In memoriam: Infiesta. Vitali

In memoriam: Infiesta. Vitali. Vicente Niño Orti

Los finales de año son tiempo para hacer memoria. La memoria de lo que cae y desaparece, de lo que muere dejando su paso al tiempo, confiando en que lo vivido haya dejado peso en su paso. Esperando quizás que lo hecho, lo escrito, lo vivido, lo creado, en alguien pudiera dar fruto. O tal vez, aún más, sin más espera ni esperanza, solo por la vitalidad de lo hecho, sólo por la propia hidalguía, por el propio honor, por la propia senda. Parte del ciclo de la existencia. Nacer. Vivir. Morir.

Dos nombres traigo a este in memoriam. Dos figuras radicalmente a contracorriente de nuestro mundo, que quisieron hacer de su vida un acto de belleza, de lucha, de defensa contra un mundo en ruinas. Dos vidas apasionadas, vocacionadas, alejadas de toda convención liberal burguesa, y por tanto, incomprendidas por el poder del dinero errante que manda en nuestro mundo. Dos fallecidos en el 2021. 

Jose Manuel Infiesta Monterde (1949-2021), de familia burguesa oriunda de Aragón afincada en Barcelona, hijo de arquitecto, fue un hombre del renacimiento en pleno siglo XX español. Arquitecto él mismo con más de 300 proyectos en su carrera, historiador experto en escultura catalana del siglo XX, crítico musical especialista en Wagner, editor, autor, ensayista, memorialista y aforista, coleccionista de arte, promotor de un museo de arte figurativo contemporáneo, en su juventud implicado en la política radical nacionalista europea socialista y antisistema, José Manuel Infiesta tiene una biografía de las que impresionan y apabullan. Hombre de fuertes convicciones y decisiones aún más fuertes, da la sensación que aprovechó cada minuto de su vida para caminar por el sendero que él mismo se marcó. Siempre tomó sus decisiones. Espíritu independiente, profundamente libre, con Nietzsche, Schopenhauer y Wagner en su mente y su corazón, tuvo una vida contracorriente, marcada por la búsqueda excelsa de la belleza. 

«Enamorado de la belleza, sensible, cordial, cercano, siempre dispuesto a ayudar a los amigos, defensor del verdadero arte, elegante, culto. Si tengo que definir con una palabra a José María Infiesta sería: exquisito» le describía Enrique Ravello en la memoria escrita a los pocos días de su muerte sucedida el pasado 8 de octubre.

Vinculado desde muy joven a Jorge Mota -su hermana María Infiesta se casaría con él-, Ramón Bau, Bartolomé Puiggrós y el resto de jóvenes que desarrollaron la vida del Círculo Español de Amigos de Europa en su época más destacada, compaginó sus estudios de arquitectura con una clarísima vocación por las artes en todas sus manifestaciones. Si Mota fue el guía, la mente y el corazón político de CEDADE en su sector cristiano y socialista, y Bau fue el lado más pagano y organizador, Infiesta sin duda sería el lado más estético y Nietzscheano, algo que sin embargo, le alejó antes que a los demás miembros de aquella generación de la acción directamente política. Quizás algo tuvo que ver la experiencia que le marcó vitalmente -como él mismo recogió en su obra de relatos y piezas cortas Oficio de Semana Santa (Nuevo arte Thor, 1984)- la muerte en accidente de escalada de su amigo Puiggrós, punto de inflexión entre un Infiesta vinculado a la política con sus responsabilidades con la comunidad, y un Infiesta volcado en la búsqueda personal de la belleza. Búsqueda sin embargo que jamás le separó de ofrecer a los demás sus hallazgos, en la convicción de que el arte tiene como función principal elevar a las personas y desarrollarlas en todas sus potencialidades. Convicción por otra parte compartida por aquel CEDADE wagneriano, de montaña, libros y activismo político, que tanto ha influido en las décadas posteriores.

Editor, escritor, creador, coleccionista y agitador cultural -organizó aún muy joven la obra del escultor Pere Jou, en Sitges; en 1975 lanzó a la calle una campaña a favor de la reposición del Monumento al Dr. Rober; en el 1979 colaboró con la gestora de obras de la Sagrada Familia, fruto de lo cual nació la publicación del libro de Puig Boada sobre el templo de Gaudí del cual se harán diversas ediciones; organizó igualmente, para celebrar el centenario de la muerte de Wagner en 1983 una larga serie de actos, exposiciones y ediciones, entre las que se puede citar la edición del ‘Homenaje a Wagner’, en colaboración con el escenógrafo Mestres Cabanes y el Patronato Pro-Música-, desde muy pronto destacó en su faceta wagneriana primero como columnista y crítico en distintos medios de prensa cubriendo los festivales de Bayreuth de 1972 a 1978 (La Prensa de Barcelona, El Noticiero de Zaragoza, La Vanguardia), y editando a partir de 1973 la revista Monsalvat: Revista Wagneriana y de información musical, la primera revista sobre ópera española.

Llegó a editar también las revistas El Martillo, sobre filosofía política, Gent Nostra sobre la cultura e identidad catalana en sus personajes, El LaberintoTerra Nostra. E igualmente desarrolló su labor de editor publicando no sólo revistas sino libros con distintos sellos: Los románticos alemanes, Les muntanyes que vaig estimar de Bartolomé Puiggrós, El vandalismo glorificado de Josep Cañasuna biografía de Falla, escrita por Casanovas, Cuadernos de Fresnes de Robert Brasillach, la autobiografía de Wagner‘Mi Vida’, con prólogo de Winifred Wagner, Meditaciones de las cumbres, de Julius Evola o El drama Wagneriano de H.S. Chamberlain.  Otras obras publicadas son una biografía del músico Hans Pfitzner, otra del ceramista Llorens Artigas, otra sobre medicina natural, biografías de Beethoven, textos de Montherlant, Céline, Konrad Lorenz, Ezra Pound (Aquí la Voz de Europa), D.H. Lawrence (Correspondencia), Boris Vian, Oscar Kokoschka, Stravinsky, Jean Cau, Cocteau, Alain de Benoist, Karl Jaspers, Vintila Horia, Evola, Koestler, Eysenck, el Rodin de Rilke, biografías de Alma Mahler y de Schopenhauer  o la correspondencia entre Hesse, Rolland y Tagore.

Autor profundo había escrito con tan solo 20 años  su obra más romántica y personal, Gloria, primer amor que no vería la luz hasta 1976, pero fue solo la primera de una veintena de trabajos entre los que destaca el magnífico ensayo filosófico sobre sus ideas artísticas La Génesis del Arte (reeditado hace solo unos meses por Ediciones Fides) escrito en apenas 15 días y publicado por la Universidad Politécnica de Barcelona en 1974, o su Un siglo de escultura catalana, única fuente de conocimiento de la labor de los escultores figurativos modernos en más de media centuria. Junto a ellos no me resisto en mencionar ¿Artistas o filisteos? de 1976, El modernismo en Cataluña (1976), Contra la moral de esclavo(1980), el antedicho Cuentos reales y oficio de semana santa(1984), Arno Breker, el Miguel Ángel del siglo XX (1982), o sus últimas obras de aforismos Escritos en el aire (2019) y Escritos en el Agua (2020).

La obra que le llevó sus últimos años de vida fue el MEAM, el Museo Europeo de Arte Moderno. En el 2005 creó la “Fundació de les Arts i els Artistes”, destinada a la defensa del arte figurativo y a la promoción de artistas contemporáneos que practicasen la figuración, lanzando concursos anuales, lo cual sería el origen, junto a su colección privada, de la obra cumbre de toda su biografía dedicada a la belleza, la creación de un Museo en un viejo palacete barcelonés -el Palau Gomis, ubicado en las calles Princesa y Barra de Ferro- dedicado al arte figurativo contemporáneo.

El MEAM se inauguró el 8 de junio de 2011 con la colección “Artistas contemporáneos del siglo XXI” compuesta por doscientas cincuenta obras de artistas vivos, que desde entonces y hasta hoy han ido aumentando haciendo crecer los fondos del Museo. Junto a la labor expositiva -tanto en el propio museo como con exposiciones itinerantes como la que estos días acoge Córdoba y de la que se comenta que podría quedar fija en la ciudad- el MEAM desarrolla una inmensa labor bajo su dirección y patronato con actividades variadas como conciertos semanales de blues, conciertos semanales de música clásica, talleres infantiles, exposiciones temporales y fiestas puntuales, como “La nit dels museus”, con gran afluencia de público. Año a año el MEAM con exposiciones temáticas -como la de 2013 de Escultura Catalana, la de 2014 sobre Llimona o la de 2016 sobre Clará- y continuando sus concursos – los anuales figurativos y algunos de temática específica como el de 2014 dedicado a retratos, el del año 2020 sobre el Lohengrin de Wagner o el del 2021 para mujeres artistas-  y aumentando año a año la participación, se ha convertido a nivel mundial su obra el MEAM en un referente del arte figurativo, con acuerdos y relaciones con distintivas iniciativas repartidas por todo el mundo con objetivos similares como el Hoki Museum de Tokio  o el Art Renewal Center de los Estados Unidos.

La obra del MEAM fue a fin de cuentas como la plasmación en la realidad de su proyecto de fin de carrera (un edificio de museo de escultura catalana) unido a las reflexiones y trabajos de su época universitaria (“Un siglo de escultura catalana” y “La génesis del arte”), y desde luego un bellísimo colofón a toda una vida dedicada a la belleza y el arte y a su capacidad para transformar y elevar a las personas y las sociedades.

Descanse en Paz. 

Juan Pablo Vitali (1961-2021)

Que Europa no es solamente un concepto geográfico, parece algo evidente. Europeos fueron quienes abrieron los mares, quienes cruzaron desiertos, planicies, bosques, selvas y montañas, quienes levantaron ciudades, palacios, universidades y casas, quienes talaron, roturaron, sembraron, cultivaron, quienes civilizaron América. Europeos fueron quienes le dieron vida, quienes asaltaron las fronteras y los muros que existían, dando alma, identidad, idioma, idiosincrasia a las tierras de allende los mares. Lo hicieron con esfuerzo, valor y sangre. Con coraje y lucha. Con espadas y mosquetes y machetes y herramientas de hierro y fuego. Europeos que hicieron Europa en aquellas tierras. Aunque se haya olvidado. Aunque se quiera olvidar. 

El 4 de mayo pasado fallecía víctima del Covid Juan Pablo Vitali, poeta, ensayista y militante identitario argentino nacido en 1961 en el seno de una familia peronista militante, movimiento en el que Vitali comenzó su despertar político, pero del que acabó evolucionando para convertirse en una de las voces que más claramente ha recordado la Europa austral que es el cono sur americano, la identidad europea de aquellas tierras.

Poeta de tono épico y heroico, no exento del brillo del fracaso, la derrota y la muerte que pareciera engrandecen la épica y el honor, en su obra se encuentran los ecos y las huellas de toda una pléyade de autores malditos condenados por el sistema liberal democrático dominante: Evola, Guénon, Benoist, Robert Steuckers, Faye, con evidentes influencias en su pensamiento de la Revolución Conservadora alemana, el movimiento völkisch, el paganismo, el ciclo cultural indoeuropeo, la obra de Nietzsche, y demás temas afines.

El Templario y Otros Textos fue su primera obra literaria, un conjunto de relatos de literatura fantástica junto con algunos poemas, pero no fue hasta el año 2000, cuando comienza a publicar varios poemas de tono épico en Internet, que va mostrando su voz más personal y propia, con una profunda espiritualidad de perfil pagano, donde el heroísmo, la identidad, la lucha, la revolución y el combate, la derrota y la muerte, se unen a tonos líricos que ensalzan el patriotismo, lo propio y la casa austral. Poemas y algunos textos de opinión de Vitali comienzan a circular en muchos sitios identitarios de internet y así es como comienza a ser conocido en España. 

En 2010, la editorial ENR publica el poemario Ser Disidente, con tal éxito que viaja a Madrid a recitar su poema de mayor difusión: “Ser Disidente”. La visión y alcance de dicha obra logró trascender las barreras idiomáticas entre sus lectores, llegando a traducirse al italiano, portugués, rumano e inglés. Tras esa obra, la Editorial EAS publica De Pie Sobre las Ruinas (2016), y poco después El Libro del Sur (2016), con prólogo del escritor español José Vicente Pascual.

Sus colaboraciones aumentan desde esas obras, escribiendo para revistas como EuropaeNihil ObstatCiudad de los CésaresEl Manifiesto, o el sitio italiano Ereticamente, que ha traducido algunos de sus poemas, siendo uno muy especial aquel dedicado a Dominique Venner.

En paralelo a su actividad poética, desarrolló de manera extensa y literaria sus reflexiones referidas al movimiento identitario pancriollista, del cual es uno de sus mentores y figuras simbólicas, el cual logra cohesionar con su obra el sentimiento de muchos lectores, en toda la extensión del territorio americano, que comparten el mismo sentimiento del autor: la urgencia por la identidad en un mundo hostil y revuelto.

Descanse en Paz

Ser Disidente

Ser disidente, es llevar una espada de luz, por los laberintos de la edad oscura.

Ser disidente, es sentir a cada paso la soledad de la estirpe, apretando nuestros corazones.

Ser disidente, es optar por las alturas, y también por los abismos.

Ser disidente, es tallar escrituras sagradas, sobre nuestra piel.

Ser disidente, es arrojarse sobre el acero desnudo de la espada.

Ser disidente, es volver siempre a las ciudades perdidas.

Ser disidente, es haber perdido el sol de la Atlántida, y recobrarlo en los hielos lejanos del Sur.

Ser disidente, es ver el rostro de hueso de nuestros muertos, como un espejo blanco en las tinieblas cotidianas.

Ser disidente, es disentir con los dioses, si estos, nos son adversos.

Ser disidente, es ocupar las calles, hasta dominarlas.

Ser disidente, es el mármol, el músculo, la piedra, el fuego, la montaña y los caminos.

Ser disidente, es el último lobo de Europa en la caverna, el águila dormida en las alturas, el ciervo bramando, en la profundidad de los bosques.

Ser disidente, es dormir sobre puñales, y despertar iluminado por los ojos de los niños, de Dresde, de Berlín, y de Hiroshima.

Ser disidente, es asediar el tiempo del silencio, con banderas que estallan acercándose en el viento.

Ser disidente, es ser siempre el último en retroceder, y el primero en avanzar.

Ser disidente, es ser el último hombre de pie, si es necesario, con el sol por testigo, y la llama eterna de los nuestros por bandera.

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