A modo de disculpa preventiva, tengo que decir que, como muchos otros, puedo sentir el aparente consuelo que nos da la memoria de momentos mejores. A cualquier escala, de la más íntima a la mayor. Todos podemos sentir esa necesidad de recordar momentos en que la existencia fue mejor. Es humano. Y nuestra memoria, además de experiencia, está llena de recuerdos sin aparente utilidad práctica, pero que constituyen el núcleo duro de nuestra vida. Por ello la nostalgia no es extraña, forma parte de nosotros.