Artículos de este autor: Samuel Vázquez

Matar a castro. Samuel Vázquez

Matar a castro

No sé si os acordáis, pero era una canción de Hombres G: Matar a Castro. No era, desde luego, la más conocida, porque el que escuchaba a Hombres G lo hacía para huir de los problemas, no para encontrarse con más; y la política, ya se sabe, son todos problemas. Uno se ponía los cascos para encontrarse con David, Rafa, Javi y Dani por lo del Voy a Pasármelo Bien y por Las Chicas Cocodrilo, no para que te dieran la murga, que para eso ya había muchos otros.

8M: protege a tu hija. Ponla a salvo. Samuel Vázquez

8M: protege a tu hija. Ponla a salvo

20 años de ley y miles de millones sin ningún resultado positivo aparente, un incremento exponencial de las agresiones sexuales y un período de gobierno donde, por primera vez en décadas, la mujer ha perdido derechos al perder seguridad. Las únicas beneficiadas, las cientos de afiliadas con carné del partido que ocupan cargos remunerados, algunos muy bien remunerados.

De Fuenla, nosotros somos de Fuenla. Samuel Vázquez

De Fuenla, nosotros somos de Fuenla

Si alguien se atreve a intentar integrarse en la cultura de acogida, queda excluido en la suya, y esa es una presión social que la mayoría no está dispuesta a aguantar. Así que ahora, en Fuenla, puedes ver grupos de marroquíes y de argelinos y de dominicanos, pero ya no ves grupos “de Fuenla”.

No negamos nada. Samuel Vázquez

No negamos nada

Nadie niega nada. “Negacionista” es sólo otro de los numerosos términos creados por los laboratorios de ideas de la izquierda con el único propósito de deshumanizar a todo aquel que discrepe de sus dogmas. Y la deshumanización es la fase previa a la justificación de la cancelación, la muerte civil y, en no pocas ocasiones, la agresión física.

La batalla final. Samuel Vázquez

La batalla final

Las nuevas autopistas de la comunicación son autopistas de libertad, de las que abren los ojos y obligan a hacerse preguntas, a tener espíritu crítico. Ya no hay un único relato, ni siquiera un relato hegemónico, ahora hay aristas, opciones, dudas, planteamientos que cuestionan las verdades oficiales. La gente es mucho más libre y, por lo tanto, mucho más difícil de engañar.

Wind of change. Samuel Vázquez

Wind of change

Wind of Change (Vientos de Cambio) es una canción mítica del grupo alemán de Heavy Metal, Scorpions. Su autor, el cantante del grupo, Klaus Maine, la escribió mientras se encontraba sentando en el Parque Gorki de Moscú, mirando al Río Moscova. De facto, la canción comienza así…

Trump. Samuel Vázquez

Trump

El 19 de enero de 2017, un día antes de las elecciones en Estados Unidos que enfrentaban a Donald Trump y Hillary Clinton, puse un mensaje en redes sociales que rezaba así: “ Mañana en EE.UU. votan susto o muerte”. Cuatro años después, y tras valorar su mandato, lo consideré el mejor presidente americano desde Reagan.

España criminal. Samuel Vázquez

España criminal

Los guerreros como David Oliva, no sólo han sido ninguneados, sino también perseguidos. Sale más a cuenta sostener el problema para mantener millonarios presupuestos que solucionarlo y que estos se acaben, así que, después del desmantelamiento del OCON-Sur, hemos vuelto a la vieja rutina de hacer cada seis meses una macro-operación que se salda con unas cuentas detenciones y unos cuantos kilos incautados.

El negro que no acepta ser esclavo. Samuel Vázquez

El negro que no acepta ser esclavo

Sucedió hace unos días, cuando el comunicador Bertrand Ndongo intentaba realizar una entrevista sobre el terreno a la periodista progre, destacada miembro del equipo de información sincronizada al servicio del gobierno, Ana Pardo de Vera. La reacción de esta fue humillarle apelando hasta en dos ocasiones al color de su piel (negra), para rematar la faena arrebatándole el micrófono y tirándolo al suelo mientras le gritaba: “cógelo como gorila”

Derecho a matar. Samuel Vázquez

Derecho a matar

Decía el ex presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan: “Me he dado cuenta de que todos los que están a favor del aborto, ya han nacido”.

Así es; el derecho a nacer existe, pues es el propio derecho a la vida. El derecho a matar, no. A un ser indefenso, menos.

¿Y tú, qué celebras estas navidades?. Samuel Vázquez

¿Y tú, qué celebras estas navidades?

Mira que es sencillo, basta buscar “Navidad” en la RAE para leer en su primera acepción que se trata de la festividad donde se celebra el nacimiento de Jesús (25 de diciembre), y en la tercera acepción que el vocablo también se refiere al período que va desde la Nochebuena hasta el día de Reyes. Por no hablar de que es una palabra que deriva del latín (nativitas), lo que nos lleva directamente a “natividad”, que significa, literalmente, nacimiento.

Abrid las iglesias. Samuel Vázquez

Abrid las iglesias

Últimamente viajo mucho por motivos de trabajo y, allí donde voy, intento estar un rato en la catedral del lugar o, en su defecto, alguna iglesia. No sólo para visitar, también para rezar. Lo que me encuentro son templos donde se cobra la entrada y, otros, donde un portero te impide pasar si hay culto en ese momento. No lo entiendo.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, acaba de confirmar que quiere reunirse con el denominado Zar de la Frontera, Tom Homan, designado por Trump para liderar las políticas migratorias en la nueva administración republicana. Lo normal ante una situación así sería que todo el espectro mediático y político de izquierdas en EE.UU. le llamara racista. Samuel Vázquez

New York, New York

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, acaba de confirmar que quiere reunirse con el denominado Zar de la Frontera, Tom Homan, designado por Trump para liderar las políticas migratorias en la nueva administración republicana. Lo normal ante una situación así sería que todo el espectro mediático y político de izquierdas en EE.UU. le llamara racista.

Tres tiros a Aldama. Samuel Vázquez

Tres tiros a Aldama

Tres tiros en la ventanilla del conductor, eso fue lo que se encontró un día al salir de casa. Tres tiros en la ventanilla de su A8 blindado, un vehículo más propio de jefes de estado que de comisionistas y entonces entendió que aquello no era un farol, y también comprendió que sólo tenía una salida, asumir más cárcel a cambio de proteger su vida. Si cantaba, como él mismo ha dicho, sería mucho más difícil atentar contra él porque todas las miradas se dirigirían al presidente del gobierno, Pedro Sánchez.

La guerra inventada. Samuel Vázquez

La guerra inventada

La izquierda, heredera del Marxismo, lleva décadas inventándose enemigos para lograr vencer en un campo de batalla en el que no hay nadie en frente. Luchan contra supuestos gigantes que son en realidad molinos de viento; y son tan torpes que, aun así, están perdiendo la batalla. La batalla del relato, que es lo único que tienen, lo único que les sostiene. Detrás del relato sólo hay miseria económica, corrupción política, persecución al disidente y degradación moral.

ETA. Samuel Vázquez

ETA.

Mientras exista el miedo, y aún existe, existirá ETA. Los atentados eran herramientas, sí, pero no eran la estrategia principal. No puedes matar a todo el mundo, pero sí puedes matar a todo el mundo de miedo.

Muerte en valencia. Samuel Vázquez

Muerte en valencia

Ministros, secretarios de estado, directores generales, subdirectores generales, consejeros de interior autonómicos, delegados de gobierno… una pléyade de políticos enfrentados a una catástrofe sangrienta que no toman decisiones en los primeros momentos, cuando más necesarias son, porque se encuentran paralizados por su propia incompetencia, sin ningún conocimiento del área sobre el que operan.

Marlaska, maricón. Samuel Vázquez

Marlaska, maricón

Ha vuelto a suceder. Un insulto se ha convertido en una cuestión de Estado, con declaraciones ministeriales —incluida la del ministro insultado—, y hasta presidenciales; con debates en todas las cadenas regadas con millones a través de la publicidad institucional, para concienciarnos a fondo de lo peligroso de estos comportamientos.

Matar de miedo. Samuel Vázquez

Matar de miedo

El 29 de marzo de 2011 tres encapuchados pertenecientes a un grupo criminal asaltaron de madrugada la vivienda del policía local de Sevilla Casimiro Villegas. Él, que oyó ruidos en el salón, bajó en calzoncillos las escaleras para iniciar una pelea brutal contra los tres que acabó a mordiscos, mientras escuchaba los gritos de pánico de su mujer en la habitación.

Volver a ser tribu. Samuel Vázquez

Volver a ser tribu

Hoy, desbordadas las capacidades de acogida por desmantelamiento de las fronteras, se generan procesos de inmigración ilegal descontrolados y, por lo tanto, imposibles de gestionar o integrar en nuestras dinámicas sociales, por lo que se acaban creando sociedades paralelas donde replican sus mundos en nuestros mundos. Y sus mundos son tribales, y en ellos la violencia es un ítem fundamental para escalar en la pirámide social. Sus mundos son, en muchas ocasiones, estados fallidos.

La ultraderecha no existe, idiota. Samuel Vázquez

La ultraderecha no existe, idiota

Ya se lo explicó Escohotado a uno de esos servidores de la Corte que se hacen llamar periodistas cuando éste le alertaba del auge en Europa de la extrema derecha:

“La extrema derecha no existe, es un invento de la extrema izquierda que necesita un reflejo especular, y donde no hay algo, se lo inventa. En este caso es el fantasma de Canterville que se han inventado”.

No habrá paz para los malvados. Samuel Vázquez

No habrá paz para los malvados

Nayib Bukele acaba de ganar las elecciones en El Salvador, tiene de su parte a todo su pueblo (casi el 90% de los votos), y en contra a todo el establishment al servicio de las élites de poder económicas y políticas. Prensa, oenegés, organizaciones internacionales pagadas por organismos internacionales, etc. le acusan de poner en riesgo la democracia.

Cañas en Ferraz

Cañas en Ferraz

Al caer la noche, cuando todo se sosegaba, los mineros y los antidisturbios compartían culines de sidra en el bar de la estación. Si algún minero echaba un cantarín, recibía el aplauso de los maderos. Todos entendían que cada uno defendía lo suyo: unos, cortar la carretera para luchar por sus derechos laborales, los otros despejarla para permitir la libre circulación del resto de ciudadanos.

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