Publicamos el decimotercer trabajo perteneciente al II concurso de relatos “Una carta a un hijo” organizado por la escritora y farmacéutica, Esperanza Ruiz Adsuar, en colaboración con Posmodernia y las Bodegas Matsu perteneciente a la Denominación de Origen Toro. Dicho concurso durará hasta el próximo 31 de octubre de 2020. Bases para la participación en el concurso

Título: La amistad intergeneracional es posible

Pseudónimo: Libertad

La amistad intergeneracional sí es posible. He aquí dos amigas que, teniendo una considerable diferencia de edad, mantienen una gran amistad compartida. Empecemos con lo que yo le dije,

-Bien pequeña: una vez más quiero empezar diciéndote que es bastante fácil saber lo que piensas porque tú eres muy sincera cuando me escribes.

No te engañes, no es leyendo mis escritos por lo que te sientes satisfecha de lo que te digo y es que tú ya te habías dado cuenta, lo que sucede es que hasta que lo ves escrito no crees que es real. Así que mi labor en esta contienda es como la de Pepito Grillo. ¿Te acuerdas de la película de Pinocho? Pepito Grilloera el reflejo de su conciencia.

Que no se han terminado del todo tus problemas, me dices. ¡Pues claro que no hija!, los problemas son como las camisetas, siempre van junto a nuestra piel, igual es no darle vueltas, lo importante es saber luchar. También ayuda el hecho de ver los problemas desde otro ángulo porque aún estando ahí, en el mismo sitio, parecen diferentes. Cuando te sugerí esta idea, la idea de escribir, es por que sé que ayuda mucho en un momento difícil.

-Hola Pepito Grillo: la verdad es que tenemos una extraña amistad, digo extraña por nuestra forma de dialogar, escribiéndonos. Sé que hay muchas maneras de tener amigas, pero la nuestra es genial. Cuando te escribo me encuentro más tranquila y, al mismo tiempo, expectante por lo que me vayas a contestar. Ambas nos escribimos con toda sinceridad. Tú eres una señora que sabe comprender a los demás, yo una jovencita que empieza a madurar y que ha tenido la suerte de que le ayudas a caminar, procurando que tropiece lo menos posible. Bueno, tú también tienes tus defectillos, tienes mucho genio, pero creo que es sano, el mío es parecido. A pesar de la diferencia de años, tú y yo nos llevamos muy bien. Así que hasta otra, con cariño.

-¡Hola! ¿Cómo estás? Sé con certeza que no demasiado bien. Así que aquí estoy yo. Como hace mucho que no te escribo, creo que es buena ocasión. Sí, ya sé que soy una bruja, pero bueno, soy una bruja de las buenas y que además te quiere mucho. Me dirás que a qué viene tanto rollo, mira te digo que mientras lees no piensas en otras cosas. Serán dos minutos, pero algo es algo, ¿no? Amiga, el trabajo me tiene muy atareada pero te prometo una visita. ¡Prepara chocolate!

-Sí, en efecto, hacía tiempo que no nos hablábamos por escrito. Como principio te diré que no me parece mal que hayas intentado nadar en aguas reposadas, siempre es saludable tomarse un respiro.

Mira hija, si fueras perfecta, no nos habríamos conocido, porque pertenecerías a otro mundo, si es que en alguno existe la perfección, lo ignoro. Sé lo entregada que te gusta ser, incluso cuando los otros no se lo merezcan ¡Cuánto comprendo tu postura! Si además la persona en cuestión se lo merece y es digna de nuestro afecto, ya tenemos mucho camino andado.

-Otra vez voy a hacer de Pepito Grillo querida amiga: mírate en tu interior y verás que tú solita estás saliendo del atolladero. ¿Por qué te llamo bruja? Si piensas, te darás cuenta de que lo hago cuando te guaseas hasta de tu sombra. ¡Cuántas cosas se pueden decir en unos renglones!

En los primeros han pasado por mi imaginación los días de lucha de aquella niña grande, mujercita pequeña, pequeña en edad, grande en valentía. En realidad tú misma.

En el último me ofreces algo muy valioso, tu comprensión. ¡Qué generosa oferta!

Te diré que el amor es como el premio de la lotería, cuando adquirimos un número, ponemos toda nuestra ilusión en que nos vaya a tocar, sin pararnos a pensar si después seremos más felices o no.

En varias ocasiones te he dicho que me gusta leer entre líneas, de este modo, entre nuestras cartas y charlas conozco bastante bien tus exigencias acerca del dar y recibir y ya sabes que como amiga mayor que soy, mi labor es frenar un poco tus impulsos. ¡Claro que has podido encontrar a esa persona que buscas! Ya sólo te queda descubrir si es de verdad. No tengas miedo, si te volvieras a dar un golpetazo, como vaticinas,  piensa que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Nos tiene que quedar el consuelo de que más vale tropezar, que por cobardía no llegar. Cuando se está en el suelo y te tienden la mano, siempre se levanta uno dando un salto. Me voy a despedir hoy con una cita de Juan XXIII: “en lugar de quejarnos de lo que no tenemos, vamos a hacer algo con lo que tenemos”, bonito, ¿verdad?

-Hoy va de cumpleaños: veinte años en tu signo astral es casi la madurez plena. ¡Aquella florecilla tímida es hoy rosa de primavera! Envuelve con tu aroma toda la tierra. Dios creó las flores para que hermosas resplandecieran. Hoy te deseo que con tu resplandor y alegría ilumines al que bien te quiera. 

Tu siempre amiga, Libertad.