Entre diciembre de 1851 y marzo de 1852, Karl Marx escribe El 18 brumario de Luis Bonaparte; exactamente en el mismo momento en que la historia argentina gira en uno de sus goznes trágicos: Caseros. La obra comienza con una de las frases más trilladas dentro del vademécum aforístico de la historia contemporánea: “La historia se repite dos veces, una vez como tragedia, después como farsa”.
El pueblo como Katéjon
A los argentinos se nos ha perdido un hijo. Se llama Loan Danilo y es un gurisito correntino puro pueblo y pura vida. A Loan lo arrancaron de las manos de sus padres y del vientre de su tierra y por eso andamos así, desvelados y maltrechos en la noria cotidiana de los días. Ocultos tras la ausencia del niño se agitan los espectros del poder, la verdadera casta infecta, los mercaderes de la vida y de la dignidad de los pueblos.
Leche custodiada
La industria lechera, en fina alianza con el hechizo del marketing, que es el eros de estos tiempos huecos; ha lanzado al mercado un variopinto elenco de productos relacionados con las más nobles de las bebidas.
¿Geopolítica o sobreactuación?
En la Argentina, hemos aprendido con Perón (hoy nos lo recuerda Marcelo Gullo), que toda política es geopolítica y que ésta es algo serio. La visión integral de los actores en el tablero mundial y el posicionamiento propio dentro de ese marco, no puede devenir fruto de la adulación, del cipayismo ideológico y, mucho menos, del capricho personal.
Sancho I y la patria pendiente
Mi Patria es tierra de aves. Lo vio muy bien Guillermo Enrique Hudson, quien, con ese nombre de Lord inglés, nació aquí y gastó gran parte de sus días observando, clasificando y llenando libretas de apuntes sobre la vida, la belleza y el comportamiento de los pájaros pampeanos. Hudson murió en Worthing, un pueblo costero sobre el Canal de La Mancha, a menos de una hora de la capital inglesa.
El Dios de Ramón, nuestro Dios
Ramón fue un hombre bueno. Los hombres buenos se caracterizan por su íntima aceptación de la vida, por el asombro ante lo pequeño, por la veneración de los duendes que moran en los rincones. Ramón, que decía que “la soda es agua con hipo” o que “un tornillo es un clavo peinado raya al medio”, aprendió en el primer desvelo de su mirada, que detrás de la desazón, siempre mora un cielo azul como última promesa.
La vocación cipaya
El Diccionario de la lengua española, define cipayo como “soldado indio de los siglos XVIII y XIX al servicio de Francia, Portugal y Gran Bretaña”. Etimológicamente, el término parece derivar del portugués sipay y éste, del persa sepāhi que significa “soldado”. Hasta aquí, la definición remite a un hecho histórico, pero a continuación, el mismo Diccionario agrega una segunda definición y aclara: despectivo “secuaz a sueldo”.
El escarmiento y las matemáticas
Hemos titulado a nuestro último artículo: “Argentina: el parapente y el vuelo al ras”, y meditábamos allí sobre los resultados de las elecciones generales celebradas en Argentina el pasado 22 de octubre. Para tratar de dilucidar los resultados electorales de la primera vuelta, apelábamos a una imagen: “A la gente le seduce el parapente – decíamos – hasta que la llevas al filo del acantilado, inmediatamente prefiere el vuelo al ras”.
Argentina: el parapente y el vuelo al ras
Me preguntaron en la víspera de las elecciones, que pensaba, y respondí: a la gente le seduce el parapente hasta que la llevas al filo del acantilad e inmediatamente prefiere el vuelo al ras. El problema es más hondo, porque entre el parapente colorido y el vuelo rastrero, la verdadera Patria sigue pendiente.
Manifiesto por las cosas mismas
El problema del conocimiento, que en sede filosófica llamamos “gnoseología”, es una discusión que, si bien atraviesa de alguna manera toda la historia de la filosofía, constituye el núcleo de la reflexión tardo medieval y sobro todo moderna. Las dos posturas que configuran a su vez, dos posiciones antitéticas en esta meditación sobre el conocimiento, son el realismo y el idealismo.
“La mentira bien escrita suele ser muy corajuda…”
Dentro de la extensa fauna humana que habita nuestra bendita tierra, existe una especie sumamente peculiar que nos hace recordar aquella sutil e importante distinción de la Lógica entre contrarios y contradictorios. Las afirmaciones contrarias son proposiciones directamente opuestas, por ejemplo: “Todos los perros son mamíferos” – “Ningún perro es mamífero”. En cambio, las afirmaciones contradictorias, son aquellas que de forma contrastada se invalidan mutuamente.
El lobo es una sombra que está sola…
Una noche de mayo, cuando el invierno afilaba su puñal helado en Buenos Aires, le escribí a Fernando Sánchez Dragó. Al otro día, sin más, el viejo lobo de Castilfrío me abrió su hogar de par en par, tendió la mesa con blanco mantel y gustó el pan de mis palabras.
De la ausencia después de la presencia
Don Miguel de Unamuno, en el capítulo tercero de su obra Del sentimiento trágico de la vida, define al hombre como un animal guardamuertos. En la misma línea, Saturnino Álvarez Turienzo en su estudio sobre la soledad, habla del hombre como un animal de despedidas. La oquedad del corazón humano luego de un adiós, es insondable.
Más alla de la hemiplejia
Las primeras luces del día ganaron ya el cielo de Buenos Aires y el canto monótono de las chicharras preludiando una jornada agobiante, me traen los ecos de una infancia feliz. Sentado frente al ordenador (¡cuánto admiro a aquellos columnistas que ensayaban sus “solos” de Olivetti!), escribo así, a mano alzada, sin más propósito que esbozar los trazos necesarios para aclarar la mirada sobre aquello que Ortega llamó “hemiplejía moral” refiriéndose a la bipolaridad ideológica en las concepciones políticas.
In vino Veritas
Joseph Roth tenía la mirada buena. Sus pupilas eran dos heraldos que anunciaban lluvias plagadas de dolores. Sus ojos, que se nublaban cuando el espejismo del alcohol aparecía en el desierto del camino, eran ojos de mendigo.
Acerca del drama de enseñar filosofía
Titulamos a nuestra breve meditación: “sobre el drama de enseñar filosofía” y enseguida nos vemos obligados a precisar los términos. Hablamos de drama, y no de tragedia porque el drama convoca al juego de la libertad con final siempre abierto. En el drama, las brumas de la tensión, el vértigo de la peripecia, la zozobra del tanteo existencial, signan el presente y condicionan el futuro, pero no lo determinan.
“El hombre es una bestia triste…”
Hacia 1929, Roberto Arlt publicó una novela titulada Los siete locos. En ella se narran las peripecias de un peregrino existencial por las calles de Buenos Aires y junto a él, el destino de otras seis criaturas tan extrañas como icónicas.
In memoriam: Silvio Juan Maresca
Maresca se nos ha ido y en su adiós, nos obliga a encarnar ahora aquello que decía el Gordo Chesterton refiriéndose a la defensa de la auténtica tradición: debemos transmitir el fuego, no venerar las cenizas.
Meditación sobre el Justicialismo agonizante
Aflojo mis manos ante este papel en blanco para hacer verbo mi pensamiento sobre un tema polémico. Y digo “polémico” sin buscar otro adjetivo, pues mi breve meditación tocará uno de los nervios de la política: la relación obediencia-autoridad. El trasfondo de mi cavilación será la coyuntura político-existencial del pueblo argentino, aunque por temática y profundidad, justifica su extensión a otras naciones hermanas.
Intuiciones sobre la muerte y el olvido
Cuando el filósofo decide salir de camino con ojos honrados y exigencia auténtica, no puede menos que toparse en los recodos de su itinerario, con los diversos claroscuros de la existencia, con esas realidades que abren abismos en su interior y que impelen a investigar. In-vestigar significa hallar vestigios, y es que así marcha la naturaleza humana.
La “inservible” filosofía
El viejo Epícteto decía que el origen de la filosofía es el percatarse de la propia debilidad e impotencia. Quizás, por esta razón, tanto para la sofística soberbia como para la neopolítica hueca – se semejan bastante-, la filosofía, en su esencia y en sus frutos, resulta refractaria. Sobrevuela en estos días la noticia acerca de la anuencia del gobierno español para erradicar la filosofía de los ámbitos académicos.
La metamorfosis de la pobreza
Aquel que experimenta la vocación filosófica, puede correr el riesgo de la soledad infecunda, del soliloquio resentido, de la incomprensión buscada. Para ello, es necesario, a quien se le revela la tarea de pensar, que salga de sí, que salte el perímetro de su propio ombligo. Este salir de sí, no implica disipación ni superficialidad, sino contemplación en el silencio para retornar a la propia morada.
De como la pandemia devino a un tiempo bandera progre y kantiana
En el curso de estos dos años, los “expertos” (siempre me pregunté cómo pueden existir expertos sobre algo desconocido) nos cambiaron varias veces las cartas del mazo. Desde lo más trivial, por ejemplo, dejar los zapatos fuera de la casa o no cantar en habitaciones cerradas cuando compartimos con otros ese espacio, hasta cuestiones más serias.
Radiografía del hombre disoluto
Los procesos coyunturales de la historia siempre han invitado a ciertos hombres, a la noble tarea de pensar. La decadencia, que guarda como íntima ley espiritual no hallar fondo, es decir, que siempre se puede ser más decadente, ha hecho emerger ciertos faros en las oscuras noches de la historia.
Breve estudio sobre el resentimiento
El punto de partida para la formación del resentimiento es el impulso de venganza. Ahora bien, la venganza, aun con su detención temporaria y su aplazamiento para un momento oportuno, lleva siempre en su seno, un sentimiento de impotencia. La venganza nunca puede resarcir la lesión experimentada.
Notas sobre la argentina rota
La Argentina ha dejado atrás un nuevo ensayo circense de esta democracia formal que ni es social, ni es orgánica, ni mucho menos es directa. Cada domingo de elecciones, el argentino de a pie debe soportar ese repentino acceso de humildad que le brota a los candidatos.
Elogio del caracol
Hace algunos años, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, meditaba sobre la vivencia de la temporalidad en el mundo contemporáneo en un ensayo breve titulado El aroma del tiempo (2009). Han, con estampa de aplomado actor oriental y dueño de un estilo punzante en sus frases casi telegráficas, se interroga por las causas profundas de la aceleración del tiempo…
Sobre el liberalismo speed y la izquierda edulcorada
La actual escena política (y metapolítica, como gusta decir entre nosotros el gaucho Alberto Buela), parece debatirse entre dos posiciones: el liberalismo speed, cuyos nuevos rostros toman el nombre de “libertarios” y la izquierda edulcorada, refrito de algunas antiguas ideas y los nuevos cantos de sirena del progresismo moral. Analicemos brevemente ambas posturas:
Metafísica del abrazo prohibido
La instauración de la categoría de “asintomático”, entre otros términos de la neolengua científica, ha fundado la otredad como amenaza. El otro, ante todo, es un agente cuya sola presencia cercana constituye un atentado contra mi propia vida. Éste elemento no es extraño en un mundo que experimenta pavor ante la muerte y que por ello, intenta en vano maquillarla.
La lengua secuestrada
Cuando observamos entre atónitos, incrédulos y molestos, su verba melosa plagada de ellos,ellas y elles, inmediatamente se nos viene a la mente una pregunta: ¿Se imaginan El Quijote, Hamlet, Los Karamazov o el Hombre Rebelde de Camus en lenguaje “inclusivo? ¿Se imaginan un cuento de Borges o una narración de Juan Rulfo escrita así? Imposible.
El eclipse de lo sagrado
Mucho se ha discutido acerca de la posición conceptual de Nietzsche en el panorama de las ideas contemporáneas. Se ha dicho de él que su vocación era la de un nihilista. Nosotros nos inclinamos a pensar que, bien abordado, el filósofo alemán se erige en verdad como el profeta del nihilismo, aquel que va a legar a los dos siglos venideros al menos, la ardua tarea de la superación del nihilismo.
Con la sangre, con el tuétano, con el vientre, con la vida
“Hay personas, en efecto, que parecen no pensar más que con el cerebro, o con cualquier otro órgano que sea el específico para pensar; mientras otros piensan con todo el cuerpo y toda el alma, con la sangre, con el tuétano de los huesos, con el corazón, con los pulmones, con el vientre, con la vida. Y las gentes que no piensan más que con el cerebro, dan en definidores; se hacen profesionales del pensamiento”
Cuando abunda el “mío-mío”
Hacia los primeros días del otoño de 1829 y en el marco de la tensión entre unitarios y federales, el General Juan Galo Lavalle cruzaba el Arroyo del Medio y se internaba en la Provincia de Santa Fe. Lo acompañaban en su travesía más de medio millar de hombres avezados en la trenzada ríspida del combate. Cabalgaban tras la encumbrada figura de Estanislao López con aquella consigna unitaria que rezaba: “A los caudillos darles plomo y echarlos de barriga”.
Notas sobre el progreso: hechizos y olvidos de un ídolo moderno
La quimera del progresismo es creer que el despliegue horizontal, el hechizo del cambio por el cambio mismo, la réplica inmanente y acumulativa es garantía de bienestar. Este movimiento, que recibe el nombre de parallaxis se opone a la eidopoiesis como actualización de virtualidades de la propia esencia. Mientras el progresismo incurre en aquello que Heidegger denominaba “afan de novedades” y que constituye uno de los elementos definitorios de la vida inauténtica, el pensamiento tradicional cuyo eco asume Dugin, propone un movimiento que resguarde y no olvide la propia identidad.
Sobre el arte de disentir
El periodista dejó de ser el cronista de la realidad para devenir opinólogo al servicio del consenso. Pero ¿qué consenso? El de ellos, el de los naipes marcados antes de cortar. Otra especie, más reducida pero no menos nefasta es la de los “filósofos” mediáticos. Entre nosotros, los argentinos (supongo que en nuestra doliente Hispanoamérica o en aquella siempre querida España pasará otro tanto), los focos se concentran en una figura que creció al amparo del poder y que bajo la pose de antisistema, le milita todas las causas a los dueños del mundo: género, aborto, autarquía moral y emancipación nihilista.
De Nimio de Anquín a Alberto Buela
El reconocimiento personal es uno de los modos más profundos de afirmar al otro en la existencia. Quien reconoce al otro, del mismo modo que lo hace el amor, torna verbo el pensamiento que reza: “que bueno que existas”. El reconocimiento es motor motivacional, porque en el fondo y desde nuestra óptica personal, la filosofía tiene que ver con la tarea de partir el pan y no con la gula autocomplaciente. Alberto Buela ha sido muy generoso con nosotros, no solo porque nos ha reconocido en la tarea intelectual sino porque nos alienta a tomar la posta en esta hora de la historia nacional.