De pluma fácil y entretenida, como articulista escribió allí donde le dejaron y le pagaban algo. De La Gaceta Literaria a La Revista de Occidente, de Diablo Mundo a Gutiérrez, de Vértice a Y, de FE a Arriba, de La Ametralladora a La Codorniz. Ejerció el periodismo con pasión llegando a buscar en Marruecos, como ya hiciera Chaves Nogales con el mismo éxito –ninguno-, a los prisioneros españoles de Abd el-Krim.
Reseña de «El poder amordazado»
El autor aboga por que la justicia se abra a la sociedad, enhebrando a lo largo de las páginas del libro retazos de la vida de un juez que aspira a la regeneración de una justicia cuyo gobierno se entregó a las oligarquías partidistas hace treinta años al modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial.