Los logros espaciales de Estados Unidos

Los logros espaciales de Estados Unidos. Daniel López Rodríguez

El lanzamiento del Sputnik soviético provocó cierta histeria en el pueblo estadounidense. Para algunos el Sputnik vino a ser como un Pearl Harbor incruento. Revistas como Time o Newsweek se lamentaban, fundamentalismo democrático mediante, de que «el mayor logro tecnológico del hombre desde la bomba atómica» había sido conseguido por «los científicos sometidos de un Estado despótico» (citado por Ricardo Artola, La carrera espacial. Del Sputnik al Apollo 11, Alianza Editorial, Madrid 2009, pág. 34). Incluso un científico americano, George P. Rice, llegó a escribir que, si no se cambiaba de actitud, «es razonable esperar que no más tarde de 1975 los Estados Unidos serán un miembro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas» (citado por Artola, La carrera espacial, pág. 34).

El lanzamiento del Sputnik tuvo su eco en la bolsa, y dos semanas después Walls Street tendría su mayor caída en dos años. Si los soviéticos -pensaban los americanos- eran capaces de lanzar «una pelota» de 80 kg al espacio, entonces también serían capaces de lanzar una bomba nuclear contra Estados Unidos.

Tras el éxito del primer Sputnik, el presidente de los Estados Unidos, Dwight. D. Eisenhower, reaccionó, frente a la histeria de los medios de comunicación y de muchos políticos, de modo racional, por lo que fue señalado como tibio. Pero Eisenhower puso en marcha la creación de la NASA y su condición de agencia civil, lo que a la larga fue una decisión sabia. Pese al carácter civil de la NASA, Eisenhower ordenó que los primeros astronautas («los siete de Mercury») fuesen pilotos de pruebas militares. La NASA absorbió a la NACA (National Advisory Committee for Aeronautics), una institución con todas sus instalaciones y sus 8.000 empleados.

En 1958, bajo la resaca de los Sputnik, Lyndon B. Johnson, que sería presidente de 1963, tras el asesinato de Kennedy, a 1969, afirmó que «El control del espacio significa el control del mundo» (citado por Artola, La carrera espacial, pág. 241).

El 6 de diciembre de 1957 los norteamericanos lanzaron el satélite Vanguard, que fue construido por la marina. Pero al elevarse tan sólo unos pocos metros el motor se paró y el artefacto cayó al suelo y provocó un gran incendio. Ante el desastre de la operación alguien nombró al artefacto Kaputnik.

El 31 de enero de 1958 los estadounidenses lanzaron el Jupiter C que puso en órbita el satélite Exploter 1, primer satélite artificial en órbita lanzado por Estados Unidos, el cual sólo pesaba 14 kg. Este satélite hizo el primer gran descubrimiento de la era espacial al detectar la existencia de cinturones de alta radiación que rodean la Tierra y que se llamaron «Cinturones de Van Allen», en honor al científico estadounidense que formuló la hipótesis.

Como ya hemos anunciado, el 1 de octubre se pone en funcionamiento la National Aeronautics and Space Administration, esto es, la NASA, y el 26 de noviembre se anuncia el proyecto Mercury.

En enero de 1959 el Comité de Astronautas del Senado elabora un Informe titulado «Los próximos diez años en el espacio, 1959-1969». El 28 de febrero los americanos lanzan el Discoverer 1, el primer satélite de reconocimiento, y el 3 de marzo lanzan el Pioneer 4 hacia la Luna, en respuesta al Lunik soviético, el cual se aproximó a 60.000 kilómetros de la Luna.

El 1 de abril de 1960 los americanos lanzaron el Tiros 1, el primer satélite meteorológico.

En mayo de 1961 los americanos enviaron al espacio a Alan B. Shepard, pero éste sólo pudo realizar un «salto de pulga» sin poder realizar un vuelo orbital como el de Gagarin, pues sólo logró elevarse al espacio suborbital. Tal vuelo duró sólo 15 minutos.

El 25 de mayo de 1961 el presidente John F. Kennedy dio un famoso discurso en el que dijo de antes de que acabase la década los Estados Unidos llevarían un hombre a la Luna, que sería traído de vuelta sano y salvo a la Tierra. Es posible que el vuelo de Shepard influyese en la decisión de Kennedy de poner como objetivo de la NASA la llegada del hombre a la Luna con su correspondiente regreso a la Tierra. El pronóstico de Kennedy se cumplió a rajatabla.

En diciembre de 1961 los americanos eligieron el cohete Saturn V como vehículo de lanzamiento para la misión lunar. Se trataba del cohete más potente de la historia, diseñado por Wernher von Braun.

El 20 de febrero de 1962, a bordo de la nave espacial Friendship 7, como parte del programa Mercury de la NASA, John Glenn pudo realizar tres órbitas alrededor de la Tierra en un vuelo que duró casi 5 horas. Glenn fue considerado «héroe nacional». Desde entonces los americanos tomarían la iniciativa en la carrera espacial.

El 3 de junio de 1965 los americanos dan su primer paseo espacial a través del Gemini 4. El 6 de abril lanzan al espacio el Intelsat, el primer satélite comercial de comunicaciones.

Los norteamericanos realizaron su primer alunizaje (no tripulado) el 2 de junio de 1966, a través del Surveyor 1. El 11 de octubre de 1968 fue lanzado el primer vuelo tripulado del programa Apollo, se trataba del Apollo 7. El programa Apollo alcanzó su momento de mayor apogeo en 1967, cuando trabajaban para el mismo 400.000 personas.

Franc Broman, James A. Lovell y William A. Anders fueron los primeros seres humanos en abandonar la influencia de la Tierra y en orbitar la Luna, y así vieron con sus propios ojos la cara oculta de la Luna, además de ver la Tierra desde la Luna y realizaron una fotografía de la Tierra que, según se dice, fomentó la conciencia ecológica de la humanidad. Este logro fue alcanzado en la misión del Apollo 8 a través del cohete Saturn V el 21 de diciembre de 1968. La misión duró 6 días, 3 horas y un minuto.

El 3 de marzo de 1969 se lanzó el Apollo 9, el primer acoplamiento módulo de mando-módulo lunar en órbita terrestre.

El 16 de julio de 1969 se lanzó desde la tierra el Apollo 11, el cual estaba propulsado por un cohete Saturno V y era comandado por Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins. Armstrong y Aldrin alunizaron el 20 de julio a las 16:17 horas del horario de la Costa Este de Estados Unidos (las 22:17 horas en España), 103 horas después del despegue desde la Tierra. Armstrong no daría el primer paso en la Luna hasta las 22:56 horas (4:56 del 21 de julio en España): «Éste es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad». 18 minutos después pondría sus pies Aldrin, que al observar el paisaje lunar dijo: «Magnífica desolación». Los astronautas dejaron sobre la superficie lunar (en el Mare Tranquillitatis, «Mar de la Tranquilidad») una placa firmada por los tres astronautas del Apollo 11 y por el presidente Nixon en la que podía leerse: «Aquí, hombres del planeta Tierra pusieron pie por primera vez en la Luna. Julio 1969. Vinimos en son de paz en nombre de toda la Humanidad» (citado por Artola, La carrera espacial, pág. 192).

Los astronautas estuvieron a la superficie lunar dentro del módulo 21 horas y 36 minutos, de las cuales pasaron fuera del mismo 2 horas y 15 minutos recogiendo muestras y llevando a cabo experimentos. Volvieron a la Tierra el 24 de julio. El aterrizaje (en rigor, el amerizaje) se produjo en el océano Pacífico a las 12:50 horas (18:50 en España). La misión del Apollo 11 duró 8 días, 3 horas y 19 minutos.

Por mucho que los astronautas hablasen en nombre de la Humanidad, la bandera que desplegaron fue la de Estados Unidos, como si se tratase de una conquista más que de un viaje de exploración.

El alunizaje de Armstrong y Aldrin tuvo en todo el planeta unos 600 millones de espectadores por televisión formal. Aunque si la televisión formal -como enseña Gustavo Bueno en Televisión apariencia y verdad (Gedisa, Barcelona 2000)- se define por la capacidad de traspasar los cuerpos opacos, difícilmente podemos hablar de televisión formal al referirnos a la retransmisión del alunizaje de Armstrong y Aldrin. Los televisores, en todo caso, cumplieron el papel de telescopios.

La competencia en la carrera espacial tuvo su fin cuando el 20 de julio de 1969 la tripulación de la misión estadounidense del Apollo 11 puso los pies en la Luna. Nixon se refirió a la misión del Apollo 11 como «la mejor semana en la historia del mundo desde la creación» (citado por Artola, La carrera espacial, pág. 187).

El 14 de diciembre de 1969 se llevó a cabo el segundo viaje a la Luna con la tripulación de Charles Conrad como comandante, Richard E. Gordon como piloto de módulo de mando y Alan L. Bean en calidad de piloto de módulo lunar. La misión del Apollo 12 duró 10 días, 4 horas y 36 minutos. Los astronautas permanecieron en la Luna 31 horas y 31 minutos.

El 11 de abril de 1970 se lanzó el Apollo 13, pero éste no pudo alcanzar su misión (alunizar por tercera vez) porque, debido a un fallo técnico, los tanques de oxígeno del módulo de servicio explotaron. De ahí la famosa frase del comandante Jim Lovell: «Houston, tenemos un problema». Sin embargo, la misión no fue un desastre total porque, en una situación muy crítica, supuso un éxito en la labor de rescate llevada a cabo por la NASA.

El tercer alunizaje sí pudo realizarse el 31 de enero de 1971 en la misión del Apollo 14 en un cohete Saturn V. El comandante de la tripulación era Alan B. Shepard, el piloto del módulo de mando era Stuart A. Roosa y el piloto de módulo lunar Edgar D. Mitchell. La misión duró 9 días y 2 minutos. La instancia en la Luna se prolongó 33 horas y 30 minutos.

El cuarto alunizaje tuvo lugar el 26 de julio de 1971. Se trataba de la misión del Apollo 15 con un cohete Saturn V. La tripulación estaba compuesta por el comandante David R. Scott, el piloto de módulo de mando era Alfred M. Worden y el piloto de módulo lunar James B. Irwin. En este alunizaje se utilizó por primera vez un vehículo para despedazarse por la superficie lunar, con el que se realizó un viaje de 38 minutos. La misión duró 12 días, 7 horas y 12 minutos y los astronautas permanecieron en la luna 66 horas y 54 minutos.

El quinto alunizaje se efectuó el 16 de abril de 1972 en la misión del Apollo 16 con un cohete Saturn V. El comandante de la misión era John W. Young, el piloto de módulo de mando Charles M. Duke y el piloto de módulo lunar Thomas K. Mattingly II. La misión duró 11 días, 1 hora y 51 minutos. La instancia en la Luna fue de 71 horas y 2 minutos.

El sexto y último alunizaje fue la misión del Apollo 17 con un cohete Saturn V. La fecha corresponde al 7 de diciembre de 1972. El comandante fue Eugene A. Cernan, el piloto de módulo de mando Harrison H. Schmitt y el piloto de módulo lunar Ronald E. Evans. La misión duró 12 días, 13 horas y 52 minutos. Los astronautas permanecieron en la Luna 74 horas y 59 minutos, el máximo tiempo en la superficie del satélite que desde entonces se dejó de visitar.

Como dejó dicho Gerard J. De-Groot, «lo que la era espacial ha demostrado es justamente lo difícil que es ir a alguna parte en el espacio. En lugar de expandir los horizontes del hombre, expuso sus límites» (citado por Artola, La carrera espacial, pág. 122).

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