Que Calamaro deje de ser la imagen del reviente del rock, de pasar a su enemistad con Charly a convertirse en un paradigma contestatario de lo políticamente incorrecto resulta conocido. Sobre todo para la generación centennials que tiende a afirmarse más en una cultura rock detrás del trap y el hip hop, Andres Calamaro es una figura icónica, irreverente. Incomoda.