Selección y redacción de los libros de texto escolares según Roger Scruton

Selección y redacción de los libros de texto escolares según Roger Scruton. javier Santos Marroquín

Criterios nacionales para la selección y redacción de los libros de texto escolares en España según la idea de Estética y Conservadurismo Cultural de Roger Scruton.

 

Los libros de texto escolares, la estética y el conservadurismo cultural de Scruton.

Lejos de la mera enseñanza, del mercado editorial y del quehacer de quienes dirigen las directrices educativas del alumnado español hay unos intereses que nos gusten o no, siempre son filosóficos. En cada texto escolar hay una idea de estética que se persigue en el primer momento en el que se publican los criterios para la selección y la redacción de los libros de texto escolares. No obstante, a raíz de la maraña burocrática y diferenciadora que las regiones de España han ido presentando desde que asumieron las competencias educativas, es evidente la gran dificultad que nos supondría esbozar una única idea de estética de los libros escolares españoles y más aún, encontrar entre todos los modelos de criterios un modelo realizado desde el conservadurismo. Un conservadurismo, por ejemplo, como el expuesto y defendido por Roger Scruton.

El concepto o no de idoneidad en los libros de texto escolares ha sido –y aún es– objeto de dispares interpretaciones en España. En otras palabras, podemos decir que según la normativa vigente, un libro de texto escolar puede ser idóneo en Murcia pero no en Cataluña, o idóneo en Madrid, pero no en Andalucía. Según Beas Miranda (1999) el control sobre los libros de texto “ejerce, en la práctica, una serie de repercusiones sobre los administrados (profesorado y alumnado) y sobre los autores y editores”[1] y de manera indudable –nos atrevemos a decir– hace que cada alumno acabe con una idea de estética distinta acerca de lo plasmado en los libros de texto escolares.

Con ello, si bien se está profundizado cada vez más en la necesidad de alcanzar un pacto nacional por la educación en España, hasta el momento no se ha planteado que los criterios de los libros de texto escolares deban ser uniformes y –lejos de continuar con los patrones estancados de las normativas actuales y que posteriormente analizaremos– que respondan a la idea de presentar una estética conservadora por primera vez en toda la historia de nuestra democracia. Ahora bien, ¿por qué relacionamos la estética con cierto juicio moral? Porque son dos elementos inseparables. La estética que presentamos traduce un juicio moral de manera consubstancial. Así, el británico Roger Scruton afirma: “incluso en el ámbito del arte abstracto, no es posible separar claramente el juicio moral del estético[2]”.

La decisión de que unos criterios deban pivotar sobre la estética de Roger Scruton se puede fundamentar en sus ensayos Art and Imagination: A Study in the Philosophy of Mind (1974), The Aesthetic Understanding: Essays in the Philosophy of Art and Culture (1983), Beauty (2009), y su documental Why beauty matters (2009). La razón principal radica en su visión de la belleza. Para Scruton, la belleza no responde a un capricho subjetivo[3] –como en muchos casos se adecúan los criterios de los libros de texto escolares según el gobierno de turno–, sino a una necesidad universal de los seres humanos. La belleza en los libros de texto escolares se expondría de manera intrínseca desde la exposición de los argumentos y contenidos educativos (historia, ciencia, literatura…) hasta la selección de las imágenes y los valores que se infunden en sus páginas, y siempre lejos de ser una herramienta política adoctrinadora. Una serie de elementos que ya son contemplados tanto en los criterios en cuestión como en los análisis de estética de Roger Scruton.

La estética, según el británico, no es sin embargo una cuestión estricta y cerrada como si se tratase de una rígida caja. Tal es así que el análisis de qué puede o no concebirse dentro de una estética puede variar según el análisis o las referencias que tengamos a la hora de comparar. De hecho, Scruton (1974) reconoce que no existe “un concepto ordinario de lo estético”. No obstante, él mismo se pregunta lo siguiente: “¿Cómo identificamos las propiedades estéticas?”[4] A lo que responde: “tenemos la idea de ciertas propiedades de una cuestión[5]. Propiedades que pueden ser discernidas por cualquier persona con ojos, oídos e inteligencia, mientras que otras sólo pueden discernirse con la ayuda adicional del gusto, la percepción o el juicio[6]. Así pues, subrayamos en este texto la intención de constatar y discernir qué propiedades no definen a unos criterios para la selección y redacción de los libros de texto escolares desde la perspectiva de Scruton y su idea de conservadurismo cultural.

Y en efecto, alegamos además una idea de fuerza mayor a la tarea de circunscribir unos criterios nacionales para los libros de texto escolares en España desde la perspectiva de Scruton. Una idea de fuerza mayor que se basa en la concepción del conservadurismo cultural según el británico:

El conservadurismo cultural, bajo todos sus aspectos, es un intento de elevar al conservadurismo desde el campo de batalla político hasta el pacífico escenario de la vida académica y literaria, y mira con aprensión a la cultura popular, a la política democrática y a las nuevas doctrinas “progresistas” de redención de la humanidad. Se ha retirado de la modernidad hacia los pastos tranquilos de la mente, donde la educación, el conocimiento y la alta cultura aventajan insuperablemente a la opinión mayoritaria y a la ignorancia politizada. En las aulas, al menos, la victoria parece posible, siempre y cuando allí se respeten las ideas.

Es decir, de aplicar unos únicos criterios para los libros de texto escolares en España según la idea de Estética de Roger Scruton y con la finalidad de su conservadurismo cultural fijaríamos indudablemente las cornisas de una nueva ventana de Overton en la que la belleza, el rigor de la verdad y el conservadurismo estuviesen intrínsecos en el aprendizaje del alumnado español.

La práctica de unos criterios ‘anti Scruton’.

con el desarrollo normativo de los últimos dieciocho años, De Puelles (2007) ya dejaba constancia de la complejidad que supone el libro de texto escolar y la sensación de desbordamiento de la legislación reguladora. Un aspecto que venía –y viene– acompañado de otros que lo dificultaban más aún:

Los cambios de orientación dentro de un mismo período, a veces bruscos, a veces contradictorios; machacona reiteración de mandatos restrictivos, prohibitivos o sancionadores; continua aprobación o repulsa de los mismos libros escolares [o incluso] la proliferación de listas de manuales escolares aprobados que, por su propio volumen, hacía improbable su efectivo control.[7]

gulatorio –muy probablemente ensanchado en la actualidad debido al afán de crecimiento de las Administraciones educativas– afectó en 2022 a la edición de 10.185 títulos nuevos publicados de libros de texto en papel[8], además del incremento de la edición digital que los sistemas educativos españoles están experimentando hoy. En poco más de una década, se ha pasado de 107 títulos digitales a 28.252[9].

De este modo, y entrando en el análisis de los distintos criterios para la selección y redacción de los libros de texto escolares[10] en España, observamos que a nivel nacional, el Real Decreto 1744/1998, de 31 de julio[11], presenta en el apartado uno del artículo 4 una ya marcada generalización de lo que deben seguir los libros escolares de España. A saber, un reflejo transversal de la igualdad de derechos entre sexos, un rechazo de todo tipo de discriminación, el respeto a todas las culturas o la “atención a los valores éticos y morales de los alumnos”, entre otros elementos. Se trata de manera evidente de unos conceptos amplios –muy “obvios” también– que no se traducen en la práctica de cada uno de los criterios elaborados por las regiones en unas directrices que salvaguarden la belleza, el rigor técnico-académico que debe aportar la educación y ni mucho menos, la presentación de unos pilares éticos y educativos como lo defendería el conservadurismo cultural.

Así, aunque derogados ya, son  muy llamativos y contradictorios con lo analizado en este trabajo los criterios andaluces existentes en el 2018 durante la etapa socialista. Las Instrucciones de 14 de junio de 2018[12] apelaban directamente a que el lenguaje debe ser “inclusivo” y evitar “la utilización del masculino genérico para incluir al hombre y a la mujer”. Un aspecto que pudo bien corregirse si, en cambio, la Administración en cuestión hubiese hecho referencia a que el lenguaje en los libros de texto escolares debiera cumplir en todo momento con las normas y directrices de la Real Academia Española (RAE)[13]. Para Scruton, lo vital no es el estatus del texto, “sino la naturaleza del interés estético que tenemos en él”[14]. Para el británico

El lenguaje se utiliza para referirse al mundo y pretende decir lo que es verdad. Toda la naturaleza del lenguaje, hasta los rasgos más intrincados de su organización estructural, está determinada por este interés por la verdad…». Si existe una interpretación objetiva de lo que dicen los hombres, es porque decir es referirse, y porque referirse es un preludio de la verdad.[15]

Decir la verdad siempre será imposible mientras esté la ideología de género presente. Estos criterios en cuestión –y otros vigentes– no se desarrollaban hacia una búsqueda de la belleza de nuestro lenguaje, historia, patrimonio, símbolos, o de nuestra propia literatura. Antes bien –y mediante ese “capricho subjetivo”–, estos criterios tienen su combativa ideología muy clara al requerir explícitamente la “incorporación de la perspectiva de género a los análisis de los contenidos tradicionales”. ¿Y con qué fin requiere el socialismo este criterio específico? Para su batalla cultural. El criterio continúa alegando que es para promover “nuevas líneas de pensamiento y actuación que contribuyan a un futuro igualitario y sin violencia”. Y aunque maquillado aquí, el peligro de la ideología de género y el mito que difunde es una cuestión cada vez más denunciada por numerosos estudios[16], por parte de Instituciones como la propia Iglesia Católica[17] y que el propio Scruton ha denunciado como toda una amenaza para nuestra civilización occidental[18].

En la actualidad, y aunque con un cambio de gobierno (ahora por el Partido Popular), los criterios vigentes para la selección y redacción de los libros de texto escolares en Andalucía[19] siguen presentando el mismo problema con el lenguaje. Si bien ahora no se alude directamente a la ideología de género, se exige la utilización de “un lenguaje equitativo, usando términos genéricos que mantengan la neutralidad, evitando los desdoblamientos abusivos”. Podríamos estar así, ante una “estética neutra”, sin intenciones de garantizar que la verdad sea contada mediante el lenguaje, sino con la intención de no descontentar a los anteriores criterios y no proponer unos nuevos a la fine. Se trata de un ofrecer un campo neutro e incluso con cuestiones subjetivas[20]. Por ello, ante el sintagma impreciso “lenguaje equitativo”, podría haberse requerido también por ejemplo la necesidad de emplear un “lenguaje justo”, un “lenguaje mesurado” o un “lenguaje moderado”. En definitiva, en cualquiera de los casos se haría referencia así a una terminología inexacta para poder hablar de la verdad tal y como es, sin complejos.

De igual modo, unos criterios ‘anti Scruton’ también podrían ser los vigentes en Castilla-La Mancha[21]. En ellos podemos identificar un elemento que Scruton ha denunciado con especial interés: la intromisión del Estado en la cultura. En el apartado d del artículo 5 encontramos la presencia y el papel de un órgano político –también ideológico– encargado de “valorar los materiales” que está presente directa o indirectamente en la selección de los contenidos educativos de diversas regiones de España. Se trata del Instituto de la Mujer. En España, antes que la redacción esté supervisada por la propia RAE, que lo referido a las imágenes esté encargado a sociólogos, antropólogos o educadores, o que lo referido a las “nuevas líneas de pensamiento”–valores contemplados en los criterios de los libros de texto estén lejos de cualquier amenaza política de turno–, se implementa la omnipresencia de esta entidad polític.

Para Scruton, la intromisión estatal supone una imposición que acaba con cualquier tipo de diversidad y de creatividad cultural. Que el Estado irrumpa y controle la cultura es un claro reflejo de prioridades burocráticas[22] y ante todo, un reflejo de querer moldear la cultura según la ideología en cuestión del gobierno[23]. Hoy los gobiernos tienen una obsesión descontrolada por estar presentes en cada aspecto regulable, también en cada aspecto que regula los criterios de los libros de texto escolares. Sin embargo, si entramos en el debate sobre si los criterios en cuestión obedecen más a una cuestión educativa y no a una cultural, alegamos que se trata de dos cuestiones intrínsecas que se desarrollan durante la etapa educativa de manera directa o indirecta de manera conjunta ya que nadie podría separar la cultura de la educación y la educación de la cultura.

Por otro lado, hay dos regiones que presentan unos criterios para la selección y redacción de los libros de texto escolares que recogen un elemento combatido por Scruton por activa y por pasiva. Se trata de los criterios contemplados en el País Vasco y en Cataluña y sus respectivas políticas lingüísticas. En primer lugar, en cuanto a los criterios del País Vasco[24], observamos que en el número 2 del artículo 10 sobre “los diferentes análisis de idoneidad de los materiales escolares”, los libros de texto escolares –con carácter general, los materiales producidos o editados en euskera– deben tener un “análisis de idoneidad idiomática” tanto oral como escrita que –a diferencia de aquellos criterios que no salvaguardan y protegen la lengua española– toman como referencia las normas y recomendaciones dictadas no por la RAE, sino por la Real Academia de la Lengua Vasca. Y por otro lado, en cuanto a los criterios catalanes[25], observamos que, si bien no hacen alusión a las políticas lingüísticas en el artículo 22 sobre los “recursos y materiales didácticos”, la educación catalana cuenta como “objetivo general”[26], la utilización de “la lengua catalana en todos los contextos relacionados con los aprendizajes tanto formales como informales”. Un aspecto que refuerza esa ya existente inmersión lingüística “prácticamente obligatoria para los hispanohablantes”[27].

Los marcos lingüísticos en los libros de texto escolares profundizan más en la idea de un separatismo que está amenazando la unidad de la nación española, y las consecuencias son muy graves para nuestro futuro. Esta clase de criterios y medidas no hacen sino alentar un nacionalismo que no tiene cabida en una educación con rigor, en una búsqueda de la belleza y desde luego, en al ámbito del cualquier tipo de conservadurismo cultural tal y como lo entendió Roger Scruton. Para el británico,

El nacionalismo como ideología es peligroso en tanto en cuanto las ideologías son peligrosas. Ocupa el espacio que ha dejado vacío la religión, y al hacerlo impele al verdadero creyente a adorar la idea nacional y a buscar en ella lo que no puede proporcionar: el propósito último de la existencia, el modo de redimirse y el consuelo a todas nuestras desdichas[28].

Con todo ello, el despliegue de los criterios para la selección y redacción de los libros de texto escolares en España se muestra tan dispar como inconexo y tan incoherente como contrario a la estética de Roger Scruton y a la idea del conservadurismo cultural. Estamos ante unas normas que marcan y condicionan tanto el juicio moral como el juicio estético de nuestros jóvenes. Una herramienta que, si bien parece insignificante, es el ojal por el que atraviesa el futuro enfoque de todo el alumnado español.

Lo que merece ser conservado

Podemos constatar de manera sencilla que lo vigente no sirve y está muy lejos de presentar una estética que camine hacia un conservadurismo cultural. Antes bien, los criterios para la selección y redacción de los libros de texto escolares actuales se han ido desarrollando poco a poco bajo un marco progresista, y eso la izquierda lo entendió muy bien en el pasado y lo protege muy bien en el presente. Cada requisito –desde la presencia omnipresente de la ideología de género en los contenidos hasta las políticas lingüísticas que perjudican a la idea de una nación unida– ha fortalecido en gran modo el marco mental de la educación española actual. Un marco mental que ignora lo que entiende, conserva y protege el propio conservadurismo.

Dicho lo cual, el carácter de este texto no es meramente expositivo, sino fruto de una batalla cultural en la que vivimos sin descansos ni limitaciones. Una batalla que tan bien entendió el mismo Roger Scruton. Para el británico, “el conservadurismo seguirá siendo un ingrediente necesario de cualquier solución que se ofrezca a los problemas actuales”[29]. Por ello, desde la perspectiva de Scruton o de cualquier otro protagonista del movimiento conservador (Marías en el pasado o Enrique García-Máiquez en el presente, junto a un largo etcétera) es necesario que se haga batalla. Una batalla de las ideas, pero también de las acciones. Scruton nos alerta que, pese a la existencia de los museos, universidades y archivos dedicados a mantener las reliquias de nuestra cultura, nada nos garantiza que la cultura sobrevivirá (Scruton, 2007). ¿Qué actitud tenemos nosotros hoy hacia las reliquias de nuestro lenguaje? ¿Qué actitud tenemos hacia la difusión de nuestro patrimonio y nuestros valores? ¿Y qué hay de nuestros límites a la hora de defender la verdad y la belleza dentro o fuera de los libros de texto escolares? Es evidente que el tiempo no corre a nuestro favor y que el falso progresismo lleva mucho andado, pero es más evidente aún que el conservador debe andar con el espíritu de la afirmación y luchar siempre por lo que merece ser conservador.

La presentación de unos nuevos criterios para la selección y redacción de los libros de texto escolares es un elemento más donde el conservadurismo y las ideas de Scruton tienen cabida. Se trata de una nueva carta que da comprensión a muchos de los males que la educación ha venido y sigue arrastrando en España y de un nuevo punto de partida que la estética conservadora debe conquistar tan pronto como pueda.


Bibliografía

  1. Beas, M. (1999). “Los libros de texto y las comunidades autónomas: una pesada Torre de Babel”. Revista Complutense de Educación, 10 (2), 29-52.
  2. Cernuzio, S. (1 de marzo, 2024). “El Papa: La ideología de género, el peor peligro de nuestro tiempo”. Vatican News. https://www.vaticannews.va
  3. Decreto 295/1998, de 3 de noviembre, por el que se regula la autorización de materiales escolares para su uso en los centros docentes de la Comunidad Autónoma del País Vasco, Boletín Oficial del País Vasco, núm. 227, https://www.euskadi.eus
  4. Decreto 175/2022, de 27 de septiembre, de Ordenación de las Enseñanzas de la Educación Básica, Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña, núm. 8762, https://www.gencat.cat/dogc
  5. De Puelles, M. (2007). “La política escolar del libro de texto en la España contemporánea”. Revista de la Asociación de Inspectores de Educación de España, 6, 1-18.
  6. Federación de Gremios de Editores, Comercio Interior del Libro en España 2022 (avance a julio de 2023) presentado en el informe “El Libro Educativo en España: Curso 2023 – 2024” elaborado por ANELE (Asociación Nacional de Editores de Libros y material de Enseñanza). https://anele.org/ (junio de 2024).
  7. Fundación Disenso. (2021). El español en el actual estado de las autonomías. La necesidad de su fortalecimiento ante su persecución.
  8. Instrucciones de 14 de junio de 2018, de la Dirección General de Participación y Equidad y de la Dirección General de Ordenación Educativa, sobre los criterios para la selección de los libros de texto y para la elaboración de materiales curriculares sin prejuicios sexistas o discriminatorios, Junta de Andalucía, https://www.juntadeandalucia.es/
  9. Instrucciones 16/2021, de 3 de noviembre, de la Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, sobre los criterios para la selección de los libros de texto para su utilización en los centros docentes de Andalucía, Junta de Andalucía, https://www.juntadeandalucia.es/
  • Orden de 06-02-2006, de la Consejería de Educación y Ciencia, por la que ordena el procedimiento de depósito y registro de materiales establecido en el Decreto 272/2003 por el que se regula el registro, la supervisión y selección de materiales curriculares para las enseñanzas de régimen general y su uso en los centros docentes no universitarios de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, Castilla-La Mancha, https://docm.jccm.es/docm/eli/es-cm/o/2006/02/06/(1)
  • Real Decreto 1744/1998, de 31 de julio, sobre uso y supervisión de libros de texto y demás material curricular correspondientes a las enseñanzas de Régimen General, Boletín Oficial del Estado, núm. 212, pp. 30005-30007, https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1998-20884
  • Sánchez, C. (coord.). (2021). Un nuevo colonialismo. La ideología de género. CEU Ediciones.
  • Scruton, R. (1974). Art and Imagination: A Study in the Philosophy of Mind. Augustine’s Press. p. 250.
  • Scruton, R. (1983). The Aesthetic Understanding: Essays in the Philosophy of Art and Culture. Carcanet Press. p.16.
  • Scruton, R. (2007). Culture Counts: Faith and Feeling in a World Besieged. Encounter Books.
  • Scruton, R. (2009). Beauty: A very short introduction. Oxford University Press.
  • Scruton, R. (Writer), y Campbell, I. (Director). (2009). Why Beauty Matters [Documentary]. BBC Two.
  • Scruton, R. (2010). The uses of pessimism: and the Danger of False Hope. Atlantic Books.
  • Scruton, R. (2014). Cómo ser conservador. Homo Legens.
  • Scruton, R. (2016). “Political Correctness”. The Demon in Democracy: Totalitarian Temptations in Free Societes”. Encounter Books. pp. 145-160.
  • Scruton, R. (2017). “Sex and Gender”. On Human Nature. Princeton University Press. pp. 91-15.
  • Scruton, R. (2019). Conservadurismo. El Buey Mudo.

[1] Beas, M. (1999). “Los libros de texto y las comunidades autónomas: una pesada Torre de Babel”. Revista Complutense de Educación, 10 (2), 29-52.

[2] Scruton, R. (1974). Art and Imagination: A Study in the Philosophy of Mind. St. Augustine’s Press. P. 250. Traducción propia.

[3] Scruton, R. (2009). Beauty: A very short introduction. Oxford University Press.

[4] Ibídem. p 30. Traducción propia.

[5] Entendiendo aquí por “objeto estético” a los criterios en cuestión.

[6] Ídem.

[7] De Puelles, M. (2007). “La política escolar del libro de texto en la España contemporánea”. Revista de la Asociación de Inspectores de Educación de España, 6, 1-18.

[8] Federación de Gremios de Editores, Comercio Interior del Libro en España 2022 (avance a julio de 2023) presentado en el informe “El Libro Educativo en España: Curso 2023 – 2024” elaborado por ANELE (Asociación Nacional de Editores de Libros y material de Enseñanza). https://anele.org/ (junio de 2024).

[9] Ibídem.

[10] Debido a la enorme magnitud que nos supondría hacer un análisis amplio y comparativo de todas las normativas vigentes que regulan los criterios en cuestión de cada uno de los sistemas educativos españoles, nos limitamos únicamente a incidir en parte de la normativa –y sus aspectos– que consideramos más contradictorios con lo que serían unos criterios elaborados desde la perspectiva estética de Roger Scruton y su idea de apostar por el conservadurismo cultural.

[11] Real Decreto 1744/1998, de 31 de julio, sobre uso y supervisión de libros de texto y demás material curricular correspondientes a las enseñanzas de Régimen General, Boletín Oficial del Estado, núm. 212, pp. 30005-30007, https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1998-20884

[12] Instrucciones de 14 de junio de 2018, de la Dirección General de Participación y Equidad y de la Dirección General de Ordenación Educativa, sobre los criterios para la selección de los libros de texto y para la elaboración de materiales curriculares sin prejuicios sexistas o discriminatorios, Junta de Andalucía, https://www.juntadeandalucia.es/

[13] Importante tener en cuenta el Informe de la Real Academia Española sobre el lenguaje inclusivo y cuestiones conexas elaborado por la propia RAE y publicado por la misma el 16 de enero de 2020.

[14] Scruton, R. (1983). The Aesthetic Understanding: Essays in the Philosophy of Art and Culture. Carcanet Press. P.16. Traducción propia.

[15] Ibíd..

[16] Vid. Sánchez, C. (coord.). (2021). Un nuevo colonialismo. La ideología de género. CEU Ediciones.

[17] Vid.t. Cernuzio, S. (1 de marzo, 2024). “El Papa: La ideología de género, el peor peligro de nuestro tiempo”. Vatican News. https://www.vaticannews.va

[18] Vid. Scruton, R. (2017). “Sex and Gender”. On Human Nature. Princeton University Press. pp. 91-15; et Scruton, R. (2016). “Political Correctness”. The Demon in Democracy: Totalitarian Temptations in Free Societes”. Encounter Books. pp. 145-160.

[19] Instrucciones 16/2021, de 3 de noviembre, de la Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, sobre los criterios para la selección de los libros de texto para su utilización en los centros docentes de Andalucía, Junta de Andalucía, https://www.juntadeandalucia.es/

[20] Decidir cuándo un desdoblamiento puede ser o no “abusivo” no deja de ser en muchas ocasiones una cuestión personal que puede analizar o no una editorial a la hora de revisar un texto.

[21] Orden de 06-02-2006, de la Consejería de Educación y Ciencia, por la que ordena el procedimiento de depósito y registro de materiales establecido en el Decreto 272/2003 por el que se regula el registro, la supervisión y selección de materiales curriculares para las enseñanzas de régimen general y su uso en los centros docentes no universitarios de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, Castilla-La Mancha, https://docm.jccm.es/docm/eli/es-cm/o/2006/02/06/(1)

[22] Scruton, R. (2007). Culture Counts: Faith and Feeling in a World Besieged. Encounter Books.

[23] Scruton, R. (2010). The uses of pessimism: and the Danger of False Hope. Atlantic Books.

[24] Decreto 295/1998, de 3 de noviembre, por el que se regula la autorización de materiales escolares para su uso en los centros docentes de la Comunidad Autónoma del País Vasco, Boletín Oficial del País Vasco, núm. 227, https://www.euskadi.eus

[25] Decreto 175/2022, de 27 de septiembre, de Ordenación de las Enseñanzas de la Educación Básica, Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña, núm. 8762, https://www.gencat.cat/dogc

[26] Artículo 4.

[27] Fundación Disenso. (2021). El español en el actual estado de las autonomías. La necesidad de su fortalecimiento ante su persecución. Disenso.

[28] Scruton, R. (2014). Cómo ser conservador. Homo Legens.

[29] Scruton, R. (2019). Conservadurismo. El Buey Mudo.

Top