La paz es, pues, un asunto de la política, y el pacifismo fundamentalista es un asunto de la utopía (o, si ni siquiera se tienen en cuenta las dificultades, del pensamiento Alicia).
El pacifismo es, visto así, una ideología (una conciencia falsa) sobre la paz. La paz de los vencedores, política y militarmente implantada, hace referencia a la eutaxia del Estado, siendo por tanto atributo de un orden político (aunque el orden no implique siempre la paz, pues en ocasiones implica la guerra).