II concurso de relatos: Gracias, hijo mío

II concurso de relatos: Gracias, hijo mío

Publicamos el vigésimo séptimo trabajo perteneciente al II concurso de relatos “Una carta a un hijo” organizado por la escritora y farmacéutica, Esperanza Ruiz Adsuar, en colaboración con Posmodernia y las Bodegas Matsu perteneciente a la Denominación de Origen Toro. Dicho concurso durará hasta el próximo 31 de octubre de 2020. Bases para la participación en el concurso

Título: Gracias, hijo mío

Pseudónimo: Eugenia


Querido hijo, ¡ por fin te hice caso!

Ayer volví a coger mi viejo inoxcrom, parece una prolongación de mis dedos, y un cuaderno nuevo de esos sin canutillo y hojas color marfil e inicié un diario. Tus hermanas,¡ cómo no!, se rieron:” no siento más lo que vas a contar “ o a quién le va a interesar, ¡como no te lo inventes !”. Ellas ,tan pragmáticas ,nunca han entendido las vidas que pueden vivirse en un papel, soñarse en una hoja ,desearse en un momento .

Me has convencido; ahora solo me falta disciplina para ponerme un ratito cada día y me acuerdo de vosotros ,cuando llegabais a casa del colegio y tenía que achucharos para que hicierais los deberes,”¿ es que acaso suspendemos o traemos malas notas?” decíais. Supe entonces que ninguno sería notario , registrador o nada por el estilo ,tampoco lo pretendíamos vuestro padre y yo.

 He estado a punto, como cuando era adolescente ,de escribirlo en caracteres griegos ,así ninguno podría leerlo, pero he vencido la tentación,¡ qué más da!, ni lo voy a esconder ni lo vais a leer, os conozco de sobra; todavía ,si fuese un blog, estaríais atentos a las entradas que tengo o me diríais que no se me ocurriera hablar de ninguno ,olvidando que de la abundancia del corazón habla la boca y vosotros estáis en él.

 Entretanto lo escribía ayer,  tu padre me preguntó si era un poema ;a él ,ya sabes, le parece complicadísimo hasta rimar un pareado y sobrevaloraba todo lo que yo escribía, creyéndose que era poco menos que un Lope de Vega y encima nuestros amigos eran de la misma opinión…¡ menos mal que una os tenía vosotros para ponerle los pies en el suelo, menudos críticos ¡, pero gracias.

 Nunca quisisteis mi ayuda en los deberes de lengua(“ se notaría demasiado ,mamá “)y os reíais cuando, bribones ,no entendíais el nuevo tema de matemáticas y acudíais a mi que comenzaba a leer pausadamente el libro y en el primer ejercicio, ya casi desesperada, volvía a releer el párrafo anterior para, invariablemente, recurrir a vuestro padre con la consiguiente risa burlona…

¡ Qué rápido han pasado estos años! .A mí ,tan poco metódica, me chiflaba esa bendita monotonía: desayuno, bus y a esperar a la tarde con la merienda ya lista y vosotros peleándoos para que yo os escuchara…incluso disfruté vuestros años de Universidad cuando llegabais a casa y contabais lo que habíais hecho o traíais a los amigos  a casa.

¡Qué alegría más grande cuando comenzaste magisterio; sabía, tu padre también, que era tu vocación desde que eras un crío y que te haría feliz; sí ,hijo ,yo creo que las madres intuimos muchas cosas, tenemos un vínculo especial para entenderos, para perdonaros ,para esperaros… también para saber que, si escribo más ,a lo mejor ni me lees y aún tengo que llamar a tus hermanas ( yo creo que ellas no miran jamás el buzón)y sacar l Flecha ( qué ironía la vuestra, regalarnos un perro alemán que parece tener un reloj incorporado )Gracias por haberme insistido, inspirado ,por alegrarte con mis cartas o decirme al menos que te alegras .Gracias ,hijo ,muchas gracias .Te quiero .Un beso ,mamá

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