Resulta realmente preocupante el alto nivel de ignorancia reinante al que asistimos en los últimos tiempos, donde el populismo más atrevido sepulta todo rigor y nos lleva a repetir –como auténticos papagayos- cualquier bandera crítica, por muy osada que ésta pueda resultar. Un ejemplo lo hemos visto en estos días, donde desde la ignorancia más inocente e involuntaria, algunos se preguntaban: ¿Qué hace la Guardia Civil rescatando inmigrantes en Mauritania?
Los mencionados pueden tener perdón, pero permítanme no perdonar a aquellos que, sin tomar oxigeno o razón, han lanzado desde la ignorancia más atrevida una cantidad ingente de improperios contra el instituto armado por la operación llevada a cabo a cientos de kilómetros de sus hogares.
Para empezar, estaría bien que todos tuviésemos meridianamente claro que los agentes estaban allí. Es decir, los agentes no se han desplazado hasta Mauritania para rescatar inmigrantes y traerlos a España. Los agentes en todo momento se encontraban en su destino.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta que los agentes no están allí para llevar a cabo rescates, la Guardia Civil que se encuentra destinada en Mauritania y Senegal tiene como principal objetivo el de establecer mecanismos de colaboración en la lucha contra la inmigración ilegal que parte hacia Canarias. Por tanto, ¿rescató la Guardia Civil a 168 inmigrantes en aguas cercanas a Mauritania? Quizás sería más exacto decir que los interceptaron y os explicaré los motivos.
La Guardia Civil se encontraba en puertos de Dakar (Senegal), cuando en un momento dado un cayuco que navegaba una considerable distancia del litoral, fue detectado en aguas cercanas a Mauritania. El cayuco –de tipo gambiano– había partido desde costas senegalesas, por lo que los agentes emprendieron rumbo hacia la embarcación de gran tamaño que aparentemente se encontraba en dirección hacia las Islas Canarias.
Toda vez valorada la situación, los agentes efectivamente pudieron comprobar que, por el tipo de embarcación, había partido desde Gambia o Senegal, siendo éste último el origen real del cayuco. Acto seguido asistieron a los embarcados, un total de 168 inmigrantes –mayoritariamente senegaleses– y emprendieron rumbo hacia el puerto más cercano al rescate, Mauritania.
En este punto cabe destacar que la operación fue llevada a cabo en zona SAR española. Sí, por muy sorprendente que nos pueda parecer, la zona de responsabilidad de búsqueda y salvamento marítimo (zona SAR) de España llega prácticamente a Mauritania, cuestión que sin lugar a dudas habría que abordar, pues resulta totalmente ilógico que España deba hacerse cargo de situaciones de emergencia marítima a casi 900 kilómetros de las Islas Canarias.
Expuesto lo anterior, los agentes podrían haber puesto rumbo hacia el archipiélago, algo que ha sucedido en ocasiones similares, donde Salvamento Marítimo ha emprendido verdaderas odiseas marítimas desde Canarias hacia aguas cercanas a Mauritania, para con posterioridad desplazar a los inmigrantes asistidos hasta territorio español.
Las opciones lógicas en acuerdo al derecho marítimo hubiesen sido dos por su proximidad al punto de rescate, Nouadhibou (Mauritania) –a 85 millas náuticas del lugar de asistencia– como principal opción o Dakhla (Sahara Occidental) –a 250 millas náuticas– como elección alternativa. Los agentes, en lugar de emprender una odisea hacia las Islas Canarias, decidieron poner rumbo a Nouadhibou acortando de esta forma el tiempo de agonía para los embarcados y la distancia hasta tierra firme.
Lo que más tarde ignorarían los agentes es que la diplomacia española no suele rendir durante el fin de semana. O al menos eso ocurrió. Los inmigrantes, viendo que se encontraban a punto de ser desembarcados en Mauritania protagonizaron un motín en el que se vivieron auténticos momentos de tensión que precisaron de tiros al aire para calmar los ánimos.
Tras soportar un episodio de alzamiento a bordo, los agentes se encontraron con posterioridad ante la negativa de Mauritania para desembarcar a los 168 inmigrantes que viajaban a bordo, una faena.
Lícita opción la de Mauritania, se trataba de un cayuco tipo gambiano, que había partido desde Senegal con 168 inmigrantes mayoritariamente originarios del punto de partida y el rescate había tenido lugar en zona de responsabilidad de búsqueda y salvamento marítimo (zona SAR) de España. Ingredientes todos para que la negativa fuese legitima y de cajón.
En ausencia de negociaciones que lograsen revertir la negativa de Mauritania y tras numerosas maniobras en las cercanías del puerto de Nouadhibou, finalmente los agentes recibieron órdenes de abandonar el área mauritana para barajar otra opción de desembarco. Canarias nuevamente sonaba como opción principal, pero finalmente se optó por Senegal. Una última opción totalmente lógica, dado que éste había sido el punto de origen del cayuco interceptado por los agentes a 89 millas náuticas de Mauritania.
En resumen y mientras la Guardia Civil se encuentra a horas de llegar a puertos de Saint Louis (Senegal). Hicieron lo debido. No merecen nuestras críticas y merecen todo nuestro agradecimiento. Porque lejos de comportarse como una ONG o poner en práctica los ilógicos recorridos de Salvamento Marítimo, cumplieron ante todo con el deber encomendado y aplicaron el sentido común en el marco de lo contemplado en derecho.
Los que quizás deban recibir nuestras críticas son aquellos que durante el fin de semana no atienden al teléfono y dejan a nuestros agentes varados a cientos de kilómetros de España mientras casi 200 sujetos se alzan en desobediencia.