que no se hayan celebrado podrán cobrar los gastos que hayan tenido que asumir por la crisis del coronavirus.
Las prometidas ayudas del Gobierno a la cultura se convierten en un sistema de créditos blandos. Así el Estado destinará 20 millones en un fondo de garantías que avale 800 millones en préstamos para las empresas y los profesionales. Pero cabría preguntarse ¿y si no hay ventas de arte, quien va a conceder esos créditos a los artistas y como éstos van a poder hacer frente a su devolución?. Está claro que estas “ayudas” están destinadas al sector audio visual, donde sus empresas si tienen relaciones bancarias.
El PP reprocha el desequilibrio de las ayudas: «El cine está bien dotado y otros sectores tienen ayudas claramente insuficientes». Pero este comentario viene cargado de hipocresía, por cuanto este partido político en sus muchos años en el gobierno, ni tan siquiera ha dotado de estos mínimos al sector cultural.
Y yo reprocho a todos los partidos políticos su total abandono hacia el arte y los artistas.
En sus debates electorales jamás de los jamases han entrado ni entrarán los artistas y el arte de nuestro país.
Resumiendo, lo expuesto es la crónica de una muerte anunciada, agravada aún mas por la situación mundial de la pandemia del coronavirus.
¿Llegará el día en que nuestro país cuente con un/a Ministro/a de Cultura que se preocupe por los artistas españoles? Me van a permitir que les diga que lo dudo muchísimo.