Artículos de este autor: Rafael Meléndez-Valdés

Dragó y Posmodernia. Rafael Meléndez-Valdés

Dragó y Posmodernia

Dragó y Posmodernia

Ese era nuestro Dragó. El Dragó “posmoderno”. Un Dragó “de verdad y de sangre”, como cantó el poeta. Un Dragó entre los muchos que fue. Pero un Dragó que fue, que es y seguirá siendo: en nuestra memoria, en nuestros afectos y en nuestros anhelos compartidos, que continuarán siendo suyos pese a su ausencia corpórea. Nos queda su espíritu, nos queda Dragó para rato, nos queda Dragó para siempre.

Posmodernia a Eduardo Naranjo en su Exposición-Homenaje

Creatividad, fantasía, originalidad, imaginación, profundidad, dominio del espacio, de la luz, del color, conocimiento extenso del oficio, virtuosismo en la composición… Claves de bóveda sobre las cuales se asienta con imperturbable solidez la excelsa obra de Eduardo Naranjo. E ítems configuradores de un código que acrisolado con maestría, eleva la categoría pictórica al nivel de la genialidad.

El sueño de la belleza

Decía Somerset Maugham que “lo único que hace posible considerar este mundo en el que vivimos sin asco, es la belleza que de vez en cuando los hombres crean a partir del caos”. ¡Ah, la Belleza!. Esa dama imperturbable que nos habla en un susurro, inundando de emociones desbordadas hasta los más recónditos confines de nuestras almas, “ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica”, como la definiera Borges.

Posmodernia

Posmodernia. Un espacio abierto, tribuna libre, un soplo de aire fresco rasgando la atmósfera viciada y crapulosa en que se desenvuelve nuestra existencia presente; alborotando la sien encanecida de la hipocresía, la falsedad y el artificio manipulador de un Gran Hermano despótico, travestido de afable y protector perro guardian.

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