Editorial: ahora….a por la pesca

Editorial: ahora….a por la pesca. José Alsina Calvés

Las oligarquías que gobiernan la UE no tienen bastante con haber obligado a los gobiernos de España a desmantelar nuestra industria y habernos convertido en un país de servicios (el bar de copas de Europa); tampoco tienen bastante con estar destruyendo la agricultura de varias naciones europeas (entre ellas España) con sus reglamentaciones burocráticas y sus exigencias “medioambientales”, amén de sus tratados de libre comercio que inundad nuestros mercados con productos que proceden de países con preocupaciones medioambientales “cero”, y con garantías sanitarias menos que “cero”; ahora quieren ir a por la pesca.

Las ultimas normativas son una vuelta de tuerca más contra nuestros pescadores; pretender que las explotaciones pesqueras españolas del mediterráneo, la mayoría pequeñas empresas familiares, puedan subsistir saliendo a faenar dos meses al año, es una autentica broma de mal gusto. “Curiosamente” la medida coincide con nuevos tratados de libre comercio con los países del ASEAN, lo que significa una nueva invasión de productos foráneos.

El pescado va a convertirse en un producto de lujo, importado de países lejanos, en cuyo transporte se va a producir CO2 en cantidades industriales (¡toma descarbonización¡), demostrando, una vez más, que las consideraciones medioambientales no son más que una excusa, para sus proyectos de ingeniería social.

Sin industria, sin agricultura, sin pesca, ¿Qué le queda a España?: turismo masivo, empleo estaciona y de mala calidad con salarios bajos (una buena parte del mismo ocupado por inmigrantes). Si a esto le sumamos el precio desorbitado de la vivienda, producto de años y años de especulación y de vivienda pública cero (eso sí, con mucha prisa en retirar las placas del Instituto Nacional de la Vivienda) podemos imaginar el panorama que le espera al españolito de a pie: trabajo estacional y mal pagado y vivir en una habitación o en un piso compartido, y ninguna posibilidad de proyectos de futuro, de formas una familia y de tener hijos.

Todo ello es el resultado de la falta de soberanía, de un régimen de partidos que solamente se preocupan de conquistar parcelas de poder, de gobiernos absolutamente sumisos al globalismo, de una prensa prostituida al servicio del poder, y de unas oligarquías regionales que avanzan cada día en su proyecto de destruir España.

En resumen, Régimen del 78.

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