II concurso de relatos: La fiesta

II concurso de relatos: La fiesta

Publicamos el quincuagésimo tercer trabajo perteneciente al II concurso de relatos “Una carta a un hijo” organizado por la escritora y farmacéutica, Esperanza Ruiz Adsuar, en colaboración con Posmodernia y las Bodegas Matsu perteneciente a la Denominación de Origen Toro. La participación en dicho concurso terminó el pasado 31 de octubre de 2020. Bases para la participación en el concurso

Título: La fiesta

Pseudónimo: Sylvana González


Querido hijo:

Siento contactar contigo de esta forma pero son capaces de hackear tu móvil con tal de encontrarme y no puedo correr ese riesgo.

Espero que te haya ido muy bien el viaje con tus amigos a Londres, sinceramente me alegro de que tú y tu padre hayáis estado lejos de aquí esta semana. Él tardará en volver un día o dos así que puedes tomártelo como el fin de semana libre. Tu tía te traerá la comida y estará para lo que necesites, solo tienes que llamarla, para todo lo demás tienes que arreglártelas solo.

Necesito que tú creas en mi inocencia; en la vida sería capaz de hacerle eso a alguien, sin embargo es su palabra contra la mía y por eso necesito que me ayudes. 

Hace más o menos tres días se mudaron a nuestro pueblo una familia extremadamente rica a aquella casa tan grande rodeada de explanadas que vimos en construcción. Me pareció muy extraño, ya que no veo la necesidad de que personas tan adineradas quieran vivir en un pueblo como el nuestro; alejado del resto de ciudades. Lo más curioso es que en su primer día ya quisieron convocar una fiesta en la que invitaban a todo el mundo; ¿amabilidad, negocios? ni idea, pero eso podría ser el móvil de todo lo ocurrido.

Todas mis amigas y yo nos presentamos. La casa era increíble con una decoración exquisita al igual que la ropa que la familia llevaba. El señor y la señora Fernández se veían muy enamorados y sus dos hijos Sofía y Pablo aparentaban ser muy educados; nada fuera de lo normal.

La fiesta fue de lo más aburrida para serte sincera, lo único bueno fueron los entrecots. 

Qué maravillosa es la ignorancia. Mientras muchos duermen otros actúan. 

A la mañana siguiente amanecimos con la terrible noticia de que Agustín; el señor Fernández había muerto aquella noche. La autopsia nos confirmaba que murió de un tiro directo al corazón, y sin restos de pólvora en la mano se intuyó que había sido asesinato.

Como ya te he dicho gracias a su situación económica la familia pudo permitirse un detective, ellos se negaban a que esto se quedará sin resolver, él empezó ese mismo día a pedir las coartadas de todos los asistentes de la fiesta. Gracias al patólogo forense se concluyó que la hora del asesinato había sido a las tres de la mañana. 

Yo estaba durmiendo, pero tampoco había nadie conmigo para confirmarlo. Lo más normal era que me descartaran pero no les valió con mi palabra, ya que empezaron a venir constantemente a mi casa, pidiéndome que les repitiera otra vez todo el transcurso de mi tarde. La última vez que vinieron exploté y requerí una explicación por su parte. Ellos me dijeron que en ninguna de mis versiones había incluido mi discusión con el señor Fernandez y era el único hilo del que podían tirar. 

Pero como para hacerlo; lo único que quería era olvidarme de ella. Se comportó como un grosero y arrogante. Básicamente cuando fui a presentarme se burló de mí por mi posición, ya que para él ser panadera no es triunfar en la vida y yo me defendí; igual solté alguna mala palabra y no estoy orgullosa de ello pero él tampoco es un santo. Todo fue breve y privado, no creí que nadie nos estuviera escuchando pero ahora me doy cuenta de que sí.

Ahí es cuando empezaron a vigilarme y cuando yo empecé a investigar con tal de exculparme. Sinceramente la única duda que tengo al respecto es si de verdad quieren encontrar la verdad o acabar cuanto antes, pero sea como sea están muy lejos de ella.

Nunca entenderé porque no empezaron por el mismo sitio pero tras un simple día indagando y gracias a mi amigo que trabaja en la morgue, Raví, supimos que los policías habían hallado el cuerpo en medio del bosque a las a las tres y dieciséis de la mañana cerca de un pequeño chalet a nombre de Adrian López . Adrián nos dijo que había dormido en casa de su novia, pero que su abuela pasó allí la noche. Ella estuvo cosiendo y mirando por la ventana tras acabar de cenar y aunque no nos confirmó ninguna hora nos dijo que vio a dos hombres apoyados en un árbol. El último momento en el que se vio con vida a Agustín.

Nosotros contábamos con la hora de la tragedia y hasta que hallaron el cuerpo patrullando habían pasado apenas quince minutos por lo que el asesino no debió tener mucho margen para huir. El bosque había sido registrado y no hallaron pisadas que les condujeran a ninguna dirección más que a la fiesta por lo que escapó en coche o en moto. 

Ahora mismo estoy con Ravi en un hotel alejado del pueblo para que nos dejen tranquilos, solo tenemos una gasolinera al lado.

Llevan siguiéndome todo este tiempo y mis escapadas junto al médico forense al mando del caso y nuestra visita a una cabaña en medio del bosque despertó en sus mentes la posibilidad de que hubiera estado borrando cualquier pista que les llevara hasta mí y advirtieron a la policía local.

Han despedido a Ravi ya que no les gusto nada verlo con una posible criminal, y no nos dejaran mirar las cámaras así que aquí entras tú en esta historia. 

Siento mucho pedirte esto pero no me queda otra. Tienes que ir a todos los comercios más cercanos al bosque y encontrar un vehículo que entrara antes de las tres de la mañana y se fuera más pronto de las tres y media, apuntarte la matrícula y dejarla bien guardada, la necesitaremos para identificar al verdadero culpable.

No te preocupes por mí no tienen nada para inculparme ni siquiera testigos solo necesito cubrirme las espaldas antes de que esto no vaya a más. Si te ves capaz, dale esta carta a tu tía.

Nos veremos pronto te lo prometo. 

Te quiere mamá.

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