Publicamos el quincuagésimo primer trabajo perteneciente al II concurso de relatos “Una carta a un hijo” organizado por la escritora y farmacéutica, Esperanza Ruiz Adsuar, en colaboración con Posmodernia y las Bodegas Matsu perteneciente a la Denominación de Origen Toro. La participación en dicho concurso terminó el pasado 31 de octubre de 2020. Bases para la participación en el concurso
Título: Querido hijo
Pseudónimo: Juan de Pablos 15
Querido hijo:
¡Muchísimas felicidades! Dieciocho añazos. Espero que te guste el regalo que te he hecho; no quería arriesgarme a no acertar por lo que le pedí consejo a tu amigo Juan sobre el tipo de móvil que escoger y en fin, sé que no compensa el no poder estar ahí contigo pero era lo mínimo que me apetecía hacer.
Ahora mismo estoy segura de que tu padre te habrá hecho ese desayuno que tanto te gusta y probablemente estés pasando la mañana con un amigo que se habrá quedado a dormir, así que esta carta supongo que va a descolocar; pero todo tiene su explicación.
No has tenido noticias mías en los últimos ocho años, básicamente desde que tienes recuerdos, pero ser mayor de edad no es algo que pase todos los días y he creído que debía dejar de ser egoísta y contactar contigo. Perdí el número de tu padre y el de mis antiguos amigos, solo conservé el de mi familia y ellos me dijeron que por suerte para mí no os habéis mudado y así es como te han llegado mis palabras.
Pero me estoy enrollando, quiero que intentes entender el porqué de mi marcha, cuestión que tu padre nunca ha hecho y por la cual no le culpo, intento ponerme en la piel de los demás y los cambios son algo inesperado por eso requieren del don de adaptarse frente a las dificultades y no mucha gente lo posee.
Una persona en su día a día tiene que ser lo que desea interiormente y mis preferencias no eran lo mismo que lo que yo tenía en aquel momento. Quedarme en esa ciudad reprimiendo todo por lo que tenía ganas de sonreír me estaba haciendo mal y aunque intentaba estar a gusto con mi alrededor no veía el final de mis momentos duros para dar pie a los felices.
Me fui repentinamente, después de todo lo que el divorcio conllevaba tenía claro que necesitaba un cambio de aires, algo que creía un tanto irreal, que sólo podía caber en la cabeza de un escritor pero se acabó convirtiendo en una de las mejores decisiones que he tomado.
Pensé que lo mejor para tu crecimiento era que te quedaras con tu padre. Al fin y al cabo es una gran persona y lo que más me gusta de él es que es un hombre con las cosas claras y yo simplemente estaba desajustada, con miedo e indecisa ante todo lo que me venía encima.
Formo por fin parte de un mundo en el que trabajo de lo que quiero, junto a personas brillantes con las cuales soy feliz, incluso he conocido a alguien que me complementa a la perfección; algún día descubrirás lo maravillosa que es la reciprocidad. Todo esto es lo que deseo para ti.
Ante tus ojos se abre una etapa muy importante que va a estar única y exclusivamente dirigida por ti. Sé que nunca te ha gustado cuando yo empezaba a hablar y acababa con una de mis lecciones de vida pero por favor tómate esto como un consejo. Yo a tu edad lo elegía todo según la voluntad de mis amigos y es algo de lo que siempre me he arrepentido. ¿Dónde estaría ahora? ¿Cómo sería si me hubiera seguido a mí?
Sí, no te negaré que infinidad de veces me lo he preguntado pero no quiero que tú cometas este error. Tu único deber ahora mismo es disfrutar, sacar las cosas malas y retener las buenas que quieres añadir a tu personalidad y recuerdos.
Le he mandado una carta a tu padre que incluye mis datos, lo demás ya está en vuestras manos. Ahora vivo en Santa Mónica (California) estoy segura de que te encantaría si la conocieras. Tus próximas vacaciones, pienso, son las de Navidad y espero que vengáis los dos a visitarme.
Tengo muchas ganas de enseñaros todo por aquí, aunque si he de ser sincera mi prioridad es el famoso muelle de Santa Mónica. Tiene un ambiente bucólico e iremos allí antes del anochecer para poder ver la puesta de Sol. Es sencillamente preciosa. Los atardeceres siempre son bonitos pero la manera en la que los ojos se me llenan de luz, me atrevería a decir que es algo impagable. Pero no termina ahí, porque en ese mismo momento se puede ver como la noria del Pacific Park; lugar que igual conoces por las películas de Hollywood, abre sus luces y con él toda la ciudad, se va el Sol pero se encargan de que sigamos teniendo una bonita luz que ver.
No tendríais que pagar hotel, vivo sola y la casa es grande. Tiene tres pisos tu podríais vivir en la parte de arriba, ahí es donde trabajo tiene baño y un sofá cama así que estarías perfecto.
La segunda planta está completa, tu padre tendría una habitación para él solo con su espacio para teletrabajar. Habla con él. Sé que se lo va a tener que pensar, pero esto no se puede quedar así mucho más tiempo.
Verás, desde que estoy aquí he cambiado muchísimo y para bien, ya que he comprendido que todo tiene solución solo hay que saber mirar desde diferentes puntos y atacar en el mejor, y pienso que se podrían haber solucionado todas nuestras discusiones pero no puedo volver al pasado y aunque a veces la vida no nos da los regalos que queremos el verdadero regalo es la vida misma.
Lo que más miedo me da es la mirada que habrás puesto por mi disculpa y reflexión pero espero haber sido suficientemente clara y que lo hayas entendido todo. Y sigo siendo tu madre y tú lo más maravilloso que me ha dado este mundo. Cuando seas padre; si es que quieres serlo podrás comprobar que ver las primeras ecografías de tu bebé sus primeros pasos, palabras, sonrisas y aprendizajes es algo que ni el tiempo ni nadie borra.
Hasta pronto Gonzalo
Con todo el cariño del mundo te quiere, mamá.