Reseña de «Traidores en la Historia de España»

Reseña de "Traidores en la Historia de España". Iván Vélez

Título: “Traidores en la historia de España”

Autor: Jorge Vilches

Traidores en la Historia de España

Después de asesinar al gobernador, Pedro de Ursúa, las firmas de los integrantes de la expedición que buscaba El Dorado, quedaron estampadas sobre un papel. Como en ocasiones similares, era necesario diluir la culpa, buscando el ulterior perdón del rey. El común, al cabo, era quien había dado muerte a Ursúa, del que se relataron sus relajadas costumbres. Lope de Aguirre también firmó, pero añadió a su nombre la rotunda palabra «traydor». Ante el estupor de sus compañeros, el guipuzcoano dijo que traidores habían sido todos y que el primer bachiller que llegase a esa tierra les cortaría la cabeza. Aguirre añadió que el lugar al que debían dirigirse era al Perú, donde sus amigos les recibirían con los brazos abiertos. Los amigos no eran otros que los conquistadores, descontentos por asistir a la extinción de las encomiendas con las que se habían premiado acciones en las que, en palabras de la época, habían arriesgado vida y hacienda. Gracias a la película de película, Aguirre, la cólera de Dios, rodada por Werner Herzog en 1972, el traidor nacido en Oñate tiene un rostro, el que le prestó Klaus Kinski. Lope de Aguirre forma parte el elenco de personajes que Jorge Vilches ha hecho desfilar por su Traidores en la Historia de España (Ed. Almuzara, Córdoba 2024), obra de la que su mismo autor dice ser «divulgativa y de entretenimiento», condiciones que no deben servir para subestimar un libro que, como manda el clásico, consigue enseñar deleitando. Aclara el autor, por si algún lector busca apresuradamente ciertos protagonistas de la España de nuestros golpistas días, que, como criterio delimitador, sólo ha incluido a aquellos que ya han muerto. Si el α es Bartolomé de las Casas, principal suministrador de material para la leyenda negra, el Ω es Adolfo Suárez.

El trabajo desarrollado por Vilches se mueve en un terreno complejo, pues «traición» se dice de muchos modos, empezando por la que tiene que ver con la conciencia subjetiva y terminando con la imagen de un espadón o de un caballo que irrumpe, imaginariamente, pues tal cosa nunca ocurrió, en un parlamento. Tan diverso material requiere de cierto criterio clasificatorio, tarea que el autor ha resuelto estructurando el libro en una serie de bloques en los que reúne a grupos traidores. Aguirre lo habría sido a la España imperial, mientras Fernando VII, conocido como el rey felón lo fue, entre otras traiciones, a la España liberal. Los traidores que forman el tercer conjunto, los que lo fueron a la unidad de España, ya a ese «y a algo más», que añade Vilches, nos acercan a algunos de los omitidos traidores contemporáneos, entroncados con este grupo en el sobresalen Arana, Companys o Infante, hoy, convenientemente omitidos algunos aspectos de sus obras, elevados a los altares autonómicos.

La II República (española) es uno de los periodos más mitificados de nuestra historia. De convulso y breve desarrollo, aquel quinquenio calificado por muchos como burgués, supone para muchos una excepción dentro de una España tenida por fanática y, sobre todo, intolerante. Sin embargo, como demuestra Vilches en un puñado de páginas, algunos de los personajes que hoy, por la vía del fetichismo, se identifican con un tiempo arcádico, tuvieron una enorme responsabilidad en la demolición de una república que acusó una total falta de solidez. Al periodo vinculado a uno de sus salvadores, en el 34, y al tiempo, demoledores, en el 36, es decir, al franquismo y a sus traidores, dedica Jorge Vilches el último tramo de su libro, a los traidores a Franco o a la monarquía, dupla que la fórmula «de la ley a la ley», se encarga, para disgusto de juancarlistas y patriotas constitucionales, se encarga de disolver.

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