.- ¿Oiga cree usted que soy de los míos?
.- No lo sé, porque si se pregunta, lo mismo es de los otros.
.- ¡Pues yo siempre me había sentido muy cariñoso con mi casa!
.- ¡Suele ocurrir que los melindres sean más traidores! ¡A las babas candentes, escupitajos en las frentes!
.- La verdad es que a los otros no me los veo todavía. ¡Hasta que él que arremete retire la almohada de debajo de mi cara, tengo todos los ojos obturados!
.- ¡Siga, siga entonces, de bando a bando, ya no sabe ni por dónde se enrobina! Hasta la siguiente Estación dolorosa del Primer Misterio, él de siempre.
Por allí allí nos andamos. De las pruebas de paternidad al padre de los hijos de Zebedeo, a la cromatografía cuántica para descifrar el color del caballo blanco de Santiago. Todo son Autoridades y Certezas, Poder y Ciencia, Mentira y Mentira. No es la Posverdad como dicen los muy jetas, es la estafa sencilla: el trile, el toco-mocho y la estampita. O la estafa maestra: la pirámide. Caperucita sin cestita, sin lobo y sin abuela, sin leñador ni entrepierna, sólo Roja.
Aunque es cierto que se ponen muchos nombres, a cual más estúpido y trasnochado. Izquierdas y Derechas, Monárquicos y Republicanos, Fachas y Progresistas, Demócratas y Ultras, Liberales y Socialdemócratas, cuando no se ponen obscenos y sueltan eso: “soy del Centro”. ¡Y yo de Barrio gilipollas! Todo un enorme engañabobos que carece de significado: nada de eso es una “ideología”, ni una forma de “interpretar el mundo”, ni una forma de “ser”, ni siquiera un “talante”. Procesión de capullos jugando a la “gallinita ciega”, pero al revés: todos se ponen la cintita en los ojos y la gallinita les pica la cresta. Es una burla al sentido común y una cortina de humo para ocultar el escenario de guerra en el que nos movemos hoy.
Para empezar cabe decir que, como siempre ha sido a lo largo de la Historia de la Humanidad, el 85% o 95%, o todavía más, de los individuos no cuentan (ni contamos tampoco los pensantes ajenos al poder) absolutamente para nada: son las víctimas, los ignorantes más o menos gritones que siempre añoran la vara verde que los exime de pensar, carne de cañón y sudarios con los que los vencedores atormentarán a los vencidos. El grueso de la Humanidad es un rebaño que se felicitará de lo confortable y bien vigilado que es el corral donde lo confine el bando ganador. Quiero decir que la inmensa mayoría de la Humanidad que sobreviva a esta Guerra estará encantada con lo que le caiga en suerte (gulag comunista, jardín de infancia y bienestar, disciplina china, obediencia islámica o seres asexuados y bi- o más-genéricos (hay más de 32 combinaciones posibles), hamburguer-eater y kebab-eater, pizza-eater, cuando no shit-eater directamente y todos indigentes expropiados a la espera de la limosna del Estado, ¡lo que caiga!
Estamos en una Guerra Revolucionaria, en el sentido más brutal y dramático del término. Como saben muy bien quienes se han parado un momento a conocer las cosas, las Revoluciones no son cosa del Pueblo, ni tienen nada que ver con Él. Son brutales y muy radicales ajustes de cuentas entre distintas facciones de las Élites. El Pueblo es un mero pretexto y un instrumento si llega el caso, que no siempre. Las Guerras, sus hermanas siamesas, van de Poder y no guardan relación alguna con la Justicia, los Ideales ni las supuestas bondades de ninguno de los contendientes. Hitler no era peor que Stalin. Mao era peor que ambos juntos. Inglaterra luchaba por su Imperio esclavista y USA por su Imperio económico. Nunca se encontró ahí ningún hombre bueno. Millones de inocentes estúpidos a morir y aguántate encima que fue por nuestro bien. ¡Criminales!
Ahora se plantea un reto similar pero todavía más ambicioso. El bando de los canallas Globalistas busca aniquilar la especie humana y sustituirla por un conjunto de simios bonobos completamente estupidizados. China quiere destruir al Occidente que tanto odia por muy comprensibles razones guardadas en la memoria histórica (su comunismo es una formidable arma de poder sin ninguna connotación ideológica, gato negro, gato blanco). No sabemos siquiera si de verdad están enfrentados o son cómplices. Desde luego coinciden en aberraciones de la mayor infamia: el Foro de Davos, oráculo de globalistas, organizó un par de meses antes de la llamada “pandemia”, unos “ejercicios espirituales” para fieles destacados que debían reflexionar sobre ser víctimas de una infección masiva por Coronavirus y proponer jaculatorias. Menos Pedro Sánchez, por lo visto la mayor parte de los asistentes y on-lines aprobaron el cursillo. Todos esos feroces dirigentes, enemigos o no, más o menos juntos, se han gastado y se gastan un disparatado “pastiflú” (China, USA, Francia, etc.) en montar varios y diversos Astilleros de Virus Novedosospara altruista beneficio de la humanidad (Wuhan y varios otros Laboratorios conocidos en diferentes localizaciones, de vocación monástica y budista, que nunca por supuesto se usaran para joder al personal, como lo mismo ocurre con las armas químicas, nucleares, etc. etc.). ¡Un Capítulo más del célebre libro “La dura lucha por el Bien Común” (ahora con el Anexo Especial: ¡Desespera, que si te queda algo te lo quitaremos también para que el Cambio Climático sólo te afecte a ti, imbécil!) que siempre se vuelve a editar poco antes de la siguiente Guerra! Es lo que se puede llamar un escenario propicio. ¡Acojona, acojona, y el cielo será tuyo!
Pero algo ha salido mal. O demasiado bien. Una de las criaturas estabuladas en estos laboratorios, natural o engendromática, murciélago-ahijada o in-vitro fecundada para vientre de alquiler con madre SIDA (como afirma el Nobel Montagnier tras copular a menudo con el VIH), de forma accidental o deliberada, se escapó y sembró el terror mundial (¿sorpresa o cálculo medido?). Ayudada eso sí, por la mayor y más descomunal maquinaria propagandística jamás conocida. Las muertes que sean (siempre son demasiadas) y el Terror. Terror del de verdad. El de la Ruina mutualizada y la vuelta a la Esclavitud vigilada. Todos con la “macarrilla”, como ya nos recomendó el Ayatollah Jomeini. ¡Cualquier Libertadha pasado de golpe a ser Enemiga del Pueblo!
Pero las cifras no cuadran y los rebaños empiezan a entrar en el pánico de no poder pastar. China contra USA. Una parte de USA(los “soberanistas”) contra China y otra parte (los “globalistas”) a favor. China y USA juntas contra el resto del mundo. Toda USA contra China. No lo sé. Todavía no puedo despejar esa incógnita. Pero si estoy seguro de que esto se ha ido de control. Todos los demás, atónitos y campanudos pese al ridículo, asistimos aterrados con las manitas cruzadas delante en gesto de protegernos las noblezas.
La Guerra Económica está en pleno auge, aunque todavía en sus fases iniciales. Sus consecuencias son y serán devastadoras para todos. Pero lo aterrador es que su resultado importa muy poco. Ni China, ni USA, se van a permitir a sí mismos perder esa contienda. Porque desaparecerían. Por tanto la derrota es inverosímil, no tiene cabida en ninguno de ambos dos.
Queda el Compromiso. Yo también lo veo imposible (ojalá yerre y me equivoque completamente). El Rubicón ya se ha cruzado. Sólo queda vencer o desaparecer con honor (y toda la rabia del mundo). Y para eso están las armas nucleares.