¡Bienvenido, profesor Buela!

Don Alberto Buela, reciente colaborador de POSMODERNIA, acaba de salir airoso de un lance muy comprometido, de los que se libran facón en mano y a cara de perro: ignoraba el coronavirus con qué clase de hombre se iba a medir y, por supuesto, no pudo con el filósofo.

El profesor llevaba unos meses retirado en sus pagos de Atalaya, en la provincia de Buenos Aires, pero hubo de desplazarse hasta la capital porteña y allí fue sorprendido por un enemigo cobarde y avieso, de los que se esconden y atacan a traición. Demasiado pequeñajo para un tipo grande y fuerte y, sobre todo, tan noble como el Prof. Buela. Hospitalizado en la Clínica Güemes, recibió un diagnóstico inquietante. El personal sanitario dedicó lo mejor de su saber y sus mejores cuidados al paciente; Cecilia, su esposa, y toda su familia elevaron súplicas al Señor de la Vida. Sus amigos, sus discípulos, todos los que le queremos y admiramos, rezamos por su pronto restablecimiento. Finalmente, el día dos de julio cruzó de nuevo el umbral del sanatorio, en esta ocasión rumbo hacia su hogar.

Sinceramente, desconocemos si abundan los gauchos expertos en Aristóteles, en metafísica y en metapolítica; lo bien cierto es que don Alberto es igualmente diestro citando en griego ático el Protréptico del Estagirita, que pialando una res. Filósofo -arkegueta se define- y gaucho -orillero, según dice él- que imparte su magisterio tanto en la llanura infinita de la pampa como en las aulas de la urbe colosal. Hace un par de meses, cuando acababa de publicar su última obra (“Virtudes contra deberes”, Ed. Fides: https://edicionesfides.com/2020/05/05/virtudes-contra-deberes/) y se sucedían los homenajes a su persona, nos confió un presentimiento que por aquel entonces juzgamos injustificadamente sombrío: “La Parca debe de estar cerca”. Constatamos ahora que, más que un presentimiento, se trataba de una predicción, un ejercicio de prognosis. Mas la Parca no calculó que para alcanzar al profesor Buela hay que galopar más velozmente que él.

Bienvenido, Alberto.

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