ETA, una hidra de mil cabezas

ETA (Euskadi ta Askatasuna). En castellano País Vasco y Libertad.  El 20 de octubre de 2011 anunciaban el “Cese definitivo de la actividad armada”. Posteriormente, en abril de 2017 comunicaban “su desarme” y, el 3 de mayo de 2018 daban a conocer “su disolución”. La banda criminal y terrorista decía poner fin a su sangrienta historia tras sesenta años de cobarde y cruel existencia. Muchas almas cándidas inocentes creyeron la verdad de esta farsa. ETA no ha dejado de existir, se ha reinventado y vive políticamente a través de las numerosas marcas que pueblan la escena política vasca y navarra. En Francia, en el departamento de los Pirineos Atlánticos, también tienen representación e incluso en Burgos, en el condado de Treviño.

Herri Batasuna (1986/2001); Euskal Herritarok (2001/2003); Batasuna (2003/2013), auténtico brazo político de la banda; Coalición Herria Bai (2001), integrada por Eusko Alkartasuna (EA), Abertzaleen  Batasuna (AB) y Batasuna; Bildu (2011/2015) y, ahora EH Bildu (Desde 2012). Las primeras de ellas ilegalizadas y en la lista europea y norteamericana de organizaciones terroristas. Tampoco podemos dejar de citar las distintas coaliciones que en Navarra y Vasconia configuran a : Sortu (2012); Aralar (2001/2017); Nafarroa Bai (Na Bai. 2004/2015); Amaiur (2011/2016), o Alternatiba (Desde 2008). La lista es mucho más larga y habría que incluir a los sindicatos abertzales, organizaciones de estudiantes universitarios,  la plataforma de apoyo a los presos vascos y múltiples asociaciones culturales y clubes diversos. En Francia también tienen marcas proetarras y también tuvieron su homónimo terrorista de ETA. Iparretarrak.

Pronto, demasiado pronto, muchos nos quisieron convencer de su tan deseado fin. Se quiso resolver lo que, de manera demagógica, dio en llamarse el “conflicto vasco”, un conflicto alimentado por la violencia y la aceptación de fuerzas políticas, antaño afines, que deseaban su integración en las instituciones vascas. Partidos nacionalistas como el PNV, Eusko Alkartasuna les tendieron la mano con una hermandad fraternal. Otros tuvieron la vehemencia de querer convencernos de sus falsas intenciones, como el PSE (Partido Socialista de Euskadi), muy amistoso con los nacionalistas durante tiempos pretéritos. También actualmente. 

La herencia legada por la banda criminal es interminable, desde su creación allá por 1958, y hasta hoy. Asesinatos; miles de heridos; miles de personas de vidas mutiladas, literalmente; secuestros; extorsión en forma de “impuesto revolucionario”; destierro de muchos vascos, más de trescientos mil; libertades públicas y derechos individuales cercenados; incuantificables daños materiales. Muerte, dolor, desolación, destrucción, humillación  y un traumatismo personal para las víctimas, sus familias y para la sociedad española imposible de olvidar.  Es de justicia, honor y dignidad no olvidar, ni siquiera perdonar. Ni olvido, ni perdón.

Pero su huella continúa. Como una hidra de mil cabezas sigue existiendo. No ha desaparecido. Se renueva constantemente, antes resistiendo a los esfuerzos por erradicarla, especial empeño pusieron los gobiernos de José María Aznar, y ahora con la complicidad de socialistas, podemitas, independentistas y comunistas. La Hidra vive en la caverna y se alimenta de gusanillos y otros microorganismos. El paralelismo entre el invertebrado y la organización asesina es perfectamente válida. Ya ha declarado el señor Íñigo Urkullu su voluntad de diálogo y entendimiento con las denominadas fuerzas soberanistas, si como se espera, vuelve a ganar los comicios vascos. Los acuerdos de Podemos con el mundo radical independentista es conocido y reconocido a través de su participación en algunas plataformas abertzales. 

Los postulados ideológicos originales siguen siendo los mismos que en 1958: estado socialista, independencia política de España y de Francia, y la intimidación y la violencia contra el contrario. Nada ha cambiado, son los mismos planteamientos que ayer. Sus órganos de propaganda y el control de la prensa vasca es total y absoluta. También han tomado la universidad y las ikastolas, es decir, la educación, desde la cual el adoctrinamiento es rabioso con los llamados constitucionalistas. Han borrado cualquier atisbo de pensamiento crítico alternativo al nacionalismo radical. La limpieza cultural, política y económica que se practica es propia de la antigua Yugoslavia, cuando bosnios, serbios y croatas perpetraban auténticos genocidios contra la humanidad.

Por otra parte, su financiación goza de excelente salud, merced a los ingresos obtenidos por la ley de partidos y su participación en las instituciones públicas. El colmo de la ignonimia fue la presencia, como diputado de la cámara vasca, el 25 de octubre de 1998,  de Josu Urriticoetxea, alias “Josu Ternera”, quién con el apoyo nacionalista “moderado” del PNV y EA,  el 21 de enero de 1999, fue elegido miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara. Sencillamente repugnante, una burla más hacia las víctimas, los españoles,  y una parodia despreciable del sistema político democrático.

El pueblo español debe recordar. No puede dejarse engañar. 832 asesinatos de civiles, mujeres, niños y hombres, víctimas inocentes de la sin razón, del odio y la sed de sangre. 346 para ser más exactos. 486 miembros de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado cayeron con un tiro en la nuca, una bomba lapa, o cualquier otra forma macabra de segar una vida humana. Todas ellas y sus familias merecen nuestro respeto, consideración, apoyo y defensa de su memoria y dignidad haciéndolas justicia. No están tan lejanos aquellos “años de plomo” (1975/1982) con 363 víctimas. Especialmente horrible fue 1980, con 98 asesinatos viles y miserables los perpetrados. Es intolerable que el olvido cubra con su fúnebre crespón tanta barbarie.

Los “amantes de la Patria vasca”, eso quiere decir abertzale, revindican los postulados etarras. Se hacen dueños de la calle, impiden la libertad de expresión, ahogan cualquier intento de libertad ajena a la que ellos reconocen. Los veteranos de la banda siguen en activo adoctrinando a sus cachorros, a través de una amalgama de partidos y coaliciones que surgen y desaparecen burlando al sistema y, con la aquiescencia de sus compañeros de viaje independentista ya señalados anteriormente. Tras las elecciones del próximo domingo, con la permisividad del gobierno de España, volverán a reírse de sus víctimas y de los vascos de bien que viven en aquellas hermosas y maltratadas tierras españolas. 

Estos días hemos asistido asqueados a la política de acercamiento gubernamental con el entorno etarra. Se hacen homenajes a criminales en fiestas de exaltación y apología terrorista; se libera a presos etarras; se registra la violencia callejera; se les permite tomar la palabra en sede parlamentaria y donde les de la gana. Por si fuera poco, la dispersión de los presos empieza a ser una quimera. Más de 40 asesinos han sido trasladados a las cárceles de Álava; Vizcaya y Guipuzcoa. Una humillación y una burla del estado de derecho, convertido estado de desecho.

Hemos sido testigos, durante la presente campaña,  para las elecciones al Parlamento Vasco, del ambiente excluyente que practican. La violencia callejera, verdaderamente brutal, auténtico terrorismo a cara descubierta, ha acompañado a todos los actos de Vox.  Quiero desde aquí trasmitir mi reconocimiento y apoyo a Santiago Abascal y a toda la gente de su formación en esa desigual pelea librada. No se puede renunciar a la lucha por España, no se puede abandonar al pueblo vasco. La lucha será durísima, difícil y encarnizada, pero estoy seguro de que el empuje irá creciendo en fuerza. “Prohibido rendirse”, dice Santiago permanentemente en su empeño político. Así es y así debe de ser.

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