Por fin llegó la revolución de la economía de Milei
Una esperanza para el primer mundo, que llega de la mano de un loco libertario.
Javier Milei, economista y político liberal, asumió la presidencia de Argentina en diciembre de 2023 con una clara misión, transformar la economía del país. Esta estaba inmersa en una grave crisis inflacionaria, fiscal y social. A lo largo de sus primeros meses en el cargo, implementó una serie de medidas económicas radicales y de marcado carácter liberal, que serían necesarias para poner fin a décadas de políticas intervencionistas y de alto gasto público. Su principal propuesta consiste en alcanzar el equilibrio fiscal, que es, nada más y nada menos, que ingresar por parte del estado lo mismo que gasta. Esta, puede que sea la propuesta económica más revolucionaria de nuestra época, ya que elimina la necesidad de endeudamiento por parte del Tesoro. Por absurdo que parezca, no gastar más de lo que se ingresa lo hace cualquier ama de casa, los gobiernos en general, pero sobre todo los de izquierdas, son incapaces de hacerlo. O es que simplemente, gastan gustosamente lo que no es suyo para mantenerse en el machito.
Como podemos imaginar, esto, ni es sencillo ni es agradecido por el pueblo. Sobre todo, por aquellos que viven del estado sin producir ni aportar nada a cambio. Pablo Quirno, secretario de estado de financiamiento de Argentina, nos comentaba durante el Foro Empresarial Internacional celebrado en Buenos Aires estos días, que eliminar 4 millones de pensiones concedidas a personas que jamás han contribuido a este sistema, no te hace popular precisamente entre la ciudadanía. Por supuesto, un “sistema de pensiones quebrado, que tiene que sustentar el Tesoro íntegramente”. En España empieza a sonarnos esta melodía que tanto gusta interpretar a las orquestas “progresistas”.
Pero no es tan importante el qué, si no el como lo ha conseguido. Una de las primeras decisiones que tomo Milei fue la eliminación de varios ministerios y organismos del estado. La necesidad de adelgazarlo es proporcional a los beneficios del ahorro que genera. En un gesto que subraya su postura liberal, el presidente eliminó el Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad, argumentando que las políticas de género no deben formar parte de la estructura estatal, sino que deberían ser gestionadas desde la sociedad civil. Además de esto, emprendió una larga serie de recortes en el gasto público, reduciendo el número de empleados estatales y el presupuesto destinado a determinados sectores. Por cierto, no han ardido las calles, ni se han suspendido los servicios públicos, y de ello se han encargado los que tienen encomendada tal misión por la constitución, las fuerzas de orden público.
En un esfuerzo por fomentar la inversión y el crecimiento económico, Milei propuso una drástica simplificación del sistema tributario. Se establecieron recortes impositivos en sectores clave, como el campo y la industria, con la intención de mejorar la competitividad y atraer inversiones extranjeras. Debemos tener en cuenta que el 70% de la producción agrícola Argentina se exporta, y en el agregado con la industria, el petroquímico, ganadero y automotriz, suponen el 78% de las exportaciones del país.
También se han llevado a cabo reformas para reducir la burocracia y las regulaciones que, según Milei, han obstaculizado el emprendimiento y la creación de empleo. Las tres claves que nos señala Quirno, consisten en generar las condiciones necesarias en el país para la financiación de empresas, el crecimiento de la economía y la generación de empleo. Estas reformas han dado resultados inmediatos, la reducción de impuestos ha generado una mayor actividad en sectores productivos, como la agricultura y la energía. Sin embargo, la reducción de la carga tributaria también ha generado un déficit fiscal más profundo, que se ha contrarrestado con la reducción del estado, para así poder alcanzar un equilibrio entre el estímulo al crecimiento y la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Otro de los pilares de la política económica de Milei ha sido la flexibilización del mercado laboral. El presidente ha impulsado reformas que buscan reducir la rigidez del mercado de trabajo, como la modificación de leyes laborales y la reducción de costes para las empresas. Según el Gobierno, estas reformas son necesarias para fomentar la creación de empleo privado y reducir el absentismo laboral, en cotas inasumibles en el país.
En el plano internacional, una de las primeras medidas adoptadas por el Ejecutivo, fue renegociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el acuerdo stand-by firmado por el gobierno anterior. Con una deuda externa que supera los 40.000 millones de dólares, Milei comenzó un proceso de reestructuración de la deuda con el FMI, buscando obtener mejores condiciones de pago y al mismo tiempo evitar el default. Aunque la verdadera estabilidad dependerá de la capacidad del país para cumplir con los exigentes compromisos internacionales adquiridos.
Desde su llegada al poder, Milei ha impulsado una política exterior orientada a la apertura comercial y la firma de acuerdos internacionales. El presidente argentino ha mostrado interés en fortalecer las relaciones con los Estados Unidos, Brasil, la Unión Europea y otros socios comerciales clave. Solo las exportaciones a Brasil importan el 50% aproximadamente que la sumas de los 4 siguientes de la lista. Además, ha propuesto abrir los mercados argentinos a productos extranjeros, eliminando barreras arancelarias y proteccionistas.
Lo cierto, es que uno de los mayores problemas económicos que tenía el pueblo de Argentina, que caía como un hacha y cercenaba los bolsillos de los ciudadanos y empresas cada mes, era la inflación. En diciembre del 2023, a la llegada del gobierno libertario, esta suponía un incremento del 25% mensual, mientras en la actualidad está estabilizada en 3,4%. Por otra parte, el gobierno ha conseguido no solo sostener un equilibrio fiscal durante estos 10 meses, si no alcanzar superávit en las cuentas públicas cada mes. Lo que implica que el tesoro no necesita endeudarse para funcionar y cubrir todas sus obligaciones de pago.
Esto tiene dos derivadas importantes, la primera es que no aumenta la deuda pública, lo que por sí solo ya es un logro mayúsculo. Por otra parte, se produce un efecto en el mercado bancario, pues esto origina que los capitales que necesitaba el tesoro para cubrir el déficit fiscal queden ociosos, por lo tanto, disponibles para la financiación de las empresas. Hasta ahora, la banca se dedicaba únicamente a la compra de deuda pública, negocio perfecto y sin riesgo. Mientras que en esta nueva situación ha tenido que remangarse para volver al negocio tradicional bancario, buscando clientes para financiarles proyectos privados, que a su vez crean riqueza, generan puestos de trabajo e impuestos para financiar el estado.
Sin duda, todo lo realizado por el loco libertario supone una revolución, Revolución que nadie pensó que pudiera realizarse, pero ahí está. Simplemente es una realidad incuestionable, por mucho que se planteen hipótesis catastrofistas de futuro. No hay duda de que este modelo tendrá que enfrentarse a desafíos importantes, para empezar por su debilidad política en el congreso nacional, pero tampoco la hay de que en estos 10 meses la economía ha sufrido un revulsivo absolutamente positivo, que a corto plazo afectará a todos los actores económicos y sociales.
Empecemos a plantearnos los países del primer mundo si no será esta la salida a nuestra decadencia, antes que bajemos de ranquin, y sean los locos libertarios lo nuevos dueños de la pelota.