La incidencia de la estructuración familiar en la natalidad es altísima. Según los datos de la Encuesta de Fecundidad 2018 del INE, en España, las mujeres casadas de 40 a 44 años, cuando ya casi ha concluido su edad fértil, tienen casi 70% más hijos de media que las no casadas, y es seis veces menos probable que una casada no tenga al menos un hijo a que una mujer no casada quede sin descendencia. Las diferencias son aún mayores con las mujeres sin pareja, carezcan de ella por divorcio o cualquier otra causa. Como en España y Europa alrededor de la mitad de la gente ya no se casa nunca (hace 40 – 50 años, más del 90% sí lo hacía), y un porcentaje muy alto de las parejas de adultos, casadas o no, se rompen, parece difícil que aumente sustancialmente la natalidad si la gente no se empareja de nuevo muy mayoritariamente de forma estable, como cuando sí había en España y Europa una natalidad saludable. Este factor es crítico.
Es clarísima la relación entre estructuración / compromiso familiar y fecundidad. Según la Encuesta de Fecundidad 2018 (INE), el número medio de hijos por mujer de 40 a 44 años en España en 2018, por tipo de conviencia familiar, era:
– Casadas: 1,81.
-Con pareja de hecho registrada: 1,39.
-Con pareja de hecho no registrada: 1,21.
– Sin pareja: 0,88.
Ante estos números, cualquier plan pro-natalidad que no tenga entre sus ejes el fomento de la estructuración familiar será una iniciativa coja / muy incompleta. Este factor es, claramente, central en el problema de baja natalidad de España y los demás países occidentales. En casi todos ellos, ahora, en torno a la mitad de la gente -o más-, ya no se casa nunca. Hace 40 a 50 años, lo hacía más del 90% de la población.
Y ahora, un cálculo teórico orientativo muy impactante de lo que nos cuesta la despoblación de los hogares por el suicido demográfico y la deestructuración familiar.
-Si en España sigueran viviendo de media 3,9 personas por hogar, como en 1970, harían falta aprox. siete millones menos de viviendas principales.
-A unos 200.000 euros de media por vivienda, los españoles nos habríamos ahorrado 1,4 billones de euros en compra de casas o alquileres.
-1,4 billones equivalen a la suma de TODA la deuda financiera de los hogares españole y un poco más de la mitad de la deuda pública acumulada.
¡ Qué caro nos sale el proceso de suicidio demográfico! (y eso que solo empezó hace menos de cuatro décadas en España y se sigue intensificando).