Mientras exista el miedo, y aún existe, existirá ETA. Los atentados eran herramientas, sí, pero no eran la estrategia principal. No puedes matar a todo el mundo, pero sí puedes matar a todo el mundo de miedo.
Muerte en valencia
Ministros, secretarios de estado, directores generales, subdirectores generales, consejeros de interior autonómicos, delegados de gobierno… una pléyade de políticos enfrentados a una catástrofe sangrienta que no toman decisiones en los primeros momentos, cuando más necesarias son, porque se encuentran paralizados por su propia incompetencia, sin ningún conocimiento del área sobre el que operan.
Marlaska, maricón
Ha vuelto a suceder. Un insulto se ha convertido en una cuestión de Estado, con declaraciones ministeriales —incluida la del ministro insultado—, y hasta presidenciales; con debates en todas las cadenas regadas con millones a través de la publicidad institucional, para concienciarnos a fondo de lo peligroso de estos comportamientos.
Matar de miedo
El 29 de marzo de 2011 tres encapuchados pertenecientes a un grupo criminal asaltaron de madrugada la vivienda del policía local de Sevilla Casimiro Villegas. Él, que oyó ruidos en el salón, bajó en calzoncillos las escaleras para iniciar una pelea brutal contra los tres que acabó a mordiscos, mientras escuchaba los gritos de pánico de su mujer en la habitación.
Volver a ser tribu
Hoy, desbordadas las capacidades de acogida por desmantelamiento de las fronteras, se generan procesos de inmigración ilegal descontrolados y, por lo tanto, imposibles de gestionar o integrar en nuestras dinámicas sociales, por lo que se acaban creando sociedades paralelas donde replican sus mundos en nuestros mundos. Y sus mundos son tribales, y en ellos la violencia es un ítem fundamental para escalar en la pirámide social. Sus mundos son, en muchas ocasiones, estados fallidos.
La ultraderecha no existe, idiota
Ya se lo explicó Escohotado a uno de esos servidores de la Corte que se hacen llamar periodistas cuando éste le alertaba del auge en Europa de la extrema derecha:
“La extrema derecha no existe, es un invento de la extrema izquierda que necesita un reflejo especular, y donde no hay algo, se lo inventa. En este caso es el fantasma de Canterville que se han inventado”.
No habrá paz para los malvados
Nayib Bukele acaba de ganar las elecciones en El Salvador, tiene de su parte a todo su pueblo (casi el 90% de los votos), y en contra a todo el establishment al servicio de las élites de poder económicas y políticas. Prensa, oenegés, organizaciones internacionales pagadas por organismos internacionales, etc. le acusan de poner en riesgo la democracia.
Cañas en Ferraz
Al caer la noche, cuando todo se sosegaba, los mineros y los antidisturbios compartían culines de sidra en el bar de la estación. Si algún minero echaba un cantarín, recibía el aplauso de los maderos. Todos entendían que cada uno defendía lo suyo: unos, cortar la carretera para luchar por sus derechos laborales, los otros despejarla para permitir la libre circulación del resto de ciudadanos.