Publicamos el trigésimo noveno trabajo perteneciente al II concurso de relatos “Una carta a un hijo” organizado por la escritora y farmacéutica, Esperanza Ruiz Adsuar, en colaboración con Posmodernia y las Bodegas Matsu perteneciente a la Denominación de Origen Toro. La participación en dicho concurso terminó el pasado 31 de octubre de 2020. Bases para la participación en el concurso

Título: A mi querido bebé

Pseudónimo: Zorzal cantor

Querido hijo: 

Todavía no te he puesto un nombre. No quiero adelantarte ninguno de los que he pensado para que no te hagas ilusiones, no sea que luego te guste otro más que el tuyo. Quiero que seas feliz con el que tengas. A mí me gusta mucho el mío. Lo he pensado muchas veces, y creo que es el mejor nombre para mí. 

Tampoco sé cómo es tu carita, ni tu voz, ni tu carácter. Nunca te he sentido en mis entrañas. No sé cómo será el embarazo, ni el parto, ni nuestra vida juntos. Todavía no te conozco, pero sé que estás, ahí, esperándome, en un tiempo misterioso. Aunque no te haya visto nunca, sé que te querré mucho. 

No siempre fue así. Hasta hace pocos años, nunca había querido ser mamá. No es que lo despreciara, es que quería ser otras cosas. Cuando era una niña como tú, quería ser monja, misionera, pintora, submarinista, pintora… pero, sobre todo, quería ser una “intelectual” (signifique eso lo que signifique). Algunos días pensaba que ser bibliotecaria también podría estar bien. Ahora también lo pienso. Y ya lo he sido una vez, ¡hijo! Ha sido un pequeño triunfo de tu mamá. O “del Jefe”, ya te contaré quién es. 

El caso es que yo quería triunfar y hacer muchas cosas. Ser una “aventurera famosa”. Hasta que un día me tocó la lotería. Sí, como lo oyes, cariño, un día escribí un mensaje y gané un papá. Tu papá. 

Él es muy bueno, ya lo conocerás. Se sabe todas las capitales del mundo y todas las banderas. También sabe enfadarse mucho por la política cuando ve la tele, y conoce un montón de juegos. Ahora es profesor. Lo de la política es un poco rollo, pero no te preocupes. Lo de los juegos te va a gustar. Seguro que hace muchas cosas contigo. Creo que sabe hacer todas las cosas divertidas del mundo. Vas a flipar. 

Los dos nos llevamos muy bien. A veces discutimos por el feminismo (otro tema un poco rollo). Yo creo que para cuando vengas ya lo tendremos solucionado. Aún no sabemos cuándo podremos estar contigo, porque tampoco sabemos cuándo nos vamos a casar ni el futuro que te tendremos preparado. Lo estamos intentando hijo, de verdad. Muchas veces nos preguntamos si lo estamos haciendo bien, porque el camino se hace muy largo. De momento, estoy luchando por una casita con la fachada blanca y la puerta y las ventanas azules. Tiene mucha luz, para que puedas hacer bien los deberes. Yo los hacía ahí cuando era pequeñita. Lo importante es que, estemos donde estemos, nos vamos a querer mucho. 

No sé si voy a ser una buena madre. Me da un poco de miedo fallarte. Cuando crezcas te darás cuenta de tus papás están un poco locos. Le damos muchas vueltas a las cosas y nos tomamos todo muy a pecho. Intentaremos corregirlo antes de tu llegada. Quiero ser buena y me queda mucho por mejorar. 

Espero no haberte preocupado con lo de que no quería ser mamá. Ya te lo he explicado, hijo, es que no conocía el amor. No tiene nada que ver contigo. Tú eres mi querido bebé. Y eres genial. 

Saber que existes me da paz. Me da esperanza. 

Cuando pienso en ti, los problemas de mayores ya no me importan.

Sólo son tiempo. Nada más. 

Y el Amor vence siempre.

Te quiero mucho.

Mamá.