El parque nuclear español, formado por siete reactores en cinco emplazamientos, constituye un activo estratégico en el sistema eléctrico español y ha de jugar un papel esencial, manteniendo siempre las condiciones de seguridad, en la transición hacia una economía y un sistema energético descarbonizado, tal como se ha acordado internacionalmente con los paquetes energía-clima de la Unión Europea y el acuerdo de París COP21.