Polonia es un país que entra por los ojos y que te atrae por el carácter de sus gentes, sus gestas y su gastronomía. Además de esta entrada turística, su buena salud económica, la defensa de las raíces cristianas de la sociedad y el crecimiento del país como potencia regional nos presenta una nación atrayente como modelo a estudiar. Los ataques sufridos por el país, al no acatar medidas favorables a la destrucción de la familia, y defender la responsabilidad de los padres en la educación de los hijos, frente a los lobbies lgtbi y de género, han favorecido, por el contrario, un proyecto estimulante de derecha social, que favorece el crecimiento del nivel de vida económico y el sentido de pertenencia a la nación polaca.