La llegada de Artur Más y su “govern dels millors” al gobierno de la Generalitat de Cataluña coincidió con los inicios de la crisis económica. El gobierno de la Generalitat inició los recortes en Educación y en Sanidad pública antes de que lo hiciera el de España. En Educación Secundaria se pasó de 18 a 20 horas lectivas, se aumentó la ratio profesor/alumnos (más alumnos por clase) y se quitaron pagas extras. Esto último fue un auténtico expolio, pues los profesores de secundaria son funcionarios del Estado, con lo cual su sueldo base y trienios los paga el Ministerio, y la Conselleria paga únicamente los complementos. Al apropiarse de toda la paga extra de los funcionarios docentes el gobierno de Más se apropió de un dinero que no le correspondía.
Los recortes de Más, a los que siguieron los de Rajoy, provocó la aparición en Cataluña de un amplio movimiento de protesta social, especialmente activo en la Educación pública. También se produjeron movimientos en la sanidad pública. Fue un movimiento totalmente transversal, donde no se le preguntaba a nadie si era de “izquierdas o de derechas” o si era “españolista o nacionalista”. Los sectores más radicales de este movimiento, el llamado 15-M, protagonizaron un intento de asalto al Parlament precisamente el día que se aprobaban lo presupuestos restrictivos de Más.
La presión de este movimiento, juntamente con la necesidad de tapar las corruptelas del 3% o, al menos, desviar la atención, son a mi entender los elementos que desencadenan el origen del “pruces”, y la transformación de los nacionalistas más o menos moderados, en separatistas fanáticos.
Durante estos años de “prucesisme” los movimientos sociales en Cataluña han enmudecido completamente, pero los recortes de Más NO SE HAN REVERTIDO, SINO QUE SIGUEN AHÍ. La supuesta izquierda, desde ERC hasta la CUP y los CDR se ha olvidado completamente de la agenda social y han hecho el trabajo sucio a la burguesía del 3%.
La cháchara social de Torra, Puigdemont y sus cómplices no es más que eso: cháchara para enredar a los ingenuos.
Estos días estamos asistiendo a un fenómeno nuevo: la rebelión de profesores de la pública, médicos e incluso bomberos (hasta hace cuatro días fuerza de choque del separatismo) cansados de recortes y de miseria. Los recursos no son ilimitados: todo el dinero que se gasta en subvencionar al Omnium, a la ANC, a los medios de comunicación de la cuerda, en viajes a Waterloo y en sueldos millonarios es dinero que no va a revertir los recortes.
Mucha gente empieza a darse cuenta de que le han tomado el pelo. Lo de tapar con la estelada las miserias y la corrupción se está acabando.