Antes bien, comencemos presentando a Nimio de Anquin (Córdoba, 1896-1979), que si bien fue uno de los filósofos más originales del siglo XX iberoamericano, no goza de popularidad (capaz a consecuencia de lo primero), siendo escasamente trabajado por un puñado de estudiosos (Rego, 1978) (García Astrada, 1984) (Scivoli, 2020) (Flachs – Sillau Pérez, 2020) (Chiaramoni, 2021) destacando la recuperación, mención y custodia que hacen de su obra desde hace unos cuantos años el politólogo Andrés Berazategui, quien ha dado conferencias sobre la vida y obra del filósofo cordobés[1], y el filósofo y Pensador Nacional, Alberto Buela, quien en uno de sus textos caracteriza a Nimio de Anquin como: “El primero [de los filósofos argentinos], sin lugar a dudas, el único Honoris Causa por una Universidad europea de la altura de Mainz – Maguncia, a sugerencia de Joachin Von Rintelen y con la venía de Heidegger.” (Buela, 2023). En la mayoría de los estudiosos se destaca que la obra de Nimio de Anquin tiene su impronta de pensar la filosofía, los mitos y la política como un todo indisoluble, pero a la vez dinámico y envolvente de la Historia, con reflexiones arrojadas a dilucidar el acontecer de la Patria, su destino. De Anquin estudió filosofía en la Universidad de Córdoba y en 1927 fue becado para estudiar el idealismo crítico en Hamburgo, Alemania, donde curso con el reconocido filósofo Ernest Cassirer (Breslavia, 1874-1945). A su regreso fundó en Córdoba el Instituto “Santo Tomás de Aquino”. Hacia la década del 40´ acompaña el proyecto nacionalista impulsado por los Coroneles de la Revolución de 1943. Es designado como Ministro de la Intervención Federal a la Provincia de Tucumán. En aquellos años toma la cátedra de Metafísica en la Facultad de Filosofía y Humanidades de Córdoba, funda y dicta en esta institución las cátedras de Filosofía de la Historia y Política, además de ocupar el Vicedecanato hasta 1955. En 1949 participó del Primer Congreso Nacional de Filosofía con dos ponencias: “Filosofía y Religión” y “El Existencialismo, filosofía de nuestra época” más una intervención en la conmemoración al sacerdote católico y filósofo alemán, Martín Brabmann (Berching, 1875-1949). Tras el golpe que derrocó al gobierno democrático de Juan Domingo Perón el 16 de septiembre de 1955, le quitaron todas sus cátedras, cargos y funciones, además de cerrar la Revista Arkhé (1952-1954), que años atrás había fundado en la Universidad Nacional de Córdoba.
Para Nimio de Anquin, la definición de la palabra Patria implica, inevitablemente, una unidad de destino, una fuerza, una voluntad de soberanía ¿Cómo es esto? Escribe Nimio de Anquin:
“Comencemos por la definición de patriotismo. No es difícil: es simplemente amor a la Patria, o sea, amos a los padres y a la tierra de los padres, patria viene de “pater”. La etimología latina de esta palabra es la siguiente: “pater” no es el progenitor, pues a éste se le llama generalmente “parens” como sujeto de la paternidad física, sino es el padre en el sentido social, “el dominus”, el “pater familias, o como diríamos nosotros en castellano, el señor de la familia, el hombre que es uno de los representantes de la serie de generaciones. En este sentido, los romanos hablaban de “patres”, como término expresivo de respeto tanto a los dioses como a los hombres, por ejemplo: Iupiter “pater omnipotens”, “pater conscripti”, “patres” (de donde viene patricius”. De aquí procede el adjetivo “patrius” (patrio) y la voz patria tal como nosotros la usamos.” (De Anquin, 1972, pp.47-48).
Las tres palabras: “unidad de destino” o “voluntad de soberanía” pueden ser sólo eso, tres palabras o, al contrario, pueden, en el sentido platónico (como vimos en el caso de la alegoría de la caverna: el “ser” se descubre en el «ser patriota”), significar mucho más, como nos revela Nimio de Anquin, por ejemplo.
Desde la definición expuesta por de Anquin, estas palabras se ligan con lo que encarna la Patria. Para de Anquin, la Patria es la tierra de nuestros padres pero también, además de este significado generacional y, en consecuencia, de dominio (por heredar legítimamente algo), contiene una dimensión trascendente vinculada a una vocación, a cierta misión (inconclusa y/o a defender o a propapagar). La Patria posee un tiempo que no se ajusta a la vida física que tenemos en la tierra, una característica que no se ajusta a los cánones de la postmodernidad y menos al de las ideologías liberales o marxistas, de allí muchas de las incomprensiones de estas corrientes de pensamiento al momento de hablar de la Patria. Hasta podríamos decir que no podemos, aunque querramos, escapar de las connotaciones y demás sustancias preexistentes en la tierra en donde nacimos y vivimos. Por ello, de Anquin no parte de una negatividad para hablar de la Patria, como si ocurre con las ideas nacionalistas de izquierda o los chauvinistas[2] de derecha. La idea de Patria a la que alude de Anquin o el modo de querer a “lo nacional”, el nacionalismo si se quiere, no se define por lo antagónico; el ser nacional no tiene esas valoraciones, es o no es y ya. Para de Anquin la Patria incluye, como dice: “una connotación de lugar o terránea” (De Anquin, 1972, p. 48). Es la tierra en donde se aposentaron las generaciones pasadas, quienes lucharon y vencieron logrando nuestra soberanía, donde en términos romanos, lograron dominar como “señores”.
En línea con el Gaucho Martín Fierro de José Hernández, para de Anquín, la tierra no es cualquier tierra, sino que es aquella que nuestros antepasados, nuestros padres, lograron obtener con la espada y regaron con su sangre y con el sudor de su trabajo, para que la Nación creciera sobre ella como sobre un fundamento. Escribe de Anquin: “Estos dos elementos que dan razón al patriotismo, van asociados en tan estrecha relación, que donde uno de ellos está ausente no se explica el otro. Un señorío sin tierra es un poder en el vacío, y una tierra sin señores es “tierra de nadie”. (De Anquin, 1972, p. 49).
Bibliografía citada / mencionada / trabajada
- Buela, Alberto, “¿Hay filósofos argentinos?”, en Revista Humo y Espejos, julio 12, 2023.
- Buela, Alberto, “La identidad no es la de todos por igual”, en: Pensamiento de ruptura, Buenos Aires, CEES Editorial del Pensamiento Nacional, 2021.
- Buela, Alberto, Aportes a la tradición Nacional, Marcos Paz, Theoria, 1998.
- Buela, Alberto, Aportes al Pensamiento Nacional, Buenos Aires, Ediciones Cultura Et Labor, 1987.
- Buela, Alberto, Virtudes contra deberes, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, TB Ediciones, 2020.
- David, Guillermo, Carlos Astrada. La Filosofía Argentina, Ediciones El Cielo por Asalto. Buenos Aires, 2004.
- De Anquin, Nimio, Escritos políticos, Rosario, Instituto Leopoldo Lugones, 1972.
- Devoto, Fernando Y Barbero, María Inés, Los nacionalistas, Buenos Aires, C.E.A.L., 1983.
- Di Vincenzo, Facundo – Scivoli, Mauro, “Los malditos del nuevo siglo: las movilizaciones populares y el Estado Liberal de Derecho”, en: Revista Movimiento, Buenos Aires, Oct 29, 2019. En: https://www.revistamovimiento.com/historia/los-malditos-del-nuevo-siglo-las-movilizaciones-populares-y-el-estado-liberal-de-derecho/
- Dugin, Aleksandr, Logos argentino. Metafísica de La Cruz del Sur, Buenos Aires, Nomos, 2019.
- Fichte, Johann, Reinvindicación de la libertad de pensamiento y otros escritos políticos, Madrid, Editorial Tecnos, 1986.
- Fouillée, Alfred, L’Évolutionnisme des idées-forces, Paris, Félix Alcan, 1890.
- Gálvez, Manuel, El diario de Gabriel Quiroga [1910], Buenos Aires, Taurus, 2001.
- Gálvez, Manuel, El mal metafísico [1916], Madrid, Aguilar Editor, 1949.
- Hernández, Juan José, El gaucho Martín Fierro [1872], Buenos Aires, Ciorda, 1968.
- Inchauspe, Pedro, Reivindicación del Gaucho, Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, 1968.
- Rilke, Rainer Maria, Obra Poética, Efece, Buenos Aires, 1980.
- Rojas, Ricardo, La restauración nacionalista, Buenos Aires, Peña Lillo Editor, 1971.
- Scheller, Max, La idea de paz y el pacifismo, Ediciones Populares Argentina, Buenos Aires, 1955.
- Simmel, Georg, De la esencia de la cultura [1911-1919], Buenos Aires, Prometeo, 2008.
- Simmel, Georg, El conflicto de la cultura moderna [1923], Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba – Grupo Editor Encuentro, 2011.
- Spengler, Oswald, La decadencia de Occidente [1922], Madrid, Espasa Calpe, 1946.
[1]Como ejemplo, los interesados pueden observar la Conferencia brindada el sábado 15 de Abril de 2023 por el Lic. Andrés Berazategui , sobre «La vida de Nimio de Anquín» en el Núcleo Social Argentino: https://www.youtube.com/watch?v=4SvsQpinwQM.
[2]El Chauvinismo o Chovinismo hace referencia a la creencia de la superioridad de un grupo social nacido en determinado territorio sobre otro grupo no nacido en ese territorio, en definitiva expresa la exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero. Obtiene su nombre de una historia popular francesa, en donde un joven de 18 años de edad llamado Nicolás Chauvin quien se alistó para defender a su país, herido en múltiples ocasiones, por su lealtad y dedicación el mismísimo Napoleón le otorgó el sable de honor y una pensión. Su devoción por Francia y Napoleón será posteriormente objeto de burla dejando el sentido del palabra con el cual se la aplica hoy generalmente.