Hacia los primeros días del otoño de 1829 y en el marco de la tensión entre unitarios y federales, el General Juan Galo Lavalle cruzaba el Arroyo del Medio y se internaba en la Provincia de Santa Fe. Lo acompañaban en su travesía más de medio millar de hombres avezados en la trenzada ríspida del combate. Cabalgaban tras la encumbrada figura de Estanislao López con aquella consigna unitaria que rezaba: “A los caudillos darles plomo y echarlos de barriga”.
Notas sobre el progreso: hechizos y olvidos de un ídolo moderno
La quimera del progresismo es creer que el despliegue horizontal, el hechizo del cambio por el cambio mismo, la réplica inmanente y acumulativa es garantía de bienestar. Este movimiento, que recibe el nombre de parallaxis se opone a la eidopoiesis como actualización de virtualidades de la propia esencia. Mientras el progresismo incurre en aquello que Heidegger denominaba “afan de novedades” y que constituye uno de los elementos definitorios de la vida inauténtica, el pensamiento tradicional cuyo eco asume Dugin, propone un movimiento que resguarde y no olvide la propia identidad.
Sobre el arte de disentir
El periodista dejó de ser el cronista de la realidad para devenir opinólogo al servicio del consenso. Pero ¿qué consenso? El de ellos, el de los naipes marcados antes de cortar. Otra especie, más reducida pero no menos nefasta es la de los “filósofos” mediáticos. Entre nosotros, los argentinos (supongo que en nuestra doliente Hispanoamérica o en aquella siempre querida España pasará otro tanto), los focos se concentran en una figura que creció al amparo del poder y que bajo la pose de antisistema, le milita todas las causas a los dueños del mundo: género, aborto, autarquía moral y emancipación nihilista.
De Nimio de Anquín a Alberto Buela
El reconocimiento personal es uno de los modos más profundos de afirmar al otro en la existencia. Quien reconoce al otro, del mismo modo que lo hace el amor, torna verbo el pensamiento que reza: “que bueno que existas”. El reconocimiento es motor motivacional, porque en el fondo y desde nuestra óptica personal, la filosofía tiene que ver con la tarea de partir el pan y no con la gula autocomplaciente. Alberto Buela ha sido muy generoso con nosotros, no solo porque nos ha reconocido en la tarea intelectual sino porque nos alienta a tomar la posta en esta hora de la historia nacional.
El soberano es la comunidad y no el Estado
El Estado moderno que nació dentro del marco de la economía liberal capitalista se sometió a la ley ciega de la oferta y la demanda como criterio de justicia, pero sus contradicciones y las demandas de los pueblos, sobre todo a partir de la mitad del siglo XIX, produjo un cambio que se dio a partir de la tercera década del siglo XX. Surgió así el Estado de bienestar donde el Estado adquirió mayor poder para poder cumplir la función de regular la economía. Este período duró hasta los años 80, a partir de los cuales el Estado se transformó en elefantiásico multiplicando sus empleados y abarcando ámbitos que no le correspondían.
La vulgaridad en política (o el intento de instrumentalizar la muerte de Maradona)
Murió Maradona y el gobierno argentino de Alberto Fernández se apresuró a velarlo en la Casa Rosada, cuando lo habitual en casos de personajes públicos importantes es velarlos en el Congreso de la Nación, para que todos los que piensan distinto se sientan cómodos en la casa común de la democracia.
Ilustración y progresismo
En realidad el progresismo no es una ideología sino mas bien una creencia, porque como gustaba decir Ortega y Gasset las ideas se tienen y las creencias nos sostienen, pues en las creencias “se está”. Y los progresistas “están creídos” que el hombre, el mundo y sus problemas van en la dirección que ellos van. De ahí, que cualquier contradictor a sus creencias es tomado por “un enemigo”. Es que el progresista al ser un creyente no acepta aprehender, y la única enseñanza que acepta, porque su imposición se le torna incuestionable, es la pedagogía de la catástrofe.
Algunos rasgos del mundo postpandemia
Hoy no existe prácticamente ningún gobierno en Occidente que gobierne para las mayorías. Hoy se gobierna para las minorías. Ej.: en Bolivia en favor de las minorías indígenas en lugar de la mayoría del pueblo criollo. En Brasil, como ocurrió con Menem en Argentina, para los empresarios y financistas. En España y Francia para la minoría de inmigrantes musulmanes en lugar de los gallegos y franchutes. Y así podemos seguir con los ejemplos.
Razones de Virtudes contra deberes
Ante las respuestas de mis amigos por la aparición de mi reciente libro Virtudes contra deberes, me sentí en la obligación de acercarles algunas de las razones que lo motivaron…
Y… el mundo era bello
El futuro como “un mundo feliz” se borró de un plumazo para llenarlo con las conjeturas de los malos filósofos: vamos a un nuevo comunismo, vamos hacia una sociedad de más control, vamos a un mejor capitalismo, etc. Nosotros no sabemos ni podemos saber hacia dónde vamos, porque aquello que quedó encerrado en la caja de Pandora fue la elpis, que debemos traducir por prognosis o prospectiva.
La vida eterna era una total certeza
La pérdida de la inmortalidad personal es uno de los rasgos de nuestra época signada, paradójicamente, por la exaltación de individuo y sus gustos en una sociedad de consumo en donde Dios fue reemplazado por el mercado.
La negación de la fe como dimensión antropológica
Esta etapa de la historia ha sido caracterizada por múltiples rasgos: metafísica de la subjetividad, exaltación de la razón, primado de conciencia, primacía del progreso, surgimiento de las masas y los totalitarismos, igualitarismo y nivelación, capitalismo liberal-financiero, y un largo etcétera.
¡Bienvenido, profesor Buela!
Don Alberto Buela, reciente colaborador de POSMODERNIA, acaba de salir airoso de un lance muy comprometido, de los que se libran facón en mano y a cara de perro: ignoraba el coronavirus con qué clase de hombre se iba a medir y, por supuesto, no pudo con el filósofo.
No subestimar el orden de las magnitudes
La metapolítica es una pluridisciplina que estudia las grandes categorías que condicionan la acción política –homogeneización, pensamiento único, decrecimiento, derechos de los pueblos, etc.- pero que tiene por objetivo no solo la crítica de la cultura sino, más bien, el reemplazo de los gobernantes y mantenedores de la presente situación política.
Estos “gallegos” no son españoles
Luis Martínez se apresuró a traducir el libro de Badiou Sopa de Wuhan el 20 de marzo de 2020, donde este falso filósofo -presentado como discípulo del marxista Althuser- afirma entre otras boludeces: “La rivalidad de los imperialismos antiguos (Europa y Estados Unidos) y nuevos (China, Japón…) prohíbe todo proceso de un Estado capitalista mundial”. La misma pelotudez que afirmó Kant hace doscientos años y que repitió todo el Iluminismo y la Ilustración. Y que hoy sostienen los globalistas de toda laya.
Coronavirus y el arte de la paciencia
El saber manejar la espera es el núcleo del arte de la paciencia. Esta noción está vinculada con la de tiempo y, específicamente, con el futuro. La espera implica una apertura, se está abierto a la posibilidad de “algo o alguien”. De ahí quien, como afirma el filósofo danés Kierkeggard: “Aquel que niega la espera cae en la desesperación”. El adagio, el que espera desespera (en el sentido de aquel que no la sabe llevar o se impacienta en la espera) va también en tal sentido.
La promoción del mediocre
Son varios entre la gente que piensa, Santiago González, Virginia Tuckey, Carlos Tonelli, que vienen hablando del síndrome Messi, que es aquel que padece el talento argentino en su propia tierra.