Nos hemos merendado hace pocos días con que el Ayuntamiento de Torrevieja, en manos del PP, patrocina sufragando los gastos de infraestructura, un desfile en el que aparecen niños caracterizados al más puro estilo BDSM, vestidos con tacones, medias, ligueros y pezoneras. En lugar de irse directamente a la fiscalía de menores a denunciar un posible delito de pederastia, al alcalde del PP, Eduardo Jorge Dolón Sánchez, no se le ocurre otra cosa que declarar que “El Ayuntamiento de Torrevieja no entra ni va a entrar a censurar ni a vigilar los disfraces que crea la comparsa cada año”.